-Capítulo 3-

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Jungkook llevaba caminando aproximadamente diez minutos sin saber a dónde ir o por dónde volver.

A los lejos observa un gomero gigante, un árbol de cientos y cientos de años, atraído por su belleza y su gran tronco, el chico de cabellos castaños se acercó a el, cada vez que estaba más cerca, la luz comenzaba a crecer, y la iluminación cegaba a los oscuros ojos de Jungkook.

De repente todo se volvió blanco, y Jungkook entro en una especie de túnel a través de los dos mundos, un pequeño flash se hizo presente y al poco tiempo Jungkook ya no estaba en un hermoso y pacífico campo con pastos verdes, él se encontraba en un transitado ¿hospital?

-¿Qué?- susurró y miró a los dos lados, donde la gente corría para todos los lados vestidos con batas, camillas entraba y salían y la gente hablaba preocupada por sus seres queridos que luchaban por su vida.

Jungkook escuchó algunos gritos detrás de él, lo que lo hizo girar y encontrase con cientos de fans, que lloraban y tarareaban pequeñas canciones, él frunció el ceño y volvió a girar su cabeza.

¿Por qué lo habían mandado allí? ¿Qué tenía que ver ese hospital con él? ¿Quienes eran esas chicas?

-Disculpe, me podría decir...- Jungkook se paró frente a una enfermera que venía corriendo, pero se sobresaltó cuando esta lo traspasó, sin rendirse, se acercó a un hombre con barba corta. -Hola, mi nombre es Jeon Jungko...- otra vez fue ignorado. Ahora se acercó al pequeño grupo de fans que se encontraban afuera del hospital, son antes traspasar la puerta, cosa que lo sorprendió, se acercó a las fans. -Hola, ¿me reconocen?- miró una chica que tenía la mirada perdida, Jungkook soltó una pequeña risa. -Okay, ya puedes dejar de fingir.- dijo tratando de agarras un mechón de pelo de aquella chica, pero su intento falló.

Rendido entró nuevamente al hospital, todavía sin adaptarse al choque de su cuerpo al traspasar las puertas.

-Tardaste más de lo que esperaba, pequeño.- escuchó una voz a su lado. Aterrado, pegó un salto y dirigió su mirada aquel hombre, quien estaba vestido con un traje, parecido al que tenía Kyung, la única diferencia era que ese hombre poseía unas hermosas gigantes alas blancas, Jungkook soltó un silenciado "wow", las alas del chico castaño se parecían a las de aquel hombre, sólo que aquellas extrañas alas brillaban más de lo normal.

-¿Quién eres? ¿Qué hago aquí? ¿Me puedes ver? ¿Por qué ellos no?- comenzó a preguntar.

Aquella persona, que exactamente no lo era porque los humanos no tienen alas, soltó una pequeña risa.

-Es cierto lo que dijo Kyung, eres muy curioso.

-Ponte en mi lugar.- pidió. -No todos los días me pasan cosas tan raras. Tengo alas que se arrastran tocando el suelo, mi cuerpo está frío, traspaso a la gente y cualquier objeto, la gente me ignora, hasta el momento sólo he hablado con dos personas. Necesito mi vida pasada- suspiró y tomó aire, como si se hubiera sacado un peso de encima.

-Y también charlatán... Kyung se le olvidó eso. Me presento, soy Jongdae, y soy tu arcángel.- sonrió. Jungkook alzó una ceja desconcentrado.

-¿Mi qué?

-Arcángel, ¿sabes lo que es un fantasma?.- preguntó.

-Si, los que observan a los vivos. ¿Cierto?

-Correcto. ¿Y los ángeles?- cuestionó.

-¿Los que cuidan a los vivos?

-Exacto. Bueno, un arcángel es algo así como los guardianes de los ángeles, pero, también los vigilamos para saber si están haciendo bien las cosas.- le sonrió. Jungkook estaba impresionado, al final de cuentas, no era nada fácil ser un guardián, tenía que aprender nuevos conceptos, estar toda su vida pendiente de una sola persona que hasta el momento no conocía, entre otras cosas.

Bajo Tus Alas - Kookmin adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora