Nos encontrábamos en una cafetería cercana, algunas calles alejadas al departamento, era lo mas lejos que teníamos permitido ir solas. Afuera llovía. Habíamos entrado a la pequeña cafetería esperando que la lluvia parara. Aun no lo había hecho y estaba segura que no lo haría. Ella como siempre, bebía café, uno amargo, el cual jamás era endulzado. Yo tenia un té helado prácticamente intacto, solo lo sostenía en mis manos, manteniéndolas frías, a un punto donde las puntas de mis dedos consiguieron un tono morado. No había mucho que hablar, solo disfrutábamos de nuestra compañía.
Las horas seguían pasando sin que el tiempo tuviese consideración. En algún momento tendríamos que volver y cuando eso pase la atención de Sowon seria dividida para el resto de las chicas. No quería volver porque ella dejaría de verme de esta forma tan profunda, como si no pudiera ver a nadie mas que a mi. Me encanta tener toda su atención, yo soy egoísta.
Era tan tarde ahora, la cafetería estaba cerrando así que tuvimos que salir.
Esperamos afuera a algún taxi que pudiera llevarnos, pero las calles están vacías, supongo que esta vez no había manera de volver en auto. Sowon estaba tan ansiosa por que las opciones se le acababan, ella no quería volver caminando, pero parecía nuestra única opción.
- No podemos quedarnos aquí por siempre, solo volvamos a pie. No te preocupes estaremos bien.
- Supongo que tienes razón - habló con duda, en sus ojos vi su preocupación.
Correríamos al departamento, intentando no ser mojadas por la lluvia. Yo estoy tan inquieta, quería dejar de protegerme de la lluvia, deseaba sentir las gotas golpear mi cuerpo y que mojaran cada una de mis extremidades, pero tenia que ser cuidadosa y suprimir esas ideas, un resfriado seria fatal para mi voz.
Sowon coloco su abrigo sobre mis hombros, trate de quitármelo pero no me lo permitió.
- No quiero que enfermes, lo necesitas mas que yo.
Enlazamos nuestras manos como tantas veces lo habíamos hecho. Sus manos eran cálidas en comparación de las mías. Esperamos solo unos segundos antes de comenzar a correr. Ella es mas veloz de lo que yo era, trataba de seguir su ritmo pero constantemente fui arrastrada por ella.
Cruzamos la entrada del parque, faltaba menos para llegar al departamento. Nuestras ropas mojadas pesaban haciéndonos mas lentas. No había parte de nuestro cuerpo que no estuviera ya mojada, y en lugar de molestarme no podía dejar de sonreír de la dicha que esta situación me daba. Ya no tenía sentido el seguir corriendo si ya estábamos mojadas, era mucho mejor disfrutar la lluvia e ir lento, dando vueltas por ahí. Así que me detuve.
- ¿Que pasa?.
Sowon me miro curiosa. Su largo cabello goteaba y se adhería a su cara, estaba hecha un desastre, pero aun así se veía hermosa, tal vez mas que nunca.
- ¿Bailas conmigo?.
Me miro perpleja y automáticamente aflojo el agarre de nuestras manos. Antes de que ella pudiera decirme las razones por las cuales no debíamos, me acerque mas a ella, y comencé a movernos lentamente.
- Deja de pensar tanto - murmure - estaremos bien - agregué.
Todo el cuerpo de Sowon se relajo, se volvió mas ligero, con eso nuestros movimientos fueron mas delicados. Nos balanceamos lentamente, con nuestros cuerpos enlazados en un abrazo mientras la lluvia seguía cayendo. Yo había cerrado los ojos dejando que Sowon nos guiará al ritmo que ella deseará. Reí cuando me hizo dar una vuelta, ella al fin estaba jugando. Nos deslizamos sobre el agua mas libremente, no habían mas preocupaciones.
Mire a Sowon con una sonrisa juguetona. Aun con la poca luz podía verla perfectamente, me quede hipnotizada ante sus ojos, estos brillaban de ese modo tan único, que me era imposible dejar de verlos. Sowon separo sus labios como si se prepara para hablar, pero no dijo nada, los cerró de nuevo formando una sonrisa. Tal vez era mejor así, sin decirnos nada, simplemente bailando bajo la lluvia.
La lluvia salpicada mientras yo acortaba la distancia, mis labios casi tocando los de ella. Era ridículo que tuviera que pararme de puntas para poder alcanzarla.
-Eunha- suspiro.
Toque sus labios ligeramente antes de juntarlos lentamente. Dejamos de movernos y nos besamos como si ya lo hubiéramos hecho miles de veces antes. Sowon enredo su mano en mi cabello atrayéndome mas cerca y se inclino un poco hacia abajo, haciendo que mis pies tocarán totalmente el suelo. Nos mantuvimos un momento así hasta que ella rompió el beso. Involuntariamente pase mi lengua por mis labios y cerré mis ojos por unos segundos. Pase mis manos frías por su rostro quitando los cabellos de el. Sonreí y ella igual lo hizo.
¿En donde terminaremos?. Nadie lo sabe.
Sus manos buscaron las mías. Entrelazamos nuestros dedos.
¿Cuando la lluvia se detenga, entonces, que debería decir?. No lo se.
Era momento de volver a casa.