¿quieres saber si todavía te amo?

225 17 0
                                    

una lagrima se deslizaba por mi rostro mientras obserbaba la tumba de mi abuelo, ya había pasado una hora desde que su funeral acabo y yo simplemente estaba allí, de pie como una estatua, pensado y recordando sus ultimas palabras. Aquellas palabras que me habían tenido tan obsesionada desde hacia dos días. Quería cumplir mi promesa pero sabia que primero tendría que contarle la verdad a Andrés acerca de mis sentimientos, cosa que cada vez que me lo imaginaba el pánico se dominaba de todo mi ser.

Desde el día que mi abuelo murió Andrés había inundado mi teléfono de llamadas y mensajes, yo simplemente lo ignoraba debido a que aun estaba muy dolida, el era mi novio oficial y prefirió seguir en su gira que acompañarme en uno de los peores momentos de mi vida, sin embargo Christopher no se había separado de mi ni un momento, dándome ánimos y apoyo, haciéndome sentir querida.

-cariño, tenemos que ir a casa- dice Isabel detrás mío poniendo sus manos en mis brazos.

-solo será un minuto- digo mientras me agacho depositando una rosa en la tumba de mi abuelo. -te quiero abuelo-.

Con todo el dolor de mi corazón me despido de mi abuelo y salgo del cementerio acompañada de mi mejor amiga. Llegamos a donde se estaban el resto de mis amigos que se encontraban consolando a mi prima.

-ya estamos aquí- dice Isabel mientras le da un abrazo de consuelo a mi prima.

-¿que tal estas?- me pregunta Christopher limpiando una lagrima de mi rostro.

-mal, lo único que quiero es encerrarme en mi habitación a llorar- le respondo a Chris ganándome la mirada asesina de mi mejor amiga.

-ni sueñes que vas a hacer lo mismo que hiciste cuando Chris y tu cortaron, esta vez no te lo voy a permitir- dice mi amiga con cara de perro rabioso.

-pero Isab.....- y antes de que pudiera terminar la frase mi amiga me interrumpe.

-ni peros ni nada, no pienso permitir que vuelva a pasar lo mismo, asique ahora mismo nos vamos todos a comer para que te distraigas un poco-.

-si mi coronel- gritan todos al mismo tiempo mientras se ponen la mano en la frente imitando el saludo militar. Al ver a todos mis amigos hacer ese gesto no puedo evitar estallar en carcajadas.

-pues andando soldados- dice mi amiga imitando a un general del ejercito.

Todos nos dirigimos a los coches riéndonos por las ocurrencias de mi mejor amiga, 20 minutos después nos encontrábamos en el wok comiendo.

Todos mis amigos incluido mi prima se reían de los chistes de Erick mientras yo a lo único que me dedicaba era a mover mi comida sin ganas, realmente lo que menos tenia ganas ahora mismo era de comer.

-chicos, chicos escuchad este que es buenísimo, ¿sabéis lo que le dice una tallarín a otro?- dice Erick alzando varias veces sus cejas. Al ver que nadie contestaba se decidió a culminar con el chiste. -mi cuerpo pide salsa-.

todos en la mesa estallaron en carcajadas menos yo que seguía con mi interminable juego de mover el tallarín con el tenedor.

-loco, ese chiste es tan malo que por eso hace gracia- dice Joel limpiándose las lagrimas.

-son ustedes que no sabéis apreciar los buenos chistes- dice Erick fingiendo estar ofendido.

mientras escuchaba la conversación de fondo siento como alguien me da un ligero codazo, por lo que alzo la cabeza y me encuentro con aquellos ojos que todavía me vuelven loca.

-¿Sandy estas bien?- me pregunta Christopher preocupado.

-la verdad es que no, me encuentro mal- le respondo intentando contener las lagrimas que amenazaban con salir.

Tu Recuerdo Sigue En MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora