Ranma había despertado de madrugada y estaba entrenando más duro que nunca.
No recordaba como había llegado a la habitación pero eso poco le importaba. Necesitaba perfeccionar esa técnica rápido. Con cada día que pasaba más difícil le sería recuperar a Ryoga... corría contra el tiempo...
- Concentrate... - se dijo exhalando suavemente mientras acumulaba energía en sus pies... - Una vez más... ¡¡Guepardo celestial!! - gritó y lanzó su energía desde el suelo provocando un rayo que dejó un hueco en el piso...
Mousse despertó de un salto por el ruido
- Lo logré... - se dijo a si misma cayendo de rodillas. Era una técnica poderosa... la dejaba sin energía de inmediato. Si pensaba usarla contra Ryoko solo tendría una oportunidad
- Parece que mejoraste en algo - dijo el chico pato saliendo de la cabaña... - pero aún te falta bastante
- Eso lo sé pero ya no puedo esperar más tiempo, debo ir a buscar a Ryoga y enfrentarme a esa mujer - insistió poniéndose torpemente de pie - Vas a ayudarme a entrenar o qué - gruñó molesta. El pelinegro solo sonrió. Realmente deseaba que Ranma tuviera éxito, ya que eso lo beneficiaría bastante...
- No tendré compasión contigo solo porque eres una chica ahora Saotome, así que preparate - respondió lanzándole sus navajas más rápido que nunca.
La pelirroja necesitaba acumular la energía en sus pies mientras evitaba los ataques... aquella sería una titánica tarea.
Lejos de allí, Ryoga despertaba en la casa de Akari... ella no estaba por ninguna parte, pero le había dejado comida en la mesa. Era una chica bastante atenta.
- Ryoga ya despertaste - le saludó asustandolo un poco
- Akari... no te escuché llegar - saludo nervioso y sonrojado. Aún no estaba vestido del todo.
Ella no le dio mayor importancia y entró quitándose los zapatos.
- Siento haber salido sin avisarte... debía alimentar a los cerdos de la familia - le dijo sonriente. El Hibiki se incomodó un poco, pero sabía de la fascinación de ella por los cerditos.
- No... no te preocupes - respondió casi en un susurro. La chica se acercó a Ryoga, lo que hizo estremecer un poco al Hibiki
- Anoche, no pude dormir... - continuó ella sonrojada también - Estaba recordando, la época en la que fuimos novios y... fui una descarada al besarte así, ni siquiera sé si ahora tienes una novia, por favor perdóname - decía sujetando sus mejillas para que no viera lo roja que estaba
- No debes disculparte... ese beso... fue el más sincero que he recibido - dijo con tristeza recordando a Ranma enredada con su primo. Simplemente no podía olvidarlo
- Pero... parece que, hay alguien más - susurró Akari recordando la sensación que tuvo al besar a Ryoga. Como si él llevara a alguien grabada a fuego en el corazón
- Ella murió para mi - respondió con más seriedad esta vez. Se levantó de la silla y besó a la pelinegra con más intensidad... a pesar de que pensaba en Ranma al sentir los labios de la chica, no se detuvo, al menos no tan rápido como la noche anterior
- Ryoga... - lo nombró algo sorprendida cuando al fin se separaron. Él no solía ser así... tan seguro y apasionado
- No te mentiré Akari... aún amo a esa otra mujer, pero eres la única que...
- Crees que, alguna vez podrás amarme como a ella - dijo algo triste. En el fondo lo sabía, pero necesitaba escuchar la respuesta...
- Si - respondió con firmeza - Solo perdóname por no hacerlo de inmediato... no deseo jugar contigo. Eres muy importante para mi - le dijo de forma sincera. Ella era la primera chica que lo había querido tal como era... y si su madre no se hubiese interpuesto de seguro ella ya sería su esposa.
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La Prometida de Ryoga (Finalizada)
FanfictionLos señores Hibiki estaban preocupados... su hijo ya rondaba los veintitantos años, y aún no tenía una novia. Ellos deseaban ser abuelos, y ver a su único hijo feliz, pero, la familia tenía otra gran maldición además de su pésimo sentido de orienta...