-Capítulo 4-

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-¿Qué piensas al ver esto?- preguntó el arcángel luego de un rato de estar pegado a la ventana de cristal que muestra el cuerpo en coma de Min Yoongi.

-Todo esto es una mierda, ya quisiera despertar.- murmura. -¡Ni siquiera me dejas entrar, maldita sea!- responde gritando.

-Oye, oye, oye. Yo no tengo la culpa que seres con alas no podamos pasar. Ellos son pacientes en coma, que luchan por quedarse o simplemente irse. No podemos interrumpir su momento.- Jungkook apoya su cara al vidrio, sin pasarlo obviamente. Parece que tuviera algo así como una protección contra los seres sobrenaturales, como, aunque no lo quiera admitir, ahora lo era él.

-¿Despertará?- preguntar con algo de esperanza.

-Eso depende de él. No de nosotros. En este momento es algo como un casi ángel... Si se queda seguirá si vida, si se marcha... Será uno de los nuestros.

-¿Uno de los nuestros? ¿Será un guardián?

-O un fantasma. Depende de lo que tenga preparado sus arcángel.

-¿Tú ya me tenías preparado esto?- cuestionó después de alejarse de aquel vidrio.

-Por supuesto, pase noches pensando que era lo que te mostraría aquí abajo antes de ir con tu protegido.

-¿Cuándo lo conoceré?- Jungkook seguía con su vista fija en aquella ventana, no podía creer lo que había pasado de un día al otro, había perdido a sus amigos, su familia, sus fans, sus sueños todo había pasado de formar parte de un pasado que no volvería a ser presente y un futuro que nadie sabe que esperará.

Por eso, es esos momentos él deseaba simplemente poder pasar un tiempo tranquilo, pensando sin compañía, poder estar consigo mismo, pero la compañía de alguien, o el sólo deber de tener que proteger a alguien le daba esa sensación de adrenalina, aventura y poder, que a él tanto le gustaba.

-¿Lo quieres conocer?

-En este momento quiero llorar.- bajó su vista a sus blancas zapatillas, esperando que las lágrimas brotaran de sus ojos, pero eso no pasó. -¿Y ahora no puedo llorar?

-Jungkook... Eres un guardián, tienes que ser fuerte, no puedes mostrar acciones o sensaciones de tristeza o vulnerabilidad.

-¿Entonces no puedo llorar?- Alza una ceja.

-No lo lamento. Bueno, vayámonos de este lugar.- pasa una mano por las alas de Jungkook y comienza a caminar.

-¿Y ahora?

-Sh... Esta es mi parte preferida.- dijo cuando pararon frente a la sala de maternidad. Jungkook miró desconcertado a las miles y miles de cunitas de diferentes colores que había en el enorme salón.

-¿Qué tiene?

-¿Qué tiene? Este es la sala donde ocurre todo, el circulo de la vida, aquí puede empezar... O terminar todo.

-Sigo sin comprender.

-Como los humanos, los seres sobrenaturales también cumplimos un tiempo determinado, luego volvemos otra vez a nuestra forma inicial, la de un humando.- sonríe.

-¿Volveré a ser humano algún día? ¡Podré volver ser Jeon Jugkook!- exclamó contento.

-Mmm no, incorrecto. Cuando volvemos a ser humanos, volvemos siendo los seres más inocentes e inofensivos. Bebés.- señala.

-¿No tengo la esperanza de volver?- preguntó desilusionado.

-Tener o no tener esperanza sólo depende de una persona, y esa persona, eres tú.

Bajo Tus Alas - Kookmin adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora