Faceta Nueva

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Estoy en el puente
Estoy esperando en la oscuridad
Pensé que estarías aquí hoy
No hay nada más que lluvia
No hay huellas en el piso
Trato de oír pero no hay ruido

¿No hay nadie intentando encontrarme?
¿Nadie me llevará a casa?
Es una maldita noche fría
Estoy intentando descifrar esta vida
¿No me tomarás la mano?
Llévame lejos a un lugar nuevo
No sé quién eres
Pero yo. . . Estoy contigo
Estoy contigo.

Apenas oía el canto de las aves. Había amanecido demasiado rápido para mí gusto y lo peor es que sentía que no había dormido nada. Pese a que ya estaba despierto mantenía los ojos cerrados, no quería abrirlos, quería seguir durmiendo y cómo un niño berrinchudo me tapé de pies a cabeza con la sábana para así doblarme cómo un ovillo.
Hoy era domingo así que deseaba con todas mis fuerzas seguir durmiendo cómo un vago pero al estar en esta nueva posición sentí que en mi cama había una pierna, una pierna que no era mía, que pertenecía a un individuo desconocido y luego caí en cuenta que no estaba en la cama porque las camas son suaves y donde yo estaba se sentía cómo el suelo.

Abrí mis ojos a más no poder y me senté de golpe. ¡Estaba durmiendo en el suelo! ¡¿Pero cómo llegué aquí?!

Miré con horror la figura que dormía plácidamente a mi lado, quien emitía un suave y pequeño ronquido, él también estaba tapado de pies a cabeza. Rápidamente al hacer memoria recordé la noche anterior; me tomé la cabeza con las manos horrorizado por mis actos.

¡Dios ¿Pero qué hice?!

¡Me había pasado con mi pupilo, de veras que me excedí!

¡Ah, pero que me pasó. . . ¿Por qué hice eso?!

Miré la habitación y estaba un verdadero caos, la ropa estaba tirada en todas partes, la cama desordenada, las sábanas y almohadas en el suelo junto a nosotros, tampoco recordaba cómo es que habíamos terminado en el suelo o cuantas veces lo hicimos aquella madrugada.
Tomé mi bóxer que estaba cerca de mí, miré con culpabilidad a Mark que dormía tranquilo, apuesto que le dolía todo el cuerpo. Me coloqué la ropa interior, luego los pantalones, seguido a eso corrí a esconderme al baño cerré la puerta y puse seguro.
Incrédulo me acerqué al lavamanos para lavarme la cara y luego observarme en el espejo.

Tranquilo Jackson, respira. . . Respira.

Me repetía a cada segundo pero no podía parar de pensar en qué tal vez esta vez sí me denunciaban por violar a un menor ¡Por que sí; lo había violado!. . . Aunque si lo pensaba bien, ese mocoso no me detuvo en ningún momento, ahí tengo una defensa ¿O no? No, eso no importa, seguro me meten a la cárcel y entonces tendré que decirle adiós a todos y cada uno de mis sueños. También a Mark. . . Voy a perderlo, debe estar enojado por haber perdido el control de esa manera.

Respiré hondo intentando calmar mis nervios alterados, creo que necesito un té de manzanilla urgente para calmarme.

Abro un poco la puerta del baño y miró por la rendija de la puerta; Mark aún duerme así que puedo salir, es hora de enfrentarme con la realidad, de armarme de valor. Mientras doy un paso hacia adelante las piernas están temblándome de pánico, creo que en cualquier momento voy a sufrir un paro cardíaco y para completar mi susto Mark de la nada se despierta de golpe, me mira soñoliento y yo estoy con el corazón en la boca.

B-buenos días Logro decir en un atado de nervios. Aquel niño me mira extrañado y parece imitar una mueca de dolor.

Buenos días Dice antes de volver a acostarse.

¿Estás bien? Pregunto un poco más calmado.

MI PELIRROJO ACOSADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora