Cap.11: Tu media zanahoria.

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El ojos miel, que me acabo de enterar de que llama Jason, sigue mirandome fijamente y sonriendo, mientras yo sigo fulminandolo como si fuera mi enemigo número uno, cosa que si es cierta.
Él, al notar los rayos X que le mando frunce el ceño extrañado. Maldito imbécil, parece que esperaba una reverencia o algo así, pero lo único que le quisiera es dejarle un ojo morado para que pueda ligar de lo lindo.

Estaba en un estado de shock, otra vez, y no me di cuenta de que había más gente en la sala hasta que al imbécil le cayó un buen golpe en la cabeza.

-¿Qué crees que haces imbécil?, ¿porqué me pegas?--Él se queja y yo siento satisfacción por el merecido golpe que se ha llevado, aunque le esperan muchos, muchísimos y esta vez de parte mía.

-¿Y tú, tonto?, ¿qué tanto mirabas?, Con estas no se mete nadie, ¿recuerdas? Son las asquerosas frikis.

Maldito malnacido, ¿asquerosas frikis? Já.

- Oye, Sam. Este es el hermanastro ese del que me habías hablado?-Empiezo a hablar dirijiendome a Sam, luego me giro a mirar al niñato que tiene por hermanastro- Me dijiste que tenia cara de ratón, pero ahora que lo veo es mas de rata. ¿No crees?

Miedo, enfado, risa. Es obvio que la cara de Sam es la que refleja miedo, en cambio el tal Tyler tiene cara de furia mientras me mira quieto en su sitio pero después oye las risas de sus amigos, cosa que lo hace enfadarse más aún. Se levanta rápidamente, seguro que para tratar de ahorcarme pero antes de siquiera dar un paso, uno de sus amigos, un moreno de ojos verdes lo detiene cogiendole del brazo.

-Calma, hemano. No tienes que ensuciarte las manos con éstas, no vale la pena.

Alé, otro más que me cae mal.

Cojo las bolsas del suelo y agarro del brazo a la paralizada Sam que está a mi lado. Subimos las escaleras hasta llegar a su habitación, y mientras yo me dejo caer en su cama con las bolsas, ella cierra con sigilo la puerta.

-Se puede saber en que mierda pensabas o almenos si pensabas.

-Que dramática eres, por dios Sam- hablo con mi brazo tapando mis ojos-pero si no dije nada.

-Pfff, tu no lo entiendes-Ella se pasa las manos por el pelo varias veces, claramente nerviosa- Claro, luego tu te irás feliz a tu casita y seré yo a quien humillen otra vez.

Aparto mi brazo de mis ojos y me enderezco en la cama mientras la miro de pie, enfrente de mí. Ella sabe perfectamente que nada en mi casa es lo que se dice "feliz", aún así, solo quiero pensar que lo dice porque está muy nerviosa y asustada. Y con razón, es la primera vez que "intercambio palabras" con su hermanastro y ya lo tengo hasta el...¿nariz?

-¿Crees que dejarle meterse contigo es lo mejor?, Pues claro, mejor será para el, porque es un niñato sin cojones, que no seria capaz de nada, si sigues dandole oportunidades para humillarte, pues lo hará.-Los proyectos antibulliyng del cole tenían que servir para algo, ¿no?- Por eso tienes que aprender a cerrarle su boca y no la tuya.

-Fácil será para tí, no para mí. Sabes que estas cosas me cuestan y no creo ser capaz.

-Tengo fe en tí, además, no eres tú contra él, sino nosotras contra él-Las dos sonreimos contentas y nos abrazamos por unos segundos-¿Cómo es posible que siempre acabemos a sí? Hay que acabar con la emoción que vuela en el aire sino queremos empezar a llorar.

-Y...¿qué se supone que hagamos?

-Enserio? 20 bolsas después y sigues sin saber.

-Ah, fiesta, yupi, que guay-sonrío por lo "feliz" que se ve mi amiga- ¿iremos hoy?

-Si, y no nos queda mucho tiempo, así que levantate de una vez.

Nos ponemos a la faena, nos vestimos y nos maquillamos, aunque esta última ha costado más de lo que debería por culpa de la cabezota de Sam. No! Eso es muy exagerado, no, eso es muy llamativo, no, sin maquillaje.

Mi cabeza va a explotar, lo único que me reconforta es nuestro reflejo en el espejo. Valió la pena.

-Estás preciosa, y ese vestido rojo te queda a la perfección-ella se sonroja y sonríe levemente-seguro que esta noche conoces a tu media zanahoria. Jajaja!

-¿Zanahoria? -hace una mueca ofendida aunque una sombra de sonrisa se asoma por su cara-Bueno pues espero que encuentres a tu media castaña.

-Jajaja. Sam, estás increíble, pero tenemos que trabajar en eso de tus pullas.



Antes Y Después De TíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora