Antes Y Después De Tí

Cap.8: Je voudrais, me gustaría.

- Je voudrais que tu vendre, non, je voudrais que tu venu, non merde.

Vaya tarde llevo, no he podido resolver ni un maldito ejercicio de francés. En este momento diría que el francés no es lo mío, sino fuera porque yo siempre sacaba sobresaliente en esta asignatura.

Y es que aunque ultimamente no me concentre mucho, hoy ha sido el colmo, venía tan cansada de clase pero ni dormir he podido. Tenía pensado seguir mi rutina de siempre, llegar, comer y dormir. Solo que hoy entre llegar y comer ha habido una excepción, tal vez un error.

Hoy estaba muy sentimental, por lo que se me ocurrió llamar a mi madre para que comiese con nosotros. Pero no predije el desastre que nos esperaba, bueno, puede que en el fondo si lo esperaba pero deseé que por una vez fuese diferente. Y vaya que me equivocaba, el montón de platos y jarrones rotos lo confirman. Me arrepiento de haberla llamado, la quiero, pero su comportamiento es insoportable y doloroso, para mi padre, para mí y para ella misma.

Y es que me da rabia, ella pasa de todo el mundo, no hace caso a nadie y se pasa el día llorando, si, es cierto que ella ha perdido un hijo pero yo también he perdido un hermano, mi mellizo, mi otra mitad pero en cambio, yo tengo que ir a estudiar, tengo que pensar en el futuro, y tengo que obligarme a mi misma a sonreir frente al espejo para almenos  recordar como es una sonrisa y poder fingirla bien.

-Je voudrais que tu viennes, mon petit frère.

Sí, quiero que vengas mi pequeño hermanito, el bebecito del que cuidaba, el hombrecito que me cuidaba...

Bueno, ya he tenido mi ración de tristeza por hoy, necesito hacer algo para distraerme. Busco mi móvil entre tanto desastre y cuando lo encuentro, entro en la aplicación de contactos y aprieto el de Sam.

-Aló?

-Hola Sammy, ¿qué tal?

-Bien y tú?

-Bien, bueno estaba haciendo los deberes pero no me puedo concentrar, necesito despejarme. ¿Salimos?

-¿Ahora?, todavía no he terminado mis deberes.

-Vamos...Solo será un rato.

-¿A dónde vamos?

-¡Bien! Vamos a uhmm....
Pues nose. ¿Dónde quieres ir tú?

-Sino lo sabes tú, menos lo sabré yo.

-No pasa nada, lo decidimos en el camino, preparate que paso por tí en veinte minutos.
 
Como aún sigo vestida con la ropa de esta mañana, lo único que hago es peinarme un poco y retocarme el maquillaje. Sin despedirme de mis padres, que por cierto están muy silenciosos esta tarde, salgo de mi casa dirigiendome a la de Sam. Y justo como le prometí, veinte minutos después estoy delante de su casa. Le mando un mensaje y espero a que baje para irnos.

-Hola, holita.

Sam aparece en la entrada de su casa, vestida como siempre, con chándal.

-Hola, ya estás lista?

Asiente con la cabeza y se acerca a mí. Empezamos a caminar sin decir palabra hasta que ella decide romper el incómodo silencio.

-Kath, ¿pasa algo? Te veo muy pensativa, además, no es muy habitual que me digas de salir.

Su pregunta no me toma por sorpresa, al contrario, la esperaba. Pero aún así no tengo respuesta.

-No lo sé, solo es el estrés de clase...

Levanto la cabeza y veo esa mirada tan habitual en ella, la mirada de “¿con quién piesas que hablas?, a mí no me engañas” por lo que continúo mi frase esta vez intentando ser mas honesta con ella y conmigo misma.

-...Y problemas familiares, también.

Ella pone una mueca de tristeza y me abraza durante unos segundos, y  cuando se aleja ya tiene dibujada una sonrisa en los labios.

-Bueno, se supone que hemos salido para relajarnos así que olvidemos eso y dime a donde vamos.
 
-Al centro comercial, comeremos algo allí y luego iremos a comprar unas cosas que necesitaremos.

-¿Necesitaremos?, ¿Qué cosas son esas? Porque, que yo sepa no necesito nada.

-Ya lo verás.

Le voy indicando que me siga mientras le sonrío inocentemente, en cambio ella lo único que hace es mirarme desconfiada siguiendome con pequeños pasos.