Y unos meses después vino mi otra felicidad, una bebé. La llame Charlott, como mi madre.
Al año llego mi otro amor, un hombresito, le pusimos Alan, así como tú.
Cada día era más feliz junto a ti y a mis hijos. Creo que ya estaba bendecida, tan solo por tenerlos.
¿qué me haría más feliz? creo que nada, a parte de que mi madre estuviese aquí, dolió mucho su partida.
Pero creo que Dios me lo recompenso.
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Te vi.
Short StoryElla una chica torpe y maravillosa. Él un príncipe azul sin capa.