Capitulo 4. Contrato

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¡Esto es malo Amón! ¿Quién es?
calla, lo sé por eso necesito saber, ¿Si estás de mi lado o no? — ¿Qué es esto? ¿¡Por qué no puedo ver!?
¡C-c-calmate jefe! Sabes que no hablaré, pareciera que no me conoces
son.. dos personas pero...
¿¡Quiénes son ustedes!?
¿Eh? Llegó otra persona
oh doctor, ¿Como sigue Sawada-kun? ¿Esta tercera persona es un doctor?... ¿Doctor?... ¿¡Estoy en un hospital!?
Lo diré de nuevo, ¿Quienes son ustedes? ¡Respondan o llamaré a seguridad para sacarlos de aquí!ahhh maldición que ruidosos son todos, parece que estoy dormido pero estoy despierto idiotas, respeten a los enfermos joder.
jaja no te rías idiota
¿Podemos ir a la cárcel y tú te ríes? Tú sí que no sabes nada del mundo humano
doctor no se preocupe, venimos con el somos como familia — no tengo familia además de iemitsu y Nana maldito mentiroso ¿Quién carajo eres?
¿Que parentesco tienen con el joven sawada? — ¡Ahhh! sería mejor echarlos de la habitación
somos sus mejores amigos — qué buena broma
¿Cuales son sus nombres? — por fin pregunta algo de utilidad
-oni- — ¿Oni?...
¿Qué? — maldición ambos lo escuchamos dijo ¡"Oni"!
¡kuroni! Doctor jajaja ¿La edad le afecta? Jajaja — oh buena esa, tengo que admitirlo
tch malditos mocosos está bien pueden quedarse pero esta muy delicado, no hagan nada que ponga en riesgo su vida — exelente trabajo doctor, pueden ser asesinos maravilloso trabajo al cuidar de los enfermos
claro claro~ no se preocupe, le abro la puerta — oh el segundo es un jodido lame botas
una cosa más, contacten a su madre el hospital le ha llamado pero no responde, háganlo ustedes chicos — parece que es mi día de suerte
jajaja lo haremos doctor, adios~ — ¿Eh?... Se fue... ¿Eh?.. ¿¡Ehh!? Parece que algo dentro de mi... Ahhh q-quema... ¿Qué es esto? Mi pecho arde, duele mucho

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— D-duele....
— claro que duele, por cierto tienes que dejar ese sarcasmo niño por eso eres un renegado en la sociedad~ — un chico de cabellos negros y ojos de igual color se acercaba con una gran sonrisa a la cama donde estaba Tsuna — puede llegar a ser molesto jaja.

Tsuna no sabía que estaba pasando, hace unos momentos no podía emitir sonido alguno o hacer algún movimiento pero ahora estaba como nuevo, pareciera que la herida en su costado no fuera nada más que un ligero corte superficial. Un momento...¿Corte?...

— ¡Ahhhh! — el castaño tomó las sábanas que lo mantenían caliente haciéndolas a un lado para poder examinar con más detalle su abdomen viendo la marca de una gran cortada en la parte de su estómago — al final si lo hizo el maldito — una sonrisa de satisfacción se mostró en su rostro, estremeciendo a ambas personas que seguían en la habitación con el.
— ¡Ahhh mierda, esto duele! — llevo una de sus manos a su pecho y otra a su herida oprimiendo en ambos lugares — ¿Qué es esto? — exclamó viendo cómo su herida se cerraba poco a poco
— oh, eso es algo que puedo hacer, ¿Genial verdad? — sonrió — puedo hacer otras cosas además de eso
— ¿Tú... Tú hiciste esto?
— así es — se posicionó a un lado de Tsuna con una pose triunfante
— ¿C-cómo lo ha-?
— Sawada Tsunayoshi — interrumpió el demonio
—¿Cómo sabes mi nombre?... — dijo un un susurro.
— felicidades, desde el día de hoy viviré contigo «¿Eh?», has hecho un contrato con un demonio: yo — se alejó haciendo una reverencia ante un atónito castaño «rayos no» — tendrás que nombrar me, ya que desde hoy somos prácticamente uno — Amón abrió su playera mostrando tatuajes en su pecho, cuello y brazos — en tu última  voluntad, parte de tu alma deseaba vivir, esa fue la conección  entre tu alma y la mía, permitiendo que mi ser se volviera uno contigo, estamos conectados, por lo tanto hora eres mitad demonio y mitad humano. Como verás estas marcas son la muestra de nuestro contrato ambos  poseemos las marcas — comenzó a explicar Amón, Tsuna al escuchar esto último automáticamente miró su cuerpo reafirmando lo que aquel demonio decía
— oh no no, espero que esto no sea permanente, Nana me matará, no quiero escuchar sus malditas oraciones a Dios por estas... — señaló todo su cuerpo haciendo una mueca al recorrer de nuevo los tatuajes con su mirada — cosas...
— no será necesario, solo son visibles para las personas que tienen poder espiritual, y créeme amigo que tu familia no tiene nada de eso — comenzó a jugar con su cabello
— menos mal... — sus piro aliviado al saber que no recibiría ninguna réplica de Nana — ¿Hey...dices que ahora soy un demonio?... Jajajajaja joder no, que absurdo es esto, vamos los doctores me salvaron la vida — Tsuna comenzó a reír a todo pulmón ignorando las miradas asesinas que le propinaba Amón
— ríe todo lo que quieras sawada pero es verdad, estás condenado a vivir conmigo: un demonio — Amón tomó a Tsuna del cuello haciendo un gran corte al rededor de su garganta.
Tsuna trataba de mantener la sangre que se desbordaba por su garganta dentro de su cuerpo con todas sus fuerzas, esfuerzo inútil ya que estaba muriendo, divisando una sonrisa burlona en el rostro de Amón en sus momentos de agonía.
En unos momentos sintió como su cuerpo se hacía más pesado, y su sangre ya no brotaba de la herida, su conciencia se desvanecía, su vista se nublo, una última inhalación y por su mente un último pensamiento:
«estoy muriendo».

Mi demonio y yo [KHR] 2727 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora