Capítulo 3

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Creo que habrá pasado una semana desde que veo a ese niño entrar. Me extraño al verlo, Hyojong a insistido tanto en que he mentido que hasta yo mismo me lo he creído.

—¿Qué haces aquí?— no es la pregunta más educada que se me ocurrió pero es lo primero que mi cabeza puede formular. Aunque el sigue en el marco de la puerta, con esta entreabierta y con los ojos un poco, demasiado, abiertos.

Creo que he sonado muy agresivo.

—Por favor entra, cortas el curso del aire acondicionado con la puerta abierta.— le digo intentando de que deje de observarme con esa mirada que me perturba. Él lo entiende al instante y la cierra inmediatamente pero sin hacer ningún ruido. Se escucha la campanita del él al entrar.

Diría que es mudo sino fuera porque estoy casi seguro que lo escuché hablar esa noche, pero su timidéz o fobia es impresionante.

El se acerca a la caja pero decide apartar sus ojos de mí cuando se acerca lo suficiente y empieza a jugar con sus pies, agradezco que esté practicamente vacía la tienda a esa hora, los domingos no suele venír nadie a las tardes por lo tanto es más conveniente tomar esas horas que a la noche. Él sigue distraído, jugueteando.

—¿Cómo llegaste ese día a tu casa?

Soy conciente de mi ineficacia al iniciar conversaciones pero tampoco me condeno al ver que él contesta.

—Regresé bien, hyung, gracias por preguntar.— wow, no recordaba su voz tan grave, sigue sintiendo dulzura en ella pero no puedo evitar mi sorpresa siendo que es practicamente un niño.

No sé que más decír, no quiero sonar muy invasivo repitiendo una y otra ves "¿Qué haces aquí?", por lo tanto solo me lo quedo viendo fijamente lo suficiente para intimidarlo y que decida hablar.

—Lo siento si lo molesto, hyung.— mi naríz se arruga, lo habrá olvidado.

—Agradecería que no me dijeras hyung, me hace sentír muy mayor.— le sonrío pero aún así creo que el nota la molestia en mi tono.

—No creo que sea correcto no decírle hyung, debo tratarlo con respeto siendo que es mayor.— veo como abraza su propio cuerpo con su brazos y suspiro, seguro esta la única vez que lo vea, no me molestaré en discutír.

—Me gustaría que no pero si estás bien así...— intimídalo, intimídalo, intimídalo.

—A-ah, siento haberme distraído, hyung.— al menos moléstate en mirarme .— pero quería agradecerlo por ayudarme, he tratado de venír bastantes veces pero usted no se encontraba.— se apena.

La ultima parte se vuelve más bajita, tuve que hacer un gran esfuerzo para escucharlo.

—No te preocupes...— dejo un espacio para que me diga su nombre, me lo he olvidado.

—Chanhee, Kang Chanhee, hyung.— por fin alza su cara y puedo ver sus ojos con un brillo inocente y una sonrisa timida.

—No debes agradecermelo, Chanhee.— le devuelvo la sonrisa, si es posible más grande, mis intentos de intimidarlo me hicieron sentír mal y ahora solo intento justificarme y remediarlo.

—Hyung, sin usted yo habría sido secuestrado o algo peor.— me observa aterrado.

Adorable

—Aunque ese auto fuera sospechoso no creo que era si intención secuestrarte o algo parecido.— aunque si lo crea, le acaricio la cabeza intentando tranquilizarlo, él no la aparta, es más, diría que se deja llevar con el mimo. No debería de tener tanta confianza con extraños.

Pero entreabre los ojos que hasta entonces se mantuvieron cerrados por breves segundo.— Oh, lo siento, hyung, debo irme mi hermano me espera.

—Ten cuidado al irte.— le palmeo la espalda.

—¡No se preocupe! Él está afuera.— le sonríe nuevamente, mostrando una hilera de dientes interrumpida por un colmillo más pequeño, no muy propio de lo que -supongo tiene- la edad de un adolescente.

Observá de reojo, moviendo mi cuello para un lado y enfoco la mirada en un chico alto tirado en la pared, tipo de portada de revista.

Intimidante

Él también me ve, confundido, porque tengo la mirada clavada en él, Chanhee por debajo de mi menton lo saluda, luego nos mira a los dos, y entendiendo, me sonríe mientras alza su mano y hace corazones.

Intimidante, definitivamente, intimidante.

—¡Adios, hyung!— una mueca se forma en mi cara pero la camuflo con una sonrisa.

Despido a esos dos mientras, incluso a una calle de distancia, el más pequeño me sigue saludando junto con su hermano.

—¡PORÓTO!— Hyojong entra gritando.— ya salte idiota, mi turno, tu vete a descansar.

—Ah, Hyo, al final el niño si existe.— ignoro lo que dice, él me mira con duda.— a él que casi secuestran

—Ah ¿Cómo lo sabés?

—Acabo de hablar con él.

—¿DONDE ESTÁ? ¡QUIERO VERLO!— se gira a todos lados como el completo estúpido con él pero al ver que no hay nadie me regresa la mirada con el ceño fruncido.

—Se fue.— intento que la sinceridad de mi palabras se transmita pero..

—No mientas, incluso puedes hacer mejores bromas que esta.— golpea mi antebrazo y yo le devuelvo el golpe.

Prefiero tomar mis cosas e irme antes de insistir con este pelele.

Voy a intentar psicología inversa, no comenten ;)) NO comenten ;))
Buenas noches, NO COMENTEN.
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⏰ Última actualización: Nov 18, 2017 ⏰

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