Mi demonio y yo [KHR] 2727

Capítulo 1. Angel caído

– ¡Jajajaja! ¿Eres dame-tsuna que puedes hacer? - decía aquel chico que golpeaba a tsuna siendo un año mayor que él.
- ¡Te juro que te mataré maldito idiota! - decía en el piso tratando de protegerse de los golpes que le propinaban los demás
- ¡Jajaja¡ dame-tsuna eres muy gracioso maldito - el chico le dió una fuerte patada en el estómago a Tsuna haciendo que se desmayara por el dolor, no sin antes escuchar unas últimas palabras de su bravucón - eres un dame y siempre lo serás - después cerró sus ojos y se quedó dormido en el callejón donde aquellos chicos lo habían desechado, como si de basura se tratase.
Tsuna abrió sus sus ojos para ver solamente el hermoso atardecer que le propinaba la fusión del sol y la luna, sonrió un poco al ver la vista tan hermosa que se mostraba ante sus ojos.

- Hasta una basura como yo puede ver algo tan magnífico como esto. - se levantó de entre las bolsas de basura, y un dolor insoportable en su costado le impidió levantarse derecho, se acomodó un poco su uniforme y fue directo a su hogar todo el camino se fue encorvado y sosteniendo su costado derecho.
Al llegar su quería madre lo recibió felizmente pero al verlo se preocupó, y debería de preocuparse, Nana sabe de todos los abusos hacia su hijo, incluso han cambiado incontables veces de escuelas pero sigue siendo lo mismo, Tsuna no tiene escapatoria parece que su destino es que el sea infeliz.
Nana se preocupó aún más al ver a su hijo con golpes en toda la cara, sosteniendo su torso con el único  brazo "sano" y sangrando por la nariz, al tratar de hablar escupió sangre, ganándose un leve chillido por parte de su madre. Tomo a Tsuna del brazo y lo llevo al hospital, en todo el camino Tsuna no dijo nada, ni  siquiera se le veía ese brillo en sus ojos miel, los doctores trataron sus heridas, creyeron que Iemitsu lo había hecho, después  de unas cuantas preguntas a Nana, los dejaron salir del hospital, llegando a casa Tsuna fue inmediatamente a su habitación, al final esos malditos le habían roto dos costillas y un brazo le sorprendió que no lo mantuvieran en el hospital y aún más que pudiera moverse pero claro, con un servicio de mierda como ese era preferible quedarse en casa.
Su único consuelo era que no asistiría por un buen tiempo a la escuela, sin embargo lo malo de eso es que tendría que rezar con su madre y eso es lo que más odia, si, mucho más que a todos los bastardos que lo golpean, a pesar de que Nana es muy devota Tsuna no cree en Dios, al principio lo hacía pero con los años se dió cuenta que... Dios no existe.
Ya eran las 10 de la noche y Nana como siempre fue a la habitación de Tsuna a rezar y darle las buenas noches
- No te preocupes Tsu esos chicos se darán cuenta que están haciendo algo malo - abrazo a Tsuna mientras el la veía atentamente - Dios es grande, el cambiará nuestras vidas - sonrió - ahora duerme ¿Si? - le dió un beso en la frente y salió de la habitación
- Tienes razón mamá, ya pronto todo acabará - murmuró, apagó la luz y se dispuso a dormir.

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-oh vamos jefe, déjenos divertimos- dijo un demonio de rango bajo
- solo un poco ¡por favor! - le siguió otro
- es muy aburrido estar en el inframundo mi señor - bufó el más alejado de su amo.

El demonio se estaba cansando por las quejas de sus súbditos, dejándolo notar en su rostro con una mueca de inconformidad y fastidio
- ¡Por un demonio cállense! - su grito resonó por todo el castillo dejando a uno que otro plebeyo muerto de miedo - ¡Si tanto quieren salir del inframundo entonces haganlo malditos vasallos¡ - se levantó de su trono y se fue dejando a una de las 4 legiones de demonios dudando de las palabras de su señor, después de un buen rato decidieron irse abandonando la idea de salir, solo pocos optaron por ir a la tierra a hacer sabe que cosas a los humanos.

- salir del inframundo, no me hagan reír - el pobre Satán se mantenía pensando de un lado a otro en su habitación, tal vez ya era hora de salir al mundo de los mortales y hacer una que otra travesura - no sería mala idea salir  - murmuró
- ¡Amón!~ - se escucho un grito proveniente de la puerta
- Ah, eres tú, ¿Acaso no tienes que ir a sembrar la confusión en algún lado Seth?
- jajaja qué malo eres Amón, y pensar que eres mi amigo - se acercó para darle un golpe en la espalda
- por algo somos considerados demonios estúpido - tocó el lugar donde lo golpeó Seth, había Sido un buen golpe, ese demonio no controla su fuerza.
- tienes razón... Bueno no importa, vengo a ver cómo está mi mejor amigo - dijo con una sonrisa no tan sincera
- como puedes ver estoy perfectamente bien

- eh~ eso no es verdad - dijo con una gran sonrisa acercándose a la ventana
- ¿De que estás hablando?
- hmm~ ¿Amón no estás cansado?
- ¿A qué te refieres? - lo miro desconcertado
- yo estoy aburrido del inframundo, dolor, pena, sufrimiento, arrepentimiento bla bla admitelo, el inframundo se está volviendo monótono así que... - se acercó para pasar su brazo por los hombros de Amón- tengo una idea ¿Qué te parece si vamos al mundo de los mortales? - simuló una pistola con sus dedos y apunto a la cabeza de Amón
- ¿Qué?
- ¿No es una buena idea? Antes nosotros estábamos en el mundo de estos malditos bastardos - apunto a una nube la cual son ambas manos había despejado para dejar ver a los humanos destrozando la naturaleza, odiandose, golpeándose, violadores, asesinos, locos, extorsionadores, humanos siendo... Humanos. Amón solo veía sin hacer ningúna expresión
- Maldito, siempre vienes cuando es necesario - dijo para ver cara a cara al demonio Seth.
- pero olvidas algo muy importante idiota - le dió un golpecito en la nariz - ya no tenemos tanto poder como antes, recuerda que esos malditos creyeron más en el estúpido "Dios" nos debilitamos mucho, en estos momentos estamos recuperando nuestro poder, pero por ahora necesitamos ayuda de esos bastardos humanos.
- Maldición tienes razón - Seth  mantuvo una cara de preocupación al pensar que su viaje al mundo humano no podría realizarse - ¡Ah... Lo tengo! - corrió hacia la ventana y mientras hacía unos movimientos raros, Amón se acercó a él. - ¡listo! - alzó sus brazos de la alegria -  Desafortunadamente los humanos son unos idiotas, algunos invocan demonios, de muy bajo rango, solo vasallos o  almas en pena, solo para ver si somos reales, aquí hay unos cuantos valientes que lo están haciendo, pensando u organizando. - le dijo con una amplia sonrisa
- está bien... ¿Tendré que escoger verdad?
- así es mi señor - sonrió mientras mantenía su cabeza en un arrogante ademán
- hazlo tu primero - volteo a ver a su acompañante desconfiando de su gran sonrisa
- ¿No confías en mí? - poso ambas manos en su pecho y simuló sentirse ofendido
- por algo te dije que lo hicieras tú primero, no me engañas eres un maldito egoísta nunca es bueno eso, te conozco demaciado bien.
- te odio
- no, no lo haces - sonrió.
- agh está bien - se acercó a la ventana - muy bien ya decidí, quiero a ese
- ¿Seguro? No parece buena opción
- soy un demonio, lo malo es lo mío - guiño el ojo
- está bien entonces... -se mantuvo viendo la ventana por unos segundos - listo, ese
- ufff te gustan los retos ¿eh?
- No parece ser un reto - sonrió de lado
- está bien, entonces todo listo... Nos vemos en la tierra Amón - le extendió la mano a su compañero
- nos vemos Seth - estrecho su mano y ambos sonrieron para salir al mismo tiempo de la habitación.

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Hola, he aquí  mi primer cap de la segunda novela(? XD sufrí un poquito ya que también estoy escribiendo la de frededdy :'v ahhh pero bueeee con un amigo estaba hablando de esto y me dió varias ideas para futuros proyectos *-* bueno, gracias a él se me ocurrió otra historia xD tal vez la haga... Tal vez no pero bueeee este sí lo actualizaré cada semana :v otsea.... .... .... Cada sábado xD bueno solo eso ciao ciao Tana se despide Nyahum~~