El sonido molesto de su celular despertó a Sinb. Ella contestó la llamada sin mirar.
- Uhm - se quejó, aun no estaba totalmente despierta.
- Cariño.
- Ah.
- ¿Estabas durmiendo?
- Algo así - su voz era ronca.
- Te he despertado, lo siento.
- No importa Yuju - giró en la cama, se acomodó para lo que parecía ser una plática larga - Dime, que pasa, ¿porque llamas?
- Tienes que salir.
- ¿Salir? Debes estar jugando ¿Para qué tengo que salir?
- Para ver la luna, se ve tan majestuosa esta noche. Acompáñame a ver la luna - había emoción en su voz.
- Pero hace frío - se quejó Sinb.
- Sólo ponte un abrigo.
Sinb por fin abrió sus ojos, suspiró en señal de rendición, no podía llevarle la contraria a Yuju. En contra de su voluntad salió de la cama y buscó en su maleta algún suéter grande para cubrirse. Caminó por la pequeña habitación hacia el ventanal corredizo. Deslizó la puerta de vidrio dejando correr el aire frio. Gimió por la sensación helada. Se cuestionó de nuevo el por qué salió de su cama.
- Yuju, está congelado afuera - Sinb habló temblando.
- Eso ya lo sé - se burló - Vamos mira al cielo.
Ella miró al cielo como le habían dicho. Sin duda era una visión impresionante, la luna parecía más grande de lo que estaba acostumbrada a ver y brillaba tanto como lo haría un farol.
- ¿Ya la viste? ¿Verdad que ha valido la pena?
- Si Yuju, tienes razón.
Sinb se sentó en el suelo aun mirando hacia arriba.
- No has podido dormir, ¿cierto? - Sinb preguntó ya sabiendo la respuesta.
- ¿Es tan obvio?
- Un poco sí.
Se escuchó un suspiro por parte de Yuju.
- No sé cómo puedes dormir, yo solo no lo consigo si no estás aquí. Volverán los sueños malos.
En el rostro de Sinb se formó una mueca. Ella estaba preocupada por los malos hábitos de Yuju al dormir. Estaba agradecida que por lo menos la parálisis del sueño había parado, aun así, Yuju tenía problemas para dormir a menos que estuviera junto a Sinb. Aunque ella no era la única, Sinb también necesitaba a Yuju para descansar correctamente.
- Bueno ayuda que mi jefe sea un chupa almas.
Yuju soltó una risilla y Sinb sonrió satisfecha.
Hubo silencio entre ellas. Sinb miraba el cielo con una sonrisa en su rostro, ella trato de imaginar a Yuju haciendo exactamente lo mismo. Seguramente estaba sentada en el pequeño balcón de su departamento envuelta en una manta, supuso que Yuju sostenía una taza con té entre sus manos. Ella estaría mirando la luna con sus ojos brillosos, aunque ella seguramente ya no prestaba atención a la vista. Sinb suponía que Yuju estaba absorta en sus propios pensamientos, así que ella esperó. Si estaba en lo correcto, Yuju debía estar frunciendo el ceño dándole un sinfín de vueltas a alguna idea que pronto trataría de compartir.
- La luna. ¿Qué crees que pensaría sobre nosotras?
Sinb ensanchó su sonrisa, debido a que ella estaba en lo cierto. Yuju estaba dejando salir su lado soñador que Sinb tanto extrañaba. Sin dudas es lo que más la tenía enamorada. Yuju era un persona especial, tan pura, curiosa e interesante. Sinb se sentía afortunada.
Ella se tomó su tiempo para responder.
- Que somos muy tontas para salir esta noche tan fría.
Se escuchó la risa de Yuju.
- Tal vez, pero salimos para verla, no crees que eso le agrade. Se ha vuelto especialmente bella esta noche para robar miradas.
- Si esa fuera su intención lo estaría haciendo muy bien - cambió el celular a su otra oreja - ¿Y qué hay de ti?
- Pienso que nos observa, tal vez con una sonrisa. Esta contenta por los enamorados como nosotras, aunque no pueda entendernos del todo. Entiende que es amor, claro, pero no le ve sentido a la forma en que amamos. Pensara que somos unos locos. Para ella tal vez seamos solo unos niños que están aprendiendo, pero, aun así, disfruta el vernos...- Yuju se detuvo, Sinb esperó a que continuase - Me hace pensar en una infinidad de cosas sin sentido. Cualquier otra persona pensaría que estoy loca. Tu eres la única persona a la cual puedo contarle todos mis pensamientos. Me dejas ser, me comprendes y no juzgas. Estoy agradecida por eso.
Sinb escucho atenta mientras mantenía sus ojos cerrados. Era fantástico como la voz de Yuju sonaba tan melodiosa. Sinb se sintió cálida a pesar del frio, y quiso derramar todos sus sentimientos. Por desgracia las palabras no eran lo suyo, no tenia ni idea de como comenzar.
- ¿Fue demasiado? Tal vez solo te esté molestando.
- No Yuju, tu jamás eres una molestia. Todo lo que has dicho es lindo. Me gusta cuando eres tan dulce, cariño - hizo una pausa, todavía sintiéndose tímida por lo siguiente que diría - Yo solo...Tú me hacer ser tan tímida cuando eres así. Y quisiera poder decirte las palabras mas dulces que te hagan sonrojar, como tú lo haces... - Sinb suspiró sintiéndose frustrada consigo misma - Todo esto es mi intento de decir que te amo, realmente lo hago.
Sinb se cubrió el rostro avergonzada. Agradeció que Yuju no pudiera ver su creciente sonrojo.
- También te amo Sinb.
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Esta historia lleva meses como borrador. Ayer apenas decidí releerlo y hacerle algunos ajustes. No se si me gusta, pero aun así lo publiqué porque que sabía que, si no lo hacía ahora, jamás lo haría.