Hora de conocernos...

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El recorrido había sido largo y pesado, _____ se sentía cansada, hambrienta, y sucia, deseaba poder llegar ya a su nueva casa, después de haber perdido el avión y asegurarse de que no había otro vuelo en tres días había tenido que coger tres autobuses para poder llegar, por fin.
No era una mansión, no era una gran casa, pero si un piso reconfortable y acogedor, la verdad, le gustaba, había merecido la pena el viaje en autobús, o mejor dicho los viajes en autobuses.
Soltó las maletas nada más cruzar la puerta de casa, y tras echar un mejor vistazo se dejó caer en el sofá, donde cerró los ojos durante un instante. Mentalmente hizo una lista de lo que necesitaría para su nueva casa, y para si misma, se levantó, y cogiendo la maleta se dirigió a la habitación, donde comenzó a colocar todas sus pertenencias, una vez hubo acabado, se cambió de ropa. Tras ponerse algo cómodo revisó la casa de arriba a bajo, con un pequeño cuaderno en las manos y un bolígrafo, anotando todo lo qué debía comprar.
Una hora después de la revisión se puso las gafas de sol, cogió las llaves de su nuevo descapotable y salió rumbo al supermercado, donde compró todo tipo de comestibles y demás cosas.
Volvió a casa y miro su reloj, tenía dos horas por delante antes de la hora del almuerzo, se recogió el pelo, se puso la ropa de limpieza, sacó todo lo necesario incluido la nueva aspiradora y se puso manos a la obra con su nuevo hogar.

Hora y media más tarde todo estaba perfectamente limpio, recogido y ordenado, había limpiado desde el salón hasta la pequeña terraza, incluidos todos los muebles de cada habitación que al ser nuevos decidió ver su estado.
-¡Perfecto! –dijo mirando a su alrededor- ahora un buen baño y a almorzar.
Tras coger la ropa que se iba a poner después de la ducha, se dirigió al cuarto de baño donde abrió el grifo del agua caliente para que empezara a salir mientras se desvestía.
Se metió bajo el chorro de agua y comenzó a enjabonarse...

«Lo mejor después de un día duro de trabajo es el sexo» se recordaba Oh Sehun a la salida del edificio donde trabajaba.
-Hasta mañana Kris... ¿estás seguro que no te quieres venir conmigo a buscar acompañante?
-Muy seguro Sehun, te recuerdo que tengo chica, y la quiero mucho.
-Bah, ¡tonterías! Un hombre no está echo para una mujer, cada hombre tiene siete mujeres –Kris estalló a carcajadas- Tío no te rías es cierto, no lo digo yo, lo escuché por hay, no se muy bien donde, pero lo escuche. Anda vente.
-Que no Sehun, espero que encuentras alguna que esté bien, ¡suerte!
-Gracias, aunque no la necesitaré, ya sabes todas acuden a mi... Venga ya vente.
-Hasta mañana Sehun.
-Bueno, tú te lo pierdes, disfruta de tu "chica"
Kris volvió a reír.
-Lo haré, no te preocupes.
-Vamos que no te vienes.
-Ya te he dicho que no, hasta mañana, no te acuestes muy tarde, que hay que descansar.
-También hay que hacer ejercicio, y eso es lo que pienso hacer esta noche. ¡Y tú te lo vas a perder!
-Adiós Sehun, me voy ya que quedé con Danielle para almorzar, me debe estar esperando en casa.
-Que no te convenzo. Pues nada otro día será. Adiós
-Hasta mañana... - «este tío no cambia, algún día lo hará» murmuraba Kris en su mente mientras caminaba hacía su coche agitando la cabeza.
«Él enchochao este, nada más habla de su novia, ¡con lo bien que se vive de hembra en hembra...! ¡Ay dios!»
Sehun se montó en su coche y se dirigió al bar donde solía acudir cada viernes después del trabajo, siempre había alguna chica solitaria a quien hacer compañía, y ese viernes pensaba darse el capricho de hacerle compañía a alguien...
Estuvo un rato en el bar, tomando una copa mientras examinaba a las candidatas, para elegir a la posible compañía de ese día. Al final se decantó por una rubia que vio a lo lejos, alta, de largas piernas, buen busto... era la perfecta.
Se acercó a ella, y tras unas palabras bonitas, se estaban montando en su coche para dar una vuelta a la que ella accedió encantada.
Media hora más tarde Sehun estaba subiendo en el ascensor con su compañía, para enseñarle unos cd's muy buenos que tenía, mientras tomaban una copa de vino...
_____ ya estaba impaciente, su nuevo vecino debería haber llegado hace horas, lo tenía ya todo planeado, desde que Cami le contó lo que había pasado, prometió que a Oh Sehun se le acabarían los días de jueguecitos con las mujeres, ella misma se encargaría de eso, ¿y que haría que las mujeres huyeran de los brazos de Sehun? Tras pensarlo un poco llegó a la conclusión de que si él estaba comprometido con una mujer... ninguna otra se le acercaría...
Por fin lo vio salir del ascensor, y no iba solo, una rubia impresionante iba colgada de su brazo, no pudo evitar fijarse en su físico, desprendía sensualidad por donde pasaba, no lo podía negar, pero no era su tipo, desde luego que no...
Sehun se quedó mirando fijamente a la mujer que estaba apoyada en el marco de la puerta que había frente a su casa ¿sería su nueva vecina? Estaba realmente bien... unas preciosas piernas, unos ojos intensos, una boca sensual, y su pelo castaño liso, esa mujer sería dinamita en la cama... lo malo era que lo estaba viendo acompañado de la rubia, a lo mejor eso retrasaría el proceso de poder llevársela a la cama, pero tarde o temprano sentiría ese precioso cuerpo sudando junto al suyo...
Le dedicó una se sus irresistibles sonrisas, y siguió caminando con la rubia al lado hasta que llegó a su puerta, le iba a dar las buenas noches a su nueva vecina cuando algo extraño pasó.
La castaña acababa de lanzarse a sus brazos...

