Tu Recuerdo Sigue En Mi

apuesta

Chris y yo caminabamos agarrados de la mano por las calles de Madrid, por dentro me moría de los nervios de saber cual seria nuestra primera cita después de dos años. Sabia que Chris era muy imaginativo y romántico por lo que se le podría haber ocurrido cualquier cosa para sorprenderme.

-Chris no seas malo, dime donde vamos a tener nuestra cita- digo tirándome de su brazo para molestarle.

-no te lo pienso decir- dice sonriéndome.

-¿y no puedo hacer nada para convencerte de que me lo digas?- digo poniendo un tono picaron y moviendo las cejas.

-no voy a caer en tus redes muñeca- dice agarrándome la cintura y depositando un tierno beso en mis labios.

-eso no es justo, por que los hombres siempre os empeñáis en torturarnos con la dichosa sorpresa, ¿no es mas fácil que nos digáis de primeras donde vamos?-.

-porque me gusta verte sufrir, me encanta ver como estas ansiosa de saber donde vamos- dice riéndose.

-que fuerte, te divierte verme nerviosa- digo siguiéndole el juego.

-te ves muy adorable así- dice dándome un beso en la nariz.

-pues te puedo asegurar que en este estado estoy mas insoportable que adorable-.

-a mi me sigues pareciendo adorable- dice mientras caminamos cuando de repente se para en un coche y me abre la puerta trasera para que me monte. -ya te queda poco para averiguar donde pasaremos nuestra cita.

Me subo al coche y observo a uno de los guardaespaldas de Cnco en el asiento del conductor, por lo visto hoy nos llevarían a nuestro destino. Chris se monta a mi lado y el coche se empieza a mover.

después de 20 minutos de trayecto en el que Chris y yo no hemos parado de darnos muestras de cariño llegamos a nuestro destino.

una sensación de felicidad extrema me recorre el cuerpo al darme cuenta que nos encontramos en el parque de atracciones de Madrid, desde pequeñita había amado este lugar. Siempre había venido con mi familia y mis amigos, pero esta vez iba a ser la primera en la que viniera con el chico que amaba por lo que estaba mas emocionada de lo normal.

-¡Christopher me encanta!- digo tirándome a sus brazos nada mas salir del coche.

-sabia que te gustaría- dice abrazándome fuerte.

-seguro Isa se chivo de que amo los parques de atracciones-.

-esta vez ella no tubo nada que ver, lo juro- dice levantando su mano en forma de juramento.

-bueno da igual, venga vamos, me muero por montarme en las atracciones- digo tirando de Chris hasta las taquillas donde compraríamos la entrada al parque.

Después de comprar nuestras entradas entramos al parque.

-vamos a la tarántula, mmm no mejor a la lanzadera, no, no, al tornado, mmm no se, ¿en cual quieres montar primero?- digo demasiado eufórica.

-tranquilízate princesa, estamos aquí para disfrutar y tenemos tiempo, asique vamos a montar en la que mas te apetezca-.

-vamos a la tarántula entonces- digo tirando de el rumbo a mi atracción preferida.

la tarántula era una montaña rusa en la que la gente se montaba en vagones de 4 personas y mientras ibas haciendo los lúpins el vagón iba girando sobre si mismo, por eso era mi preferida porque era distinta a las demás, y además de todo eso un tramo de la montaña ruso entraba como en una especie de cueva.

Por suerte no había mucha gente en la cola para montar debido a que era miércoles y los días de diario la gente no solía venir a los parques de atracciones, también era mejor porque al haber menos gente había menos posibilidades de que reconocieran a Chris y tubieramos que salir corriendo de allí.