Lecciones de vida

Parte 3

Rutina

Desde el nacimiento de un hijo los padres se ven inmersos en un sinfín de tareas a las que poco a poco se van acoplando, el día a día suele ser similar para la mayoría de las familias, o al menos eso es lo que cualquiera se imaginaria.

Por ejemplo, tenemos a dos adultos, ambos rondando poco más allá de los 25, ambos padres solteros, trabajadores y de carácter fuerte; curiosamente, vecinos. Su día bien podría ser similar.

El primer sujeto, Choromatsu, es un hombre prudente, responsable, de valores fuertes, educado, serio; seguramente es un gran ejemplo de padre.

La otra persona, Ichimatsu, pese a ser de la misma edad es opuesto al primero, despreocupado, grosero, impaciente, irracional; ¿Sera un buen padre?

Inicia el día y en ambos hogares suena la alarma para levantarse. Choromatsu despierta sin dificultad y se dirige a la cocina para preparar el desayuno; mientras Ichimatsu arroja por quinta vez en la semana el despertador contra la pared y se cubre el rostro con la cobija.

Choromatsu ya tiene lista la comida y se encamina para despertar a su hija, Todoko no quiere levantarse aun y su padre la deja descansar solo un poco más; Ichimatsu sigue durmiendo.

Choromatsu va nuevamente por su hija y casi entre suplicas logra hacer que esta se levante; Ichimatsu con pesadez se levanta porque ya tiene sobre si a Jyushimatsu diciéndole que tiene hambre.

Choromatsu sólo toma una taza de café mientras termina de alistarse para su trabajo, su hija come tranquilamente; Ichimatsu preparo algo sencillo y se sienta con su hijo a desayunar.

La hora para salir de casa se acerca y la hija de Choromatsu aún no está lista, nuevamente indecisa por lo que debería de vestir; Ichimatsu termino de alistar a su hijo y a sí mismo, ambos salen con calma del departamento.

Ichimatsu llega con Jyushimatsu a la escuela a la par que un auto se estaciona junto a ellos, Choromatsu un tanto apurado baja con Todoko. Los adultos se saludan mientras los niños se toman de la mano para entrar corriendo a la escuela.

Antes de ingresar por completo, los pequeños giran y sacuden sus manos para despedirse de sus padres, quienes regresan el gesto con una leve sonrisa.

Los adultos se van a trabajar.

A la hora de la salida, Choromatsu e Ichimatsu están sin falta frente a la puerta aguardando por sus hijos, en cuanto salen, cada uno se va por su lado a pesar de ir al final a la misma dirección.

Choromatsu lleva a su hija a comer porque tiene trabajo que terminar en casa y no podrá cocinar; Ichimatsu va con su hijo al supermercado porque se percató en la mañana que el refrigerador ya estaba vacío.

Ayudar a los niños con la tarea, que jueguen un poco, bañarse, cepillarse los dientes, ponerse el pijama e irse a dormir. Son las últimas actividades después de la cena que los padres deben cumplir, claro que, en algunos casos unas tareas son más difíciles que otras, como cuando Todoko no quiere hacer la tarea o Jyushimatsu no desea bañarse.

El día a día de los padres no es más que una rutina, pero al menos para estos dos adultos, es una rutina que llena por completo el vacío en su vida.

Choromatsu e Ichimatsu serán opuestos, pero cada uno a su manera es un buen padre.

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