Capítulo 2

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Entro en la escuela y me acerco a una señora para preguntarle dónde está el salón C201

-En éste edificio- señala detrás de ella- segundo nivel.

-Gracias.

Entro en el edificio, subo las escaleras y rápido encuentro mi salón- ya que estaba prácticamente a lado de las escaleras- entro en él y ya había una profesora sentada en el escritorio.

Busco un lugar para sentarme, afortunadamente hay muchas mesas para escoger. Me siento en una mesa hasta atrás, en la esquina.

La profesora se levanta justo cuando el reloj marcaba las 7:07 a.m, se presenta y comienza a escribir su forma de evaluar en el pizarrón.

8:06 a.m Tenemos una hora para comer.

Salir al patio es lo menos que quiero hacer, pero no tengo de otra ya que no nos dejan estar en los salones por "x" o "y" razón.

La cafetería parece una Biblioteca que hay en Bellas Artes, es bastante lindo y cómodo el lugar.

En el mostrador hay dos chicos que atienden, uno de lado derecho (un güero alto con ojos verdes y delgado) y uno de lado izquierdo (de la misma estatura que el otro, con piel morena, cabello castaño y ojos café pequeños).

Me acerqué al que atendía en el lado izquierdo, ya que no tenía tanta gente, había como unos 5 jóvenes ahí, mientras que en el otro lado habían más de 15 personas, y la mayoría eran mujeres.

-Un café capuchino por favor- le pido al chico.

-A la orden- dice con una sonrisa de oreja a oreja.

Me recargo en el mostrador esperando mi café, escuchando la plática más interesante del día: un tipo ganó él solo una pelea contra la pandilla más ruda de la zona. Me sorprendí bastante tras escuchar gran hazaña. Fue tanta mi sorpresa que no pude evitar dar una ligera risa.

-Aquí tienes linda- llega el chico al cabo de 10 minutos.

-Gracias- tomo el café- ¿cuánto es?

-$15 por favor.

No puede ser, busco mi dinero en la bolsa derecha de mi pantalón. No hay nada. En la izquierda. Tampoco hay nada, sólo un gran hoyo.

El chico se recarga en su mano y me mira esperando el dinero.

Busco en las bolsas de mi suéter y encuentro sólo una moneda. La saco y la miro, son $10 solamente.

-Si quieres dame lo que tienes- dice mirando el dinero- y lo que falte lo cambiamos por tiempo.

-¿Tiempo?

-Si- sale del mostrador- serían sólo 5 minutos ¿vale?

Tendré que aceptar esa oferta, nunca me ha gustado deber dinero.

-Está bien.

-Muy bien- se acerca a una mesa y jala una silla. Me siento en ella y él se sienta al otro lado, enfrente- ¿qué carrera estás persiguiendo?- dice juntando las manos.

-Físico-Matemático- hago lo mismo con las mías.

-¿enserio?- pregunta sorprendido- es la primera vez que conozco a una chica que quiera estudiar eso.

-A mí me ha llamado la atención desde niña- doy un sorbo a mi café- tú ya no estudias ¿cierto?

Sólo da una ligera risa.

-¿por qué crees eso?- pasa su mano por su cabello- ¿tan grande me veo?

-No- sentía que me comía la pena- sólo que pensé que ya no estudiabas.

Recuerdos OlvidadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora