#Prólogo

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Cuando Oh Sehun abrió la puerta no pudo evitar fijarse en los increíbles ojos, la sensual boca, y el maravilloso cuerpo de su visitante. Tampoco pudo evitar ver... ¡que estaba loca!

Su nueva vecina, una excitante castaña, lo acusaba de destrozar a su amiga, y juraba que se le acabarían los ligues... ