Mi primer día en el instituto 'Angel of the Light' y estoy subiendo las escaleras, ahora mismo tenía clases con alumnos de primero de ciencias, o sea cuarto año. ¡BENDITO DIOS! si me estás escuchando te pido que me ayudes a controlar a esos muchachos. Desde que ingresé a éste edificio las piernas me temblaban y no sé en qué momento llegué a caer. Sí, odiaba estar nervioso porque no podía caminar bien, parecía un robot andante y así cómo caí, me levanté.
¡Qué! Soy un humano y puedo ser torpe a veces, casi de inmediato me puse de pie, me alisé la ropa para quitar cualquier rastro de suciedad, soy una persona impecable y debo verme bien; al levantar mi mirada alcancé a ver a dos muchachos que se estaban riendo por lo bajo pero bastó con lanzarles una de mis tantas miradas asesinas para verlos huir despavoridos.
Al llegar a la puerta del salón de clases ésta se encontraba cerrada, claramente podía oír a los alumnos dentro que gritaban y apuesto que tiraban papeles. No podía quedarme ahí sin hacer nada, con un suspiro hondo, armado de mucho valor empujé la puerta.
-Buenos días, jóvenes- Con una sonrisa amplia saludé luego de ingresar. Tenía que ser amable si quería ganarme su confianza.
Los alumnos al verme tomaron sus respectivos asientos. Bueno, lo hicieron todos menos uno; el único que se había quedado de pie me miraba cómo si yo fuese un adolescente que habían encontrado ingresando a casa de sus padres a las tres de la mañana. Ahí estaba, sentado sobre el pupitre mirándome fijamente con los brazos cruzados.
-Llega tarde- Me dijo éste alumno con una expresión de seriedad. ¿Había llegado tarde? Miré mi reloj de muñeca y sólo me había retrasado cinco minutos, me atrasé porque me caí un par de veces más y estuve practicando el discurso que daría en el aula para caerle bien a todos mis alumnos, esas fueron las razones. Los nervios me jugaron una mala broma.
-Lamento el retraso pero se me presentaron algunos inconvenientes- Le expliqué de manera amable y respetuosa. El alumno reafirmó el cruce de brazos, al parecer no creyó lo que dije ¿Que iba a decirme ahora ese mocoso? ¿Iba a darme un sermón? ¡Eso sería el colmo!
-Pues a la próxima llegue a tiempo, no me gusta que me hagan esperar- El mocoso se atrevió a darme un sermón ¡Insolente! Pero ya me las pagará, yo tengo el poder de sus calificaciones.
¿Qué clase de mocoso hacía eso? Si bien era alto podía verse claramente en su rostro su inexperiencia y su inmadurez, estaba juzgando a alguien sin conocerle siquiera pero esto era parte de mi venganza. Su cabello era de color rojo, también tenía unos increíbles ojos rasgados y su piel era blanca.
Todo el alumnado llevaba puesto un uniforme el cual consistía en un pantalón de gabardina azul marino, el chaleco del mismo color y la camisa que usaban por dentro era de color blanco, cómo complemento llevaban una corbata de color rojo, el uniforme en sí era bonito y elegante para quien supiera llevarlo pero aquel muchacho llevaba la corbata desarreglada y la camisa blanca por fuera, en lugar de un estudiante creía estar parado frente a un delincuente rebelde y no tenía ni la menor duda que se trataba de un muchacho malcriado y caprichoso pero estaba muy equivocado si creía que conmigo podría hacer burla ¡No señor, a mí me tenía que respetar, yo soy el profesor! De lo contrario le voy a lanzar el borrador por la cabeza para que entendiera. Está bien, debo contenerme por el momento, primero porque debo dar una buena impresión y segundo porque no tengo un borrador a la mano.-Bueno, comencemos la clase- Dije con voz serena ignorando por completo cualquier comentario y él pareció notarlo porque el muy insolente estaba sonriendo con malicia mientras se iba a sentar en su lugar. Yo gané.
-Soy Jackson Wang, su nuevo profesor de matemáticas- Tomé una tiza y escribí mi nombre en la pizarra mientras me anunciaba con voz firme y volvía hacia ellos -Hoy comenzaremos con unos ejercicios de trigonometría-
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MI PELIRROJO ACOSADOR
RandomSoy Jackson Wang, el nuevo profesor de matemáticas así que todos me deben respeto; sé matemática, física, incluso química. Un hombre intachable seguidor de la ley, respeto las leyes y la moral así que no soy gay por mucho que aquel mocoso haga para...