El ambiente se volvió demasiado tenso apenas escucharon la puerta del baño ser abierta. Ambos dejaron de hablar y posaron los ojos en el hombre. Él caminaba inseguro a la mesa, y cuando tomó asiento Jimin reaccionó de inmediato. Fue en busca de su comida, procuró llenar el plato, pues el hombre se veía que no comía bien. Dejó el plato frente al chico y se sentó a su lado, tomando una pequeña distancia segura. El hombre no probó bocado alguno.
-¿Ocurre algo, chico? -fue capaz de detener su mano, que estaba a punto de posarse en el brazo ajeno que reposaba en la mesa. El hombre notó eso, por lo que quitó el brazo como si la mesa quemara y miró a Jimin, un poco desconcertado y confundido.
-Yo no… -afiló su mirada- pruébala.
-¿Qué cosa?, ¿la comida?
-Mi comida.
Jimin creyó entender que era lo que estaba sucediendo ahí. Por lo que no puedo evitar sentir impotencia ante lo que vivió y lo que lo llevó a desconfiar tanto de todos. Jimin tomó su propia cuchara y tomó cada vegetal disponible en el guiso, luego tragó. Le entregó otra cuchara limpia al hombre con una sonrisa infantil en el rostro. Pero el chico no recibió la cuchara y apartó la mirada.
-Hey, ya lo probé. ¿Por qué no…?
-Está esperando. -habló Hoseok después de mucho. Jimin lució confundido.
-¿Esperando?
-Que el efecto llegue a ti. Las drogas no hacen efecto inmediato. -Hoseok se veía igual de preocupado que Jimin al enterarse de lo que el chico se estaba asegurando.
-Y el veneno. -dijo bajito.
-Creo que ya pasó el tiempo suficiente. -habló Jimin, con más seguridad, pero con tono igual de amable-. Puedes confiar en mí. Yo realmente no le puse nada malo a la comida, chico.
-¿Cómo te llamas? -Hoseok sonrió, apoyando su cabeza en las dos palmas de sus manos, acomodándose. Como si quisiera empezar un interrogatorio discreto.
El hombre miró, pero no respondió, comenzando a comer al darse cuenta que, efectivamente, no llevaba nada malo su almuerzo. Y olía tan bien, que el chico, aunque tuviera algo malo, no podía aguantar mucho. Tenía tanta hambre que su estómago no dejaba de rugir fuertemente. Dio un pequeño bocado, aún así. No se iba a mostrar desesperado frente a esos dos desconocidos.
-No diré mi nombre.
-Pero es necesario… -Jimin suspiró, intentando razonar.
-No es necesario, realmente. -el chico era tan terco como una mula, y Jimin intentaba no perder la paciencia.
-¿Y tu edad? -preguntó a cambio, Hoseok.
-No sé qué fecha es -el chico perdió algo de fuerza en su voz, él se dio cuenta también por lo que aclaró su garganta y dio otro bocado a su comida-. Es decir, si me dijeran a cuánto estamos…
-Noviembre, 2019.
Tales palabras causaron un gran impacto en el hombre, que apretó la cuchara en sus manos con fuerza y comenzó a llorar en silencio.
-¿Tanto? -el hombre, más que preguntarles a ellos, se preguntó a sí mismo. La pregunta no hizo más que preocupar con más intensidad a Jimin y Hoseok.
-¿Cuánto tiempo pasaste ahí encerrado? -le cuestionó Hoseok.
-Casi… casi dos años. -sollozó el hombre. Y Jimin sintió el impulso de abrazarlo con fuerza. Un nudo se estaba formando en la garganta de Jimin.
¿Por tanto tiempo estuvo siendo abusado?, ¿por su padre, o hubo más? Jimin sintió querer vomitar de un momento a otro.
-Es horrible.
Nadie más dijo nada luego del comentario de Hoseok. No había necesidad de cualquier forma. Todos compartían la misma opinión.
El chico intentó tranquilizar su llanto, comiendo el guiso en silencio. Se le estaba dificultando por lo que pidió ir por un vaso de agua, Jimin le enseñó por donde quedaba la cocina y él fue. Se tomó el agua en la cocina de Jimin, apoyando sus manos en el fregadero y contó hasta diez. Sus padres ¿cómo estarían sus padres?, ¿acaso pensarían que estaba muerto? Con tanto tiempo desaparecido, hasta él lo pensaría. Quería estar con ellos, con mamá, papá, su hermano. Nunca creyó haber estado por tanto tiempo siendo abusado. ¿Por qué no fue capaz de haber escapado? No tenía dignidad, tampoco valentía.
Era un jodido cobarde.
Cuando una mano se posó en su hombro, el chico golpeó. No supo dónde, ni a quién, hasta ver a Jimin con ojos grandes y una mano en la mejilla.
-¿Te golpeó? -habló Hoseok, que miraba todo desde la entrada.
-¿Me acabas de golpear?
Se escuchó una pequeña risa intentando ser contenida, y ambos miraron a Hoseok, que huyo de ahí apenas los dos pares de ojos se posaron en él.
-Perdón, yo no quería -intentó hablar demasiado nervioso. Jimin lo hizo callar al sonreírle amablemente. Esa sonrisa tenía cierto efecto en el hombre, supo Jimin de inmediato. No sabía si era un efecto positivo, pero era algo.
-Vine a verte porque demorabas mucho y me preocupé -alzó ambas manos en señal de inocencia-, no quería interrumpir nada, tampoco quería asustarte.
Hubo un silencio, en donde ambos querían decir algo, pero sus palabras estaban atoradas en el nudo de sus gargantas, impidiéndoles el habla. Jimin nervioso por arruinar algo, y el chico con tantas emociones mezcladas que su mente se volvía un caos.
-Necesito volver a casa. -Dijo de pronto el chico.
-¿Dónde vivías? -Claramente Jimin no estaba dejando ir solo al hombre. Si se iba, Jimin iría con él.
-SongHyeon, Daegu.
-Ah, está algo lejos. -Jimin inmediatamente pensó en sus gastos mensuales. Agua, luz, electricidad, internet, arriendo, entre otros. No podría llevarlo en auto por los gastos. Y si iba en transporte público, debería de ir a un hotel.
Él tenía un amigo que vivía por esos lares. Ya no había comunicación entre ellos de todos modos.
Mientras pensaba en una solución, el chico tomaba agua discretamente entre pequeños hipidos.
-¿No podrías esperar hasta fin de mes? Falta casi dos semanas. No es mucho. -Jimin dirigió la mirada al chico, quien no parecía muy convencido. Más bien se veía desconfiado.- Hey, no tenemos nada que perder. No es tan urgente considerando que tus padres deben pensar que ya no estás…
De pronto cayó en cuenta sobre lo que iba a decir y dejó de hablar de manera abrupta, tapando con las dos manos su boca y abriendo considerablemente sus ojos, muy arrepentido. El chico solo apartó la mirada.
-Oye… lo siento, no quería. En verdad.
-Está bien. Yo también supuse lo mismo. -aún así, el hombre se veía devastado.
Luego de eso Jimin fue a buscar otro vaso para servirse agua, al igual que el hombre. El silencio era desagradable y la tensión aumentaba. Él estuvo a punto de irse hasta que el desconocido habló bajito, tanto que Jimin tuvo que volver a preguntar.
-Quiero dormir solo.
Y Jimin captó de inmediato. Esperarían a fin de mes.
-Estás de suerte, tengo una habitación de invitados perfecta para ti. Tendrás toda la privacidad que quieras. Toma esta casa como si fuera la tuya propia, por favor. Si tienes hambre, ganas de tomar un baño o lo que sea, no me pidas permiso, solo hazlo.
-Gracias. -murmuró.
-De nada. -Jimin sonrió, realmente agradecido de que no le pusiera problema alguno. Supuso que entendió que estaba falto de dinero.
Jimin siempre ganaba lo justo y necesario para vivir, pero ese mes tuvo que reparar la puerta trasera izquierda de su auto y quedó sin dinero. No había opción, el hombre estaba débil mental y físicamente, él no lo dejaría solo en esto, no era una persona desalmada. Él entendía qué era correcto y qué no.
Aún así sentía que estaba a punto de arrepentirse. Se estaba metiendo demasiado en este asunto, se repetía que no conocía al hombre de nada. Sin embargo, su mente conectaba ese hecho con que el victimario era su propio padre, y eso, de alguna manera, lo involucraba lo suficiente.
-Tú… ¿realmente me ayudarás? -con la desconfianza marcada en cada palabra, preguntó el chico. Pero Jimin pudo notar algo, cierta esperanza camuflada en sus ojos oscuros.
Jimin dejó de pensar y volvió su mirada al hombre. Iba a responder, no fue lo suficientemente rápido.
-Lo siento, no… olvídalo. -en el momento en que giró sus pies, Jimin reaccionó, más veloz esta vez.
-No. O sea. Sí. -rió como si le causara gracia, cuando en realidad estaba un poco nervioso. Se aclaró la garganta y continuó-. Si no quisiera, no te habría ofrecido mi ayuda desde el principio.
-Puedes arrepentirte, ¿sabes?. -jugó con sus dedos-. No soy tu responsabilidad.
-Lo sé. -pero se siente como si lo fueras.
-¿Entonces?
-La decisión ya está tomada. -Dijo Jimin con firmeza. Fue la última palabra de Jimin, y la primera sonrisa del hombre, una tímida, pero bonita, muy bonita.
-Soy Yoongi.
-¿Ese es tu nombre? -Cuestionó asombrado, fue inesperado. Todo ha sido inesperado, la verdad.
-Min Yoongi, eh, sí. Es mi nombre. -dijo, tal vez arrepintiéndose un poco de decírselo a Jimin.
Jimin, por otro lado, comenzó a repasar ese nombre por su mente, era muy bonito. Tenía un toque masculino y suave. Tal como se veía Yoongi. Hasta que se preguntó…
-¿Qué no Yoongi significa…?
-¿Literalmente? Significa Brillo. -interrumpió-. Aunque en verdad mi nombre completo tiene un significado algo diferente. -Jimin dejó el vaso de agua a penas vacío en el mueble más cercano.
-¿En verdad?, ¿Cuál es?
-Averígualo tú mismo. -sonrió Yoongi, para luego salir de la cocina, Jimin iba a seguirlo, pero luego se quedó quieto, procesando todo.
-Min Yoongi… qué lindo.
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Superhero • Jimsu •
FanficDonde Yoongi es vendido al padre de Jimin y este descubre a su progenitor abusando del chico. Advertencias: -Violaciones -Violencia -Bottom!YoonGi -Top!JiMin -Quizás algunos errores ortográficos xd