-Oh mi vida, te eché tanto de menos, menos mal que ya pude llegar, y mira, me compré el piso que está en frente del tuyo, se que es pronto para vivir juntos, por eso me compre el piso, ahora estaremos más cerca el uno del otro...
Sehun estaba atónito, ¿Qué le pasaba a esa mujer? ¿estaba loca o que? Seguramente se habría confundido, se habría echado un novio cibernético o algo y se había confundido... La rubia estaba unos pasos más atrás, abrió la boca para indicarle a la muchacha que se debía estar confundiendo, pero ella lo besó y él se estaba dejando llevar, sus labios eran suaves y carnosos, ¿Cuándo había puesto la mano en la cintura de la castaña? La pegó más contra él y profundizó más el beso...
No estaba en sus planes besar al tipo este, pero no le había quedado de otra cuando lo vio que iba a decirle algo, su plan estaba funcionando, la rubia los miraba extrañados, lo malo era que el beso le estaba gustando, debía de reconocer que Oh Sehun besaba realmente bien, ¿era ella la que se estaba frotando contra él...?
De repente se apartó, sin mirarlo giró sobre sus pies y se metió en su casa, dejándolo con la boca abierta y los labios hinchados... aparte de frustrado, la tela de los pantalones no conseguían disimular para nada su estado de excitación.
Sehun gruño, ¿era real lo que le acababa de pasar? ¿de verdad una castaña lo acababa de besar como nadie lo había echo en su vida y momentos después le había dado la espalda como si nada hubiera pasado? Y para colmo la rubia se había ido. Ahora no le quedaba de otra que darse una ducha de agua fría o... o llamar a la puerta de la castaña para acabar lo que ella había empezado.
¿Qué hacer?
Llamar a la puerta.
Pulsó el timbre dos o tres veces, a la cuarta la puerta se abrió, la castaña estaba en albornoz y con el cepillo de dientes metido en la boca, por lo visto a ella también le había afectado el beso...
-¿Si? –preguntó ella con aire de inocente.¬¬
-¿Y? –preguntó él.
-¿Y que? Si me hicieras el favor y me explicaras... por ahora no se leer mentes -Sehun la miró incrédulo, ¿Qué pasa que era amnésica o que?- ¿y bien?
-Me vas a explicar lo que ha pasado hay fuera.
-¿Qué ha pasado? –preguntó ella.
-¿Cómo que qué ha pasado? ¡me besaste!
-¿Y?
-¿Te estás burlando de mi?
-Yo no... ¿y tú te estás burlando de mi Oh Sehun?
-Ah, ¿Qué no ha sido una confusión? ¿no te has confundido de amor ni nada? Sabes perfectamente quien soy... ¿Por qué has hecho eso?
-¿Él que?
-¡Quieres dejar de hacerte la tonta!
-¿Quién?
-¡Me estás volviendo loco! Además ni siquiera se tu nombre...
-Uhmm... y creo que por ahora no lo sabrás.
-La verdad me da igual, yo he venido a terminar algo que tú empezaste  .

-La verdad me da igual, yo he venido a terminar algo que tú empezaste 

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JUGANDO CON FUEGO / OH SEHUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora