Yo soy todo lo que quieras
Yo soy todo lo que necesitas
Yo estoy dentro de lo que te gustaría ser. Digo las cosas correctas
En el momento justo....
Bueno, no es novedad que mi cumpleaños haya sido un completo desastre, reafirmo. . . ¡Odio Halloween! Ya ha pasado mucho tiempo desde entonces pero es que todavía me acuerdo y me da rabia.
Ni siquiera me dejaron disfrutar de mi regalo de cumpleaños, ya no hay nada que ocultar, soy un maldito pervertido.
Continúo pensando que la vida es una constante patada en las pelotas pero que más me da. . . Desde aquel día mi compañero de habitación antigua, el alto ojos de raya, bueno para nada porque ni de mal ejemplo puede servir; ese amigo ha estado viniendo casi todos los días según para visitarme pero a otro perro con ese hueso, seguro que algo trama, él no es de los que visita por visitar, además anda en amistades con Mark, cada vez que preguntó responde "cosas de la vida", eso. . . Eso no me lo creo y no, no estoy celoso solo sutilmente pero muy sutilmente incómodo con que esos dos se andén juntando. Es decir, que ahora alquel pelirrojo que antes se la pasaba acosándome, sin dejarme vida social ahora ande detrás de mi "querido amigo" no me da razón para estar celoso, claro que no, solo me preocupa que mi alumno ande con malas compañías.Suspiro casando mientras iba entrando a aquella habitación tan conocida para mí. A éste pasó lo más probable es que uno de estos días termine en un hospital psiquiátrico y no estoy exagerando. La cruel y dura realidad: VOY A TERMINAR LOCO.
— Hola, Jackson, tiempo sin verte ¿Cómo has estado?— Me preguntó de forma monótona una mujer frente a mí mientras yo me sentaba en un sofá delante de ella.
—Pues ya caí en el séptimo círculo del infierno, gracias por preguntar— Contesté de forma sarcástica sonriéndole de una manera un poco siniestra.
Bien, si no estoy loco pues ya estoy en camino de volverme un profesional de tal cosa. Ahora me encuentro frente a una psicóloga, su nombre es Clarie, es mi psicóloga desde la adolescencia; cómo a los dieciséis tenía problemas psicológicos, además de que sufrí de ciertos traumas que no logro recordar pero requerían de ayuda así que desde mi adolescencia he venido a este consultorio.
Ella es una mujer bien parecida, creo que tiene cerca de cuarenta años, le tengo mucha confianza así que a menudo vengo para acá cuando creo que esos cables en mi mente no están bien y cómo las cosas no están yendo ni regular en mi vida decidí venir para acá a ver si ella puede ayudarme con mi "problema"—Parece que no estás de muy buen humor— Comentó sin mirarme mientras sacaba esa libreta y empezaba a escribir.
—Vaya, es usted toda una profesional ¿Cómo le hace para saber tanto?— Sí, lo sé, estaba siendo demasiado sarcástico pero no estoy de humor.
—Que te puedo decir Jackson, es mi trabajo no se me escapa nada— Una cosa que detestaba de ella era que también me siguiera el juego y respondiera con el mismo sarcasmo que odiaba.
—¡Ya basta! No estoy de humor—
—Tú empezaste— La mirada que le di fue suficiente para hacerle entender que ya dejara el bendito juego, realmente me estaba cansando. —¿Y bien? ¿A qué debo el honor de tu visita?— Se cruzó de piernas mientras me miraba fijamente.
—Bueno, para empezar conseguí un empleo en un instituto. Ahora soy profesor de física y matemática—
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MI PELIRROJO ACOSADOR
RandomSoy Jackson Wang, el nuevo profesor de matemáticas así que todos me deben respeto; sé matemática, física, incluso química. Un hombre intachable seguidor de la ley, respeto las leyes y la moral así que no soy gay por mucho que aquel mocoso haga para...