Heavy Is The Head

14.La torre

Shuuzou rápidamente se dio cuenta de que prefería montar el caballo más viejo y bondadoso sin una silla de montar que estar a bordo de un barco durante las famosas tormentas de otoño. Waves arrojó el barco, la tripulación gritaba y los vientos y las lluvias ya habían despegado varias capas de piel del rostro de Shuuzou.

Y en medio de todo, Haizaki parecía más feliz que nunca y se unía al ladrido de órdenes y gritos de marineros en general. Se había cambiado sus ropas principescas en favor de la ropa sucia y el cuero hervido, y si no fuera por su cabello plateado, podría haber sido uno de la tripulación. Su camisa oscura estaba empapada en agua y pegada a la parte superior de su cuerpo de una manera que habría enojado a Shuuzou lo habría echo mirar dos veces en interés si no hubiera estado ocupado tratando de mantener el contenido de su estómago hacia abajo.

"¡Oi, Nijimura!", Haizaki gritó y se acercó, la nave en movimiento aparentemente no era un problema para él. "¡Te dije que ibas a marearte!"

"Cállate, punk", gruñó Shuuzou y gimió en la miseria cuando otra ola golpeó la nave y la sacudió por completo. "No esperaba tormentas como estas".

Haizaki se rió y ladró una orden a un miembro menor de la tripulación. El viaje desde South Port a Raintown tomó aproximadamente una semana y las tormentas los golpearon después de dos días. Deberían haber llegado ayer, pero las tormentas habían retrasado su viaje.

Ahora que Haizaki estaba tan cerca de él, Shuuzo podía oler las feromonas intensificadas que anunciaban un calor que se aproximaba y enviaba palpitaciones a su Marca de Acoplamiento palpitando y sus glándulas de olor. De repente se alegró de que el Omega estuviera pasando su calor en la Torre de Masaru y no en la Fortaleza.

"¡Rainboard a estribor!", El hombre del nido de cuervo gritó sobre los aullidos del viento y Shuuzou podría haber llorado de alivio. Ken, que también estaba en el barco, había pasado todo el viaje vomitando sobre la barandilla y, francamente, Shuuzou estaba orgulloso de haber llegado sin vomitar, donde Haizaki o cualquiera de la tripulación podría verlo.

La tripulación comenzó a moverse, los remos se aceleraron, las velas girando, el cox tirando del volante hasta la nave kaijori Golden Knight - sin necesidad de decirlo, Haizaki había estado más que molesto por navegar en un barco que llevaba el nombre del hombre que le había traído su peor derrota: se volvió con un fuerte gemido hacia la ciudad de los pescadores, al pie de las montañas estrechas.

Lord Kise había enviado un halcón por adelantado al señor que sostenía a Raintown anunciando la llegada de un barco real. Por lo tanto, un escuadrón de guardias los esperaba en los muelles cuando el Golden Knight echó el ancla en el pequeño puerto de Raintown.

"¡Sus Altezas!", Llamó el capitán del escuadrón. Su estandarte representaba el sigilo de la Casa Kubota. "Bienvenido a Raintown. Nos sentimos honrados de ...

"No nos quedaremos mucho tiempo, buen ser", Shuuzou lo interrumpió. Él realmente no estaba de humor para charlar. Tenía náuseas, era miserable e irritado. "¿Confío en que has dispuesto los medios necesarios para el viaje a las montañas?"

El capitán asintió, sin inmutarse por la descortesía del príncipe. "Si su Alteza. Pero, ¿te gustaría cambiar de ropa y cerveza caliente? Las tormentas han sido problemáticas ".

Sin ser atormentado por la tormenta que aullaba fuera de la casa del pequeño puerto en el que se encontraban actualmente, Haizaki se rió. "¿Qué eres, un mecenas de la taberna? Tendremos la cerveza y la ropa en la Torre de Masaru, ¿por qué perder el tiempo en esta ciudad de pescadores?

Shuuzou estaba demasiado cansado para regañarlo por su falta de cortesía.

"Shougo", dijo, el nombre se sentía extraño en su lengua. "Vamos a cambiarnos a ropa seca al menos. No creo que contraer un resfriado sea lo que quieras ".