Capítulo 3 "El galán confiesa su confesión que nadie esperaba ni esperó jamás"

307 15 6
                                    

POV Anabel

Difícilmente podría olvidarme de lo que Natalia me había hecho, en pocas horas el video que habían grabado los indeseables de Walter y su grupo de inadaptados recorrió toda la escuela. No daba más de la vergüenza, caminaba por los pasillos de la escuela y podía sentir como sus miradas y burlas me atravesaban.

Esa mañana fui directo a romper el chanchito de mis ahorros y me dirigí hasta la puerta de la empresa V.I.P.

Tuve que tomar 3 ómnibus para llegar, pero según el profesor Satriano, una tal Sophia Laurent podía ayudarme con mi venganza. Incluso decía que tenía un departamento especializado en venganzas.

«¡Vaya qué mujer genial debe ser esa!» —pensé.

El lugar era un palacio, no podía creer que una chica apenas tres años mayor que yo fuera la dueña y presidenta de una empresa así. Sin dudas debía ser una persona muy seria y equilibrada.

De pronto vi correr a una mujer con lentes que parecía de unos cuarenta años, gritando que el lugar iba a estallar.

—Hola —dije con amabilidad— estoy buscando a la señorita Laurent.

—Pues esta empresa de va a pique y Sophia con ella, está totalmente desquiciada, ella y ese profesor loco al que sigue —me dijo la mujer.

De pronto la tuve en frente, era realmente hermosa, si yo pensaba que Lindsey era linda, era porque aun no conocía lo que era una mujer así. Su presencia era imponente, obligaba a respetarla solamente en la forma en la que te miraba.

POV Lindsey

El nuevo profesor de literatura declaró el "Día de libros viejos" nos iba a obligar a leer obras escritas en máquina de escribir, que eran unos aparatos mitad teclado mitad impresora.

—Por favor señorita Mc Carthy vaya a la biblioteca y traiga el libro Anna Karenina de Tolstói.

—Sí profesor. «¿Por qué a mí?» —Pensé.

Ingresé a la biblioteca y allí lo vi, Tomás Brüne. El más apuesto del mundo. No pude evitar que mi corazón se acelerara ni que mi sangre comenzara la ebullición.

La bibliotecaria no estaba, de modo que tenía la excusa perfecta para hablarle.

Siempre me había pasado mirándolo de lejos y últimamente con la sospecha de que a Any le gustaba ya ni siquiera eso.

—¿Me podrías decir donde se encuentran los libros de 1800? —Le pregunté algo sonrojada. «Seguro se dio cuenta de que me gusta, ¡¡qué idiota!! Contrólate mujer»

—Me temo que están abajo, pero ahora que no está la bibliotecaria no tenemos llave ¿qué libro buscas en particular?

Casi se me detiene el corazón cuando me habló con esa voz encantadora y dulce. Estos son los únicos momentos en los que me lamento de tener una mejor amiga...

—Anna Acaroina... supongo que debe ser alguna especie de libro de mata pulgas...

—Ja, ja, ja... Anna Karenina —corrigió Tomás con una burla condescendiente.

—Está abierto —dije empujando la puerta.

El chico se apresuró a bajar las escaleras. Era todo un caballero, mis ojitos hicieron esto: 😍

—Ok, sostén la puerta —dijo Tomás. No termine de oírlo cuando solté la puerta en un descuido.

—No vayas a solt...

—Ups!

—...ar la puerta o quedaremos encerrados —concluyó.

Tarde... quedamos atrapados.

MI MEJOR AMIGA NERD/ MI MEJOR AMIGA TOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora