Cap.12: Aire caliente, mirada fria

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Música clásica, lenta y relajante. Esa es la sensación que da cuando observas a los adolescentes apoyados en la barra tan relajada y despreocupadamente. En cambio, si giras la vista hacia la pista de baile, una multitud de jóvenes bailan tan animadamente como la música que suena. Música tan alta que para mis oídos y para mí resulta incómoda. Aún así intento convencerme de que no está tan mal.

Sam, parece un conejito asustado detrás de mí. Me digo a mi misma que esto es una buena idea, que es para animarla y que nada puede salir mal.

-Vamos. Primero iremos a beber algo y verás como todo esto te encanta.

-Si, seguro....-Se nota que no está para nada convencida de ello, pero no pienso dejar que su negatividad acabe con nuestra noche.

Agarro firmemente su muñeca, y caminamos-bueno...yo camino, ella se arrastra hasta la barra. Me pido un cosmopolitan y me giro a mirar a Sam, que se queda sin palabras ante la interrogante mirada del barman y mía.

-Yo...qui-quiero un....¿chupito de vodka?-la miro sorprendida, eso es muy fuerte para ella y por la cara que pone me doy cuenta que eso ella no lo sabe.

-Dos cosmopolitans, porfavor.- ella es mi responsabilidad, y no voy a permitir que con la primera copa se emborrache y lo pase mal.

Ella me mira con agradececimiento y yo le sonrío comprensiva. Aún recuerdo la primera vez que tomé, era el cumpleaños de una amiga y a la segunda copa yo ya estaba por los suelos. Y no se como apareció de repente mi héroe Nathan a salvarme, como siempre.

Con las copas en la mano, nos dirigimos hacia los sofás del fondo, unos abarotados de gente y otros no tanto. Después de habernos sentado en uno en el que solo había un chico con una morena encima, empezamos a tomar de nuestras copas, y yo intenté hacer que Sam se soltara un poco. Y no es hasta minutos después que me doy cuenta que el chico del sofá es James, el pesado de la clase de francés y además, el que me odia .... mucho.

El también se da cuenta de mi presencia, y mira en mi dirección bastante rato. Yo solo trato de ignorarlo centrandome en mi convensación con Sam.

-Si, claro.-Como siempre cuando no tengo ni idea de lo que me han preguntado afirmo y asiento.

-¿De verdad?,¿Entero?-me pongo a pensar en algo ingenioso rápidamente, entero, entero, que puede ser.

Me rindo, no encuentro respuesta adecuada y me callo, cosa que ella capta enseguida.

- Cazadores de Sombras. El libro que te dí hace ya bastantes días, dijiste que lo leerias.

-Y lo haré, lo haré. Pero bueno Sam, ¿esto me lo tienes que recordar hasta en una fiesta? Se supone que vienes a divertirte, olvídate de libros y bailemos un poco.

Hago un amago de levantarme pero ella me para agarrando mi mano, me vuelve a pegar a ella en el sofá bajo mi mirada interrogante.

-Las copas, tengo que terminarme la mía todavía.-escusas y mas escusas-y tú también.

Después de que la copa empezara a hacer su efecto en Sam, la arrastre conmigo a las pista. Bailamos un rato, bastante rato y por lo visto la copa tuvo más efecto del que esperé, porque Sam bailaba tan animadamente e incluso cantando las últimas palabras de los estribillos que obviamente no se sabía. Después de un rato más, ya estoy cansada y sedienta con ganas de más alcohol, le aviso a Sam que voy a por una copa y ella dicide quedarse bailando, lo que hace el alcohol.

Me dirijo apresuradamente hacia la barra intentando no dejar sola a Sam durante mucho tiempo.

Cuando llego a la barra, me pido otro cosmopolitan y mientras tomo de él, me giro hacia la pista y me relajo después de ver que Sam sigue bailando de lo más cómoda.

Me termino mi copa y al girarme siento como una bebida fría se desparrama por todo mi vestido, y lo peor de todo es que el culpable de ello, a pesar de desprender un aire caliente, tiene una mirada más fría que su propia bebida.

La verdad no se si es que yo atraigo la mala suerte, o son solo malas casualidades, unas muy malas por cierto.

-Joder niña! Mira lo que has hecho, ahora te toca pagarme la bebida -justo delante de mí está con una mirada asesina, el killer, que por cierto es un apodo muy adecuado para él- vamos, a que esperas, tengo prisa.

La cara con la que le miro es la de estar descifrando mentalmente la cadena complementaria a una molécula de ADN en la fase de traducción, con el ARt incluido.- Imbécil, anda vete ya antes de que te haga yo la factura de la tintoneria y te arrepientas- con mis manos en puños valoro todas las posibles reacciones de su parte si le doy una buena bofetada en la cara y elimino un poco de mis malas vibras.

Antes Y Después De TíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora