Bienvenido a aquellos parajes de ensueño que perdidos en el desierto azotado por los abrasadores rayos de sol pareciera que la vida no existe, mas grata sorpresa os llevareis viajero cuando a medida que avanzas sobre el lomo de tu dromedario encontr...
Hola, muchas gracias a la gente que ha leido, quien dio estrellita al prologo y quienes han puesto en sus listas de lectura el fic c:
Hoy les traigo el primer capitulo dedicado al fandom de YOI aijo, aijo, aijo xDD
Gracias por leer y espero que esta historia sea de su agrado, criticas constructivas siempre son bienvenidas c:
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Paisajes salvajes e inhóspitos, nadie creería que en medio de ese árido desierto florecería la vida lejos de cualquier oasis.
Eran los nómades del desierto quienes acostumbrados a sobrevivir bajo el ardiente sol de oriente se ganaban la vida guiando y cuidando viajeros, en esos parajes donde Ali Baba y sus cuarenta ladrones atacaban sin señalar a cualquiera que osara cruzarse en sus caminos, que se hacía necesario no caminar solos por ese desierto. Considerando también que los peligros de bandidos no eran la única preocupación de los viajeros, había que agregar que el desierto cobraba vida propia y desorientaba hasta al más habilidoso, la única fuente confiable que te podía asegurar una mayor probabilidad de llegar con vida a tu destino eran esos nómadas del norte, gitanos eruditos en leer las estrellas para guiarse.
Este era el escenario de nuestros protagonistas, ambos montando cada uno un camello y cubiertos con una túnica para protegerse de los rayos ultravioletas, seguían fielmente al líder de la caravana. No eran los únicos que contrataban sus servicios, mercaderes, extranjeros, otros músicos, judíos, familias enteras, todos querían ir a la capital del gran Imperio Otomano, lugar donde probarían suerte y buscarían la buena fortuna.
- ¿Estás bien, Yuuri? Se acerca una tormenta de arena – A solo un metro de su compañero, Viktor montaba su camello, muy pendiente de su amor - ¿Quieres beber agua? –
- Estoy bien... solo me molesta la arena – Fingía estar bien, pero en el fondo estaba extremadamente preocupado por la noticia de la tormenta de arena ¿Qué debería hacer? ¿Cómo protegerse? ¿Sobrevivirían? –
- No te asustes mi Yuuri, los nómades dijeron que armaran una base y levantaran una carpa para guarecernos –
Tal como había dicho, los nómades hicieron detener la caravana y rápidamente comenzaron a armar las tiendas de campaña, iban contra el reloj, cada vez el viento soplaba con más fuerza levantando esos molestos granos de arena que hacía llorar a las personas, aunque fuera suave y fina al tacto, cuando se combinaba con el impulso del viento se volvían duros y golpeaban sólidamente la piel de los presentes, solo se salvaban los camello, hábiles mamíferos adaptados a la violencia de la naturaleza desértica.
Gritaban en un idioma que Yuuri no podía entender, pero Viktor si y cuando al girar para mirarle apreció en su rostro el horror, él apenas escuchó los alaridos de terror de los nómades lo entendió a la perfección y Yuuri no tardó en adivinar también que la situación era critica. Siendo testigo de como esos hombres del desierto se movían agiles como gacelas, haciendo el esfuerzo de colocar las maderas para que actuaran como base del resto de la improvisaba construcción, mas el viento destruyó sus esperanzas en un abrir y cerrar de ojos, las telas volaron, las maderas no alcanzaron a enterrarse lo suficientemente profundo y el viento también las impulsó de manera peligrosa, todas las personas rápidamente tuvieron que agacharse y resguardarse para evitar ser golpeados.
