⁞Ocho⁞

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C A P Í T U L O 8






Con mi vista clavada en la imagen del exterior que me ofrecía la ventana observé como el suelo dejaba de simular movimiento.

Nos habíamos detenido.

Me recargué en el asiento de la jeep, enderezándome por completo.

Sentí como su mirada estaba clavada en mi perfil pero decidí seguir viendo hacía el frente.

George bajó de la camioneta y yo hice lo mismo al ver que había subido el seguro.

La calle en la que se había estacionado estaba desierta y la oscuridad de la noche la hacía lucir extraña.

Deseaba que el hablara y me explicara que hacíamos aquí pero estaba claro que no lo haría y perdí la paciencia.

― ¿Qué rayos hacemos aquí? ―no me respondió ― ¿Sabes algo? No me interesa que hacemos aquí. Quiero que me lleves a casa ¡Ahora!

Observé como tomaba una bocanada de aire y su pecho se infló.

―Vas a llamar a tu madre y le vas a decir que te quedaras en casa de alguna amiga.

― ¡¿Me estás jodiendo?!

―Jamás me atrevería. Si no lo haces obedeceré tu petición y te llevaré a casa solo para ver cómo te castigan por oler a alcohol y hierba.

―No fume hierba, no lo haría nunca.

―Sé que no lo hiciste pero alguien más si lo hizo y en tu ropa está impregnado el olor, así que tu decide haces lo que te digo o te jodes sola.

Apreté los puños para luego dirigirme al bolsillo de mis jeans y sacar mi iPhone.

Puse mi huella y marqué al celular de mamá.

― ¿Ellianne? ―respondió. No aparté la mirada de George.

―Si mamá quería decirte que la mamá de June pasó por nosotras y me quedaré en su casa.

―Oh, eso es perfecto.

―Vale, entonces mañana llegó a casa.

―Vale, que descansen.

―Igual mamá.

Colgué.

― ¿¡Satisfecho!? ¿Lo estás?

Entremos a casa.

Abrió la puerta del departamento.

Pasé por su lado y entre.

Era un lugar pequeño pero acogedor.

Me quité la chaqueta y la dejé sobre el mueble.

―Voy a preparar la cena ―murmuró en voz neutra.

No le contesté y me limite a ver la hora.

2:07 a.m.

Me dejé caer sobre el sillón, agotada.

No me sentía agotada físicamente sino emocional.

George me hacía sentir atraída en un comienzo y luego desconcertada y segundos después logra hacerme enfadar.

No comprendo que está haciendo.

¿Cuál es su propósito? ¿Por qué fue por mí a la fiesta? ¿Por qué me trajo aquí?

Son demasiadas incógnitas que sé que no va a responder.

Si tanto quería ayudarme pudo haberme dicho que me llevaba a casa de June.

Ella no fue a la fiesta porque no la dejaron porque su mamá saldría de viaje pero pude llamarla para que me diera asilo en su casa.

Ahora la pregunta que no abandona mi mente es sobre cómo estará Gio.

Voy a llamarle para saber cómo está.

Busqué su nombre entre mis contactos y al dar con él, llamé pero no respondió.

―Ven a comer algo ―la voz de George se coló por mis oídos.

Solté un suspiro cargado de estrés y dije:

―No tengo hambre.

―Come algo te sentará bien.

―No quiero.

― ¿Por qué no puedes hacer lo que se te dice? ―inquirió claramente irritado ―Siempre tienes que negarte.

Fingí una risa.

― ¿No hago caso? Que estupidez. Estoy aquí en tu departamento porque tú me trajiste aquí. No te pedí ayuda para que mi mamá no se diera cuenta de que había bebido. En primer lugar ni siquiera quería que fueras a la fiesta.

―Claro que no querías. Hasta el inventaste a tu tía que no quería ir ¿no es cierto? ―dijo en tono molesto.

―Sí lo hice pero después me sentí culpable y le dije a Edmond que te invitara y dijo que ni si quiera le habías abierto la puerta de tu habitación. Así que no me culpes.

Se dio la vuelta dejándome hablando sola.

― ¡Ven aquí estoy hablando contigo!

―Pero yo no.

― ¡Eres un maldito grosero, insensible e idio-!

―Cállate.

Al mismo tiempo que hablaba se giró haciendo que su rostro quedara a milímetros del mío mientras sostenía mis brazos con una mano en cada uno acercaba un poco más cada segundo como si me diera tiempo para meditar lo que estaba pasando.

Nuestros labios se rozaron despacio y después hicieron contacto en un beso profundo y lento, sus manos pasaron a mi cintura.

―Sabes a alcohol ―palabreó sobre mis labios.

―Seguro que sí.

Con mis manos en su cuello tiré de mi cabeza para volver a unir nuestros labios una vez más. 

B R I S AWhere stories live. Discover now