Consejos para conquistar un hombre por Mina Ashido

Consejo 2: Que este pendiente de ti

Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, solo el amor que les tengo.

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Después de pasar semanas practicando el primer consejo, con las miradas extrañadas de sus amigos hacia sus resonantes risas nacidas de la misma nada y un par de visitas al médico; tocaba el turno del siguiente paso. Aunque no era necesario hacer nada, ya que todos en su salón ya se encontraban pendientes de ella por si le agarraba un ataque súbito de risa y donde mas de uno converso sobre su salud mental. La chica no prestó atención a eso, solo a las miradas frecuentes del chico que significaban que su plan había empezado por buen camino.

Se acercó al asiento de Bakugou donde estaba el grupo hablando, y abrazando por el hombro a Kirishima se unió.

—Es cierto —acotó.

Todos la miraron sorprendidos, menos Bakugou que lo hizo con disgusto.

—Exacto —continuó Kaminari con una pequeña sonrisa, a su lado estaba Sero regalando una de aquellas risas que le hacían temblar las piernas.

—¿Acaso sabes de que mierda estamos hablando? —dijo Bakugou.

—Como quieras... —respondió perdida en la risa del pelinegro.

A su lado sintió como Kirishima reía y luego Sero comenzó a ponerla al día con su anterior charla. Mientras hablaba el chico iba cambiando la mirada entre sus amigos, mientras estos agregaban partes a la historia. Pero ella no escuchaba, porque estaba pensando en el consejo y como ponerlo en marcha.

Así que tomó el rostro de Sero y lo dirigió hacia ella, para que le mantenga la mirada. Él entre una mirada extrañada y una pequeña sonrisa, lo acepto sin más. Continuando la charla. Pero cada tanto desviaba la mirada para dirigirla hacia sus amigos, cuando hacia eso Mina se corría para quedar ella frente a su vista.

Por suerte para los tres observantes de la situación toco el timbre.

—Bueno, Ashido —comenzó Sero mientras un leve sonrojo adornaba su rostro— seguimos hablando más tarde.

La chica suspiró resignada, ya que le había gustado cuando sus miradas se encontraban y la persistente de la suya lo hacía desviarla intimidado. Soltó el rostro del contrario y notó unas leves marcas que habían dejado su agarre.

—Lo siento por eso —dijo señalando mientras lo rodeaba para dirigirse a su asiento.

—No es nada —dijo mientras tocaba la marca y le daba esa sonrisa tan única y triangular que tenía.

Ya en su asiento y pensando en la sonrisa dedicada solo a ella, se acercó Aoyama para contarle las novedades. Por alguna razón últimamente se acercaba mucho mas seguido a hablarle.

La rosada giró la mirada hacia el chico de sus sueños para notar que su sonrisa se había borrado y tenía la vista puesta en frente. Aizawa estaba entrando, pero quería que la mirara una vez mas. Tener para si aquella sonrisa tan rara y única, asi que usando nuevamente el primer consejo empezó a reír como desesperada en su asiento. Sorprendiendo a Aoyama que estaba a punto de alejarse y también al resto del salón. Menos uno. Sero no le dedico una mirada, mucho menos una sonrisa. Sino que sus facciones se entristecieron.

—Ashido, ¿estás bien? —preguntó Aizawa.

La chica observo a su sensei y apretó sus puños, ¿Que había pasado para que Sero se entristeciera?. Negó con la cabeza mientras ensombrecía su rostro preocupado. A su respuesta el héroe dio pie al inicio de la clase, mientras que ella por una vez decidió prestar atención. Por esto no pudo notar que un rubio mas brillante que nunca y un pelinegro que podía lanzar cintas, tenían la mirada pendiente en ella.