Capítulo 4 - Parte 3

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-Entonces... ¿Qué quieres hacer hoy? -le pregunté a Zabdiel mientras estábamos en la cocina, unos quince minutos después del enfrentamiento-conversación en el espacio trasero. Él se había aprovechado de la situación bastante bien, y dijo que "como su niñera" tendría que prepararle un desayuno/comida, porque eso es lo que las niñeras hacen -.

-Lo que sea. Sólo quiero que me prepares más de esos deliciosos hot cakes, ¿por favor? ¿como mi niñera? -preguntó, patéticamente con una voz de bebé desarrollado 《por supuesto no del cerebro》 -.
Lo fulminé con la mirada, aunque obviamente no sirvió de nada, ya que él no podía notarlo.

-Bien -respondí forzadamente en tono contento. 《Dar y recibir. Recibir y dar》. Él sólo sonrió maliciosamente. Rodé los ojos. 《Cretino》 Pensé -.
Seguí haciendocada vez más y más, mientras los acomodaba en un gran plato de porcelana azul. Zabdiel tamborileaba sus largos dedos contra la barra negra de la cocina y balanceaba sus piernas de acá para allá. Acomodé con cuidado la comida frente a él y se quejó.

-¿Acaso esto no puede estar más quemado? -preguntó arrogante mientras llevaba otro trozo a la boca. Sonreí -.

-Bien, tú querías más, asíque te dí los quemados. Espero no te moleste. Él sólo levantó una ceja y sonrió.

-Bien, entonces, he terminado por hoy. -dijo mientras alejaba el plato de él y cruzaba sus brazos sobre su pecho. Tomé la comida y empecé a picarla con los dedos, llevándolos a mi boca después -.

-Probablemente hagamos algo divertido hoy -le comenté, con la boca llena -, tal vez podrías cambiarte con ropa decente y después podamos ir a cualquier lugar que se me ocurra -Miré a su pijama negra. Para ser sincera, lo que daba realmente bien. Pero nunca lo admitía en voz alta -. Asíque, ¿porqué no te apurás?
La sonrisa se borró completamente de su rostro. Poco después, sus mejillas se tornaron rojas como tomates. Él bajó la cara sólo un poco.

-No puedo -dijo mientras rascaba su barbilla con rapidez. Parpadeé -.

-¿Por qué no puedes? Ya sabes, es sólo tomar una ducha, ponerse algún vaquero y alguna cazadora y listo, ¿Ves? no es tan difícil.
Me miró como si estuviera contando una especie de chiste malo y gruñó.

-No seas tonta. No puedo cambiarme.

-¿Que? bueno, en estos momentos no estás desnudo asíque...

-No puedo cambiarme sin ayuda -dijo lentamente. Me sonrojé un poco -.

-¿Y-y qué - quieres q-que haga? -Le pregunté. Odiaba tartamudear. En serio.

-¿Ayudarme? -dijo, como si fuera lo más obvio del mundo.Me sonrojé una vez mas -.

-Estás loco. ¡Eres un pervertido! -le dije, fingiendo estar enojada. Él no dijo bi pío -. ¡Sólo cuando te conviene! ¿verdad?

-Lo siento muchísimo. Pero tú querías una oportunidad. Y eso, es algo que las niñeras hacen, ¿o no?

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⏰ Última actualización: Nov 14, 2017 ⏰

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Corazón Ciego - Zabdiel de JesúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora