Parte 7

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La enseñanza de Osomatsu – Parte 2

Como cada día me encontraba cansado después del trabajo, pero eso no impediría que fuera por Jyushimatsu a la escuela, ese día lo vi muy sonriente, más de lo normal. Ni siquiera alcancé a preguntarle la razón cuando él ya lo había dicho.

"¡Papá, hoy fue gran día! Tuve un orgasmo"

Me quede sin palabras por un momento, tratando de entender lo que acababa de escuchar, temeroso le pregunte si sabía lo que "esa" palabra significaba y con gran emoción respondió.

"Significa tener una buena idea y hoy en el receso tuve la buena idea de jugar béisbol"

Resultó que la explicación fue una ocurrencia de su maestro, ese sujeto era un gran idiota, pero ya me encargaría al siguiente día de ponerlo en su lugar.

Por la mañana, aunque me costó un poco de trabajo, logre salir más temprano de lo usual, era necesario que tuviese una charla con el gran idiota. Deje a Jyushi en el patio, no quería que viese mí actuar con su maestro; en cuanto cerré la puerta del salón no tarde en gritarle que era un pervertido por hablar de cosas inapropiadas frente a los niños, el maestro pareció confundido para después empezar a reír sin disimulo.

"Debes ser el padre de Jyushi, del que se dice da mucho miedo encarar"

Torcí la boca ante su comentario, ¿Acaso existía ese rumor? Hasta donde recordaba no había lastimado a nadie de la escuela... todavía. Ignore su comentario y continúe reclamándole por sus acciones pero ese sujeto no parecía tener la más mínima vergüenza.

"No sé porque te enojas, ¿Preferías que le dijera lo que realmente significaba?"

Con su absurda pregunta pude sentir mi rostro arder, ¡Era un idiota cínico! No tenía palabras para responderle y ese tipo comenzó a avanzar lentamente hacia mí.

"Qué lindo~ pareces un gatito huraño"

Coloco su mano en mi mejilla y acerco demasiado su rostro, reaccione de la forma más normal, golpe su cabeza y salí corriendo.

Después de ese encuentro me decidí a no tratar con ese sujeto en lo más mínimo. Pero durante los días siguientes me percate de algo extraño, Jyushimatsu repentinamente parecía muy interesado en torno a lo que me gustaba y acostumbraba hacer, nuevamente la causa fue su idiota maestro, no quería dejar que ese tipo continuara con tal burla, razón para volver a verlo antes de clases. Vaya error. No importaba cuanto le insultara, gritara o amenazara, ese maestro sinvergüenza simplemente sonreía y tenía la manía de invadir mi espacio personal, inclusive comenzó a llamarme "gatito" Era un gran idiota... pero extrañamente yo insistía en verlo antes de clases para hablar, creo que el idiota era yo.

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Me encontraba trabajando, o al menos eso intentaba, últimamente mi mente divagaba en pensamientos sin sentido que involucraban al maestro de Jyushimatsu, ¿Por qué ese tipo me molestaba? ¿Qué tipo de juego o broma tenía en mente? No podía concentrarme, tenía unos papeles en mano y no lograba comprender lo que leía, todo era culpa de ese tipo... no, era algo más... de pronto me sentía mareado, no pude sujetar más los papeles y en cambio coloque las manos en mi cabeza intentando así que se detuviera la sensación de estar dando vueltas, mire rápidamente el reloj en la pared, ya casi debía ir por Jyushi a la escuela, no podía dejarlo esperando... sentí mi cuerpo caer y todo a mi alrededor se oscureció.

Al momento en que recobre la conciencia me encontraba recostado en mi habitación, poca era la luz que entraba por la ventana, de pronto la imagen de Jyushimatsu apareció frente a mí y ni pude evitar enderezarme de golpe, sentí un ligero mareo.

"Tranquilo, no hagas movimientos bruscos"

Gire rápidamente a dónde provino la voz; el profesor Osomatsu se acercó con calma hasta mí, traía consigo un vaso de agua. ¿Por qué estaba él en mi casa?

"Tenías muy preocupado a Jyushi"

¿Eh? ¡Jyushimatsu!

Intente levantarme pero él rápidamente dejo el vaso y me sostuvo por los hombros impidiéndome cualquier acción.

"Cálmate, está bien, se encuentra durmiendo"

Mi corazón latía muy aprisa, no estaba seguro si se trataba de la incertidumbre ante lo que estaba ocurriendo, el haber pensado que algo malo le hubiese pasado a mi hijo o el tener tan cerca a ese idiota. Creo que era un poco de todo.

Osomatsu me explico que me desmaye en el trabajo, pero mis compañeros no sabían a quién contactar, después de todo sólo somos Jyushi y yo. El maestro logro de algún modo dar con la dirección de la fábrica, por lo que él fue a recogerme. Ahora todo estaba más claro, había tenido una semana pesada y no estaba alimentándome muy bien, sólo me preocupaba porque mi hijo tuviese alimento, yo no era importante. Tuve una reprimenda con mi respuesta.

Tras aquel incidente el maestro se presentaba ocasionalmente en nuestro departamento, llevaba comida y se aseguraba de que estuviese comiendo, inclusive hubo momentos en que se quedaba a dormir el sinvergüenza.

No podría admitirlo en voz alta, pero me encontraba contento con su presencia, de cierto modo me hacía sentir que nada malo pasaría, me daba la seguridad que alguien más se preocupaba por Jyushimatsu.

Si tan solo respetara mi espacio personal, no tendría que golpearlo tan seguido.

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Gracias por leer n_n

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