Tan solo dos dias antes de la visita al Museo Arqueologico Nacional que teniamos programada mis compañeros de clase y yo no sabia que estaba predestinado. Ni siquiera habia pensado que semejante cosa pudiera suceder. A los quince años seis meses y cuatro dias nadie cree en eso de que el destino mas que labrarse se aguanta. Todos creemos ser dueños de nuestros actos y ninguno aceptamos lo contrario puesto que a esa edad lo que deseamos es poder tomar nuestras propias decisiones sin interferencias de nadie. A los quince años nos parese que el destino tiene los nombres y apellidos de nuestros progenitores de modo que lo que deseamos es poder dotarlo con los nuestros aunque sean los mismos. Si acepte viajar en compañia de mis compañeros de clase al Museo Arqueologico se debio a que la egiptologia era para mi una obsecion tan grande que en no pocas ocaciones me hacia soñar despierto. Claro que tambien era una forma de buscar experiencias fuera de lo corriente de batallar nuevas aventuras aunque solo tuvieran lugar dentro de mi cabeza. Jamas habia visitado Egipto nunca habia estado en el desierto o visto el rio Nilo pero eso no quitaba para que no hubiera dia que no soñara con Ramses II con Cleopatra o con los tesoros encontradosen la tumba de faraon Tutankamon. Mi padre ademas era un arqueologo asi que veia mi aficion por las civilizaciones antiguas como un reflejo de su vocacion de su profecion.
Andaba esos dias por tanto algo mas inquieto de lo habitual de manera que pasaba las tardes aporreando el piano para distraerme. Tocar el piano era algo que siempre se me habia dado bien al menos eso aseguraba mi madre amante respetuosa de la musica y precursora a la postre de mi aficion. Y si semejante terapia habia resultado en no pocas ocaciones la tarde previa a
mi viaje lo unico que logre fue ejecutar- nunca mejor dicho pues mis dedos se comportan como un peloton de fusilamiento- de manera abominable la pieza que interpretaba.
En este estado me encontraba cuando mi padre << un arqueologo con un sinfin de historias que contar>> segun le gustaba definirse a si mismo me mostro la foyografia de una pareja intentando besarse en plena fiesta de carnaval al menos eso deduse por la indumentaria de ambos: ella iba disfrazada de momia; el de... ¿Salsa de tomate?
- Son mi amigo Andres Patarroyo y la momia de Sothis durante unos carnavales - me aclaro- . Mañana cuando visites la sala de arte egipcio veras un sarcofago vacio. Esto no tendria ninguna importancia si no fuera porque una vez no hace mucho tiempo estuvo ocupado por la momia que aparese en la fotografia una dama de la XVIII dinastía.¡ Ah la sala de arte egipcio del Museo Arqueologico Nacional! ¡ Tambien yo la visite un dia con mis campañeros de clase! ¡ Cuantos buenos recuerdos! De hecho hijo fue aquella primera visita al Museo y la posterior desaparicion de la momia de Sothis lo que desperto mi vocacion por la arqueologia. - Comprendo. La momia no desaprovecho la oportunidad de tomar parte en un baile de mascaras dije convencido de estar siguiendo la broma.
- Mas o menos.
- Y tampoco perdio la oportunidad de ligar con tu amigo añadi.
- Estaba colocada por el. Aunque parece que se estan besando es solo una apariencia. Justo cuando se hizo esta fotografia la relacion entre ambos no pasana por su mejor momento. Lo cuenta todo en este cuaderno ex puso ahora mi padre mostrandome lo que parecia un bloc de notas. En un principio no me llamo la atencion aquel cuaderno me interesaba mas la fotografia puesto que parecia colmar las aspiraciones profesionales de mi padre como si en realidad se tratara de un pergamino egipcio a algo parecido. - El abuelo y el padre de mi amigo descubrieron el sarcofago de Sothis en las profundidades del rio Nilo por lo que se hicieron mundialmente famosos - prosiquio mi padre con sus explicaciones. - ¿ Dentro del rio ? - pregunte ahora sorprendido. - En efecto. Naufragaron cuando pretendian cruzar el rio Nilo a la altura de la ciudad de Luxor la antigua Tebas. Gracias a este accidente dieron de manera fortuita con el sarcofago de Sothis dispuesto en el interior de una susecion de cofres encontrados entre si de ahi que mantuviera su hermetismo. Cada cofre hizo de compartimiento estanco como en un barco. Hace de este descubrimiento mas de cincuenta años. Dieciocho años mas tarde la momia de Sothis desaparecio misteriosamente de la sala de arte egipcio del Museo junto cuando estaba siendo contemplada por mas de una treintena de personas. Dos de estas personas eramos mi amigo Andres Patarrayo y yo.- La robaron a plena luz del dia y delante de vuestras narices? - pregunte sin dar credito a lo que estaba escuchando. - Bueno digamos que la momia desaparesio sin una causa...cientifica eso es. Solo hay que mirar la foto para ver que...
Mi padre volvio a echarle un somero
vistazo a la fotografia le paso un dedo por encima como si de esa forma pudiera descorrer el velo del tiempo y luego añadió
Poco despues desaparecio mi amigo sin dejar rastro... Hasta que cuatro años mas tarde recibí este cuaderno escrito de su puño y letra dando cuenta de los motivos de su desaparición. Como sus padres habían muerto acudí a la policía pero para entonces Andres ya era mayor de edad de de modo que no pudieron ayudarme. El cuaderno ademas solo puede ser comprendido por aquellas personas que conozcocan los misterios que aun hoy esconde la civilización egipcia.
-¿Qué quieres decir?
-Que cualquiera que lea el cuaderno de mi amigo sin tener en cuenta los enigmas de civilización egipcia creerá estar leyendo la cronica de un ... chiflado.
- El rey de los chiflados ese es tu amigo. Siempre sospeché que patarroyo nunca asumiló la fama universal de su parentela de modo que se invento esa historia que cuenta en su cuaderno y se quito de en medio paa crear un halo de misterio en tornoa su figura - intervino mi madre.
- Ahí tienes la prueba. Ni siquiera una persona de mentalidad tan abierta como tu madre logró ver en el relato de mi amigo algo mas que la manisfestacion de un pertirbado.
La boca se me hacía agua mi saliva era el río Nilo desendiendo por mi garganta me estaba ahogando en ese fertil limo que es la curiosidad de modo que saltandome el orden que impone toda discusion civilizada arrebate el cuaderno de las manos de mi padre.
No obstante mi madre se encargo de recordarme que aun no habia hecho el equipaje ni tampoco ordenado mi cuarto por lo que la entrega quedo postergada a la finalizacion de mis labores domesticas. Poco importo la demora. Empaquete y ordene con una eficacia que no paso desapercibida a mis progenitores.
Por ultimo una vez tuve de nuevo el cuaderno entre las manos lleve a cabo una postrera labor de limpieza consistente a barrer a mis padres hasta el pasillo cerre la puerta con llave me tumbe en la cama y comence a leer.