parte 1:

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Había una vez, en un país muy muy lejano, o tal vez no, no sé, no conozco tu posición geográfica, un rey que vivía en un castillo con su amada reina. Tal era su amor que tenían mucho sexo, y la reina dio a luz a una niña.

El retoño tenía la piel de un horrible color lechoso que auguraba un severo caso de anemia. Sus cabellos negros como el ocaso no hacían sino resaltar aún más su asqueroso color de piel. Dios que asco.

- vaya puta mierda de hija hemos tenido -suspiró la reina en su último aliento - tu nombre será Blancanieves, porque no mereces un nombre real.

Y la reina murió, probablemente de tuberculosis, y el rey destrozado desposó a una nueva reina, una mujer malvada y muy loca, pero que estaba bien buena, así que no importaba.

La reina tenía severos complejos de inseguridad, y todos los días le preguntaba a su espejo:

-espejito, espejito.

-qué quieres putita

-¿Quién es, de este reino, la más bonita?

-tu culito bien sabrosito.

Y la reina era feliz, y se masturbaba con la aceptación de un objeto inanimado producto de su psique dañada que le daba la aprobación que su esposo impotente no le daba.

Pero los años pasaron, y la joven Blancanieves entró en la flor de la vida. Su repulsivo rostro de niña cadavérica dio lugar a un repulsivo rostro de mujer cadavérica, y sus senos se hincharon como tumores que nunca vieron la luz del sol.

Llegó el infame día en que la reina preguntó a su espejo.

-espejito, espejito.

-que quieres putita.

-¿Quién es, de este reino, la más bonita?

-oh, bueno, no sé cómo decirte esto, pero ya estas bastante baqueteada, y en cambio Blancanieves -contestó el espejo, empañándose - blancanieves está más buena que comer pollo con la mano, lo que por cierto es lo más habitual en nuestro período histórico.

- ¡Espejo enfermo! - La reina estaba colérica- ¡Tiene solo doce años!

-ey no me juzgues, está aceptado en nuestra sociedad actual.

La reina no podía aceptarlo, ¿cómo podía aquella niña, con su asquerosa piel muerta, ser más hermosa que ella? ¿Mencioné que la piel de Blancanieves daba puto asco? Creo que no, bueno su piel era un puto asco.

Ideó, pues, un plan para deshacerse de ella y volver a ser la más hermosa del reino, cuya amplitud geográfica desconocemos, así que supongamos que era una ciudad-estado muy poco poblada. Llamó a un cazador a sus aposentos y le dio una macabra misión:

-Quiero que te lleves a la princesa al bosque, la mates y me traigas su corazón.

Al cazador todo el asunto le pareció muy jodido.

-¿Quiere que secuestre a un miembro de la nobleza, la heredera al trono, me la lleve al bosque atravesando toda la ciudad, la mate y venga hasta acá con una prueba física del crimen?

-Así es, pan comido.

-Sabe, yo solo cazo conejos con soguitas y le tiro piedras a los patos para darle de comer a mis hijos, creo que está haciendo asunciones que resultan muy ofensivas para mi profesión. Estoy seguro que la corte real cuenta con gente más capacitada para esta labor.

-Callate y mata a la puta princesa.

Y partió el cazador a cumplir con la tarea que le fue encomendada. Blancanieves, siendo odiada por todos, no titubeó en partir en busca de aventuras, no sin antes pedir permiso a su padre, el rey.

Blancanieves y los siete violinesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora