Ranma caminaba por Nerima tranquilamente. Últimamente tenía bastante en qué pensar... Akane estudiaba mucho en la Universidad, él estaba en el dojo todo el tiempo... su madre y su padre estaban juntos otra vez. Todo era bueno pero, sentía que algo le faltaba.
Era extraño, pero no podía definir bien qué era lo que sentía. Iba con una bolsa de compras para Kasumi pensando en su inminente boda con Akane. Sus padres habían decidido que se casarían cuando ella terminara su semestre... en unos tres meses y estuviera de vacaciones. Sería una bella boda de verano. Ranma suspiró...
- No sé si quiero una boda – susurró para si mismo. En eso vio que una gran cantidad de polvo se acercaba hacia él. Alguien corría desesperado por la ciudad - ¿Y ahora qué sucede? – se preguntó viendo lo que sucedía.
- QUITATE DEL CAMINO – escuchó decir a una voz femenina...
- YA DEJAME EN PAZ – dijo otra voz, esta vez más familiar ¿Era Ryoga?
- ¿Ryoga eres tú? – preguntó Ranma desde la seguridad de una cerca... El Hibiki lo vio a lo lejos y logró esconderse de la chica que lo perseguía... Ella siguió adelante buscándolo y Ranma la perdió de vista. No pudo ver quién era.
Ryoga respiraba agitado. Parecía que llevaba corriendo bastante rato... y, se veía horrorizado. Como si estuviera escapando de la muerte o algo peor. Ranma saltó de la cerca y caminó hasta él.
- ¿Y a ti qué te sucede? – dijo agachándose un poco para verle a los ojos... Ryoga miraba a todos lados aterrado... se veía nervioso, confundido y agitado en extremo
- Dime que no está... ocúltate para que no te vea... Dios espero que no nos encuentre – respondió el Hibiki jalando a Ranma a una especie de callejón oscuro.
- OYE QUE DEMONIOS CRE... - Ryoga le tapó la boca con la mano.
- No hables... o ella me encontrará – susurró bajito. En verdad parecía que alguien muy aterrador le buscaba. Ranma se quitó la mano del colmilludo de encima en cuanto pudo. Eso se veía muy extraño... y era incómodo tener a otro chico tan cerca...
- ¿Quieres decirme que está sucediendo? – preguntó el pelinegro esta vez más calmado y más bajo. Ryoga lo miró y suspiró pesadamente...
- Escapo de mi prometida... - respondió cabizbajo...
- ¿QUEEEE?
- TE DIJE QUE NO GRITARAS... - gruñó el Hibiki y en eso escuchó a una voz que lo llamaba...
- Ryoga... Charlotte querido donde estas... No voy a hacerte daño – decía la chica buscando por los alrededores...
- Agáchate – ordenó el colmilludo empujando a Ranma detrás de uno de los basureros. El pelinegro solo lo imitó. Ambos veían a la chica escondidos... Gracias al cielo, ella se marchó.
- Eso estuvo cerca – soltó ya más tranquilo. Ranma le miraba con reproche... no entendía muy bien por qué lo había arrastrado a un lugar tan sucio como ese...
- ¿Por qué estás huyendo de esa chica Ryoga? –
- Ya te lo dije... es mi prometida – respondió abatido. La vida no podía ser tan injusta... no podía estar comprometido con una chica que no amaba y que además lo aterraba. Era horrible...
- Sigo sin entender cuál es el problema... - insistió Ranma sentándose frente a Ryoga, el chico estaba bastante aturdido aún.
- ¿Acaso no la viste? –
- La verdad no... aunque su voz me resulta algo familiar... - dijo el pelinegro sin más...
- Es Azusa Shiratori – Ryoga pronunció el nombre de la chica con horror en cada letra. Se notaba que le tenía mucho miedo, pero Ranma no entendía muy bien la razón. Es decir, ella lo quería como un premio la primera vez que lo vio... era algo tonta, pero sería una novia ideal para alguien tan idiota como Ryoga. Seguía sin entender el problema...
ESTÁS LEYENDO
La Prometida de Ryoga (Finalizada)
FanfictionLos señores Hibiki estaban preocupados... su hijo ya rondaba los veintitantos años, y aún no tenía una novia. Ellos deseaban ser abuelos, y ver a su único hijo feliz, pero, la familia tenía otra gran maldición además de su pésimo sentido de orienta...