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Ya habían pasado tres días desde la pesadilla y la discusión con Zach. No nos habíamos dirigido la palabra desde entonces. Me sentía incomoda con esa situación, no es que lo extrañe...o algo parecido, es sólo que dormir en la misma habitación de alguien que no te habla es...por decirlo menos, incómodo.

Aunque para mi suerte, Zach ni siquiera había dado señales de haber pasado por su habitación. ¿Sería porque me hizo caso y está...con alguien más...? Deseche ese pensamiento en cuanto cruzó mi mente. Si Zach había decidido estar con otra persona era asunto de él, de igual forma, nosotros no teníamos nada...formal al menos. No tenía ningún obligación conmigo. Tal vez...era mejor así.

Siento como si hubiera apuñalado mi corazón, después de todo lo que había sucedido en mi vida, de alguna manera inconscientemente me terminé aferrando a Zach, como si fuese alguna especia de salvavidas, ahora sentía que estaba apunto de ahogarme.

Las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas, decido recomponerme porque no sería victima de mis propios sentimientos. 

Busco algo de ropa en el armario y dejo mi cabello suelto. Salí de la habitación, me haría bien tomar un poco de aire.

- Zach estas siendo infantil y eso es mucho, incluso para ti. - escuché las voces provenir del salon, se que no está bien escuchar a escondidas...pero una vez no hace daño.

- ¿Infantil? ¿Ahora te crees la reina del drama?  Vamos Andrei, exageras.

- ¿Eso crees? Realmente no entiendo que te pasa, actúas así desde que Nicolette llegó. -¿Yo? ¿Acaso todo esto tenía que ver conmigo? Más razón para seguir escuchando...

- Esto no tiene nada que ver con ella, es Vladimir el que me saca de mis casillas. 

- Puede que te digas eso, hasta que te lo creas, pero en el fondo sabes que Nicolette está haciendo estragos en tu interior.

- ¡Ja! ¿Te estas escuchando si quiera? - dice irónico.

- No soy ciego Zach y ella tampoco. Pero si no quieres aceptarlo dejemos ese tema hasta ahí. - ¿Qué? ¡No!  - Hay algo más que debo hablar contigo.

- Adelante te escucho. 

- Nicolette...

- Creí que dejarías el tema Andrei, ¿seguirás insistiendo con lo mismo?

- No logro comprender como te soporto desde hace tantos años... - suspira - Nicolette a tenido más de esas pesadillas Zach, lo sabrías si llegarás en la noche o al menos preguntaras.

- Supongo que será en algo importante, porque con Giselle no ha sido.

- Ni se de quien hablas, he estado haciendo rondas y entrenando por la noche, necesito despejar mi cabeza. - Así que en eso ha estado...solo...No te alegres Nicolette es asunto suyo, tu actúa indiferente.

- Entiendo...pero me preocupa la situación, si la escucharas como grita, la otra noche fui a verla pero me fue imposible despertarla y cuando le pregunté por la mañana no dijo nada.

- Es posible que no lo recuerde, entre más tiempo pase Vladimir en su inconsciente más profundo será el daño, puede que ella no se sienta particularmente diferente pero algo está haciendo y podemos ver los resultados después.

- No comprendo que es lo que él quiere con ella. Esto se ha complicado Zach, no podemos dejar que siga.

- Lo se y tampoco logro distinguir que quiere lograr con esto.

Tenía toda la intención de seguir escuchando pero Blake apareció provocando que casi muriera del susto.

- Nicolette...Hola.

- Hola, Blake. ¿Que tal estas? - dije tratando de disimular que había estado espiando, lo último que necesitaba era que alguien se enterara.

- B...bien. ¿Quieres comer...algo?

- Por supuesto, vamos.

Tras pasar un rato con Blake en la cocina durante el cual no logre concentrarme en nada de lo que él me decía, me dio pena en realidad. Sabía que a él le costaba sociabilizar y comunicarse pero mi mente seguía pegada en la conversación que "no debía haber escuchado".

Saber que Zach no...andaba en la noche de cama en cama, me hizo sentir extrañamente mejor pero lo de las pesadillas...era algo difícil de asimilar.

Ahora no tenía ni las más mínimas ganas de ir a dormir y saber que había un maniático, enfermizo y ocioso que se divertía jugando con mi cerebro no era para nada chistoso.
Tenía unas ganas de partirle la cara por imbécil.
Bueno...quien me manda a meterme en problemas de demonios, vaya que eran seres vengativos y caprichosos.

- Nicolette. - me di vuelta y tenía a Zach observandome. Vaya...hasta que se digna aparecer y dirigirme la palabra.

- Hola. - dije lo más neutro que pude.

- ¿Que tal estas? - ¿Es en serio...? Demonios...quien los entiende. Como quiera, dos pueden jugar el mismo juego.

- Bien, creo. Has estado ocupado al parecer...¿Todo bien? - lo escucho suspirar.

- Eso quisiera, tengo que conversar algunas cosas contigo. La verdad no se por donde empezar.

- Por el principio...

- Nicolette...no empieces con tus comentarios originales. - regresó el señor mal carácter. Ya era mucha la amabilidad, un poco más y le daría urticaria.

- Sabes que Zach...te regalaré una botella.

- ¿Qué? ¿Una botella? ¿Y para qué quiero yo una botella? - pregunta dudoso.

- Para que metas tu puto GENIO ahí. - al parecer por la cara que puso mi ingeniosa broma no le hizo gracia.

- Ja ja, eres insoportable, ¿lo sabes cierto?

- Somos tal para cual, ¿no?

- En eso...tienes razón. - esperen...acabada de admitir que...él...yo...nosotros...¡Dios!

Se acerca a mi lentamente, tan sensual que por poco y me da un orgasmo ahí mismo. ¡Hormonas controlense!
Me agarra por la cintura y acorta la distancia de nuestros labios.

- Te veo en la noche, te quiero lista, vamos a salir.

Y desapareció. Así, tal cual lo escuchan. Hizo "puf" y se fue. ¡A la hora que le da por usar sus poderes de "señor del inframundo"!
¿Y ahora que haré?



Les dejo el nuevo capítulo!!! Espero les guste, es corto porque no quise cortarlo en la mejor parte, el próximo viene más largo!!
Comenten si les va gustando

Saludos

Moonlight #WritersUp2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora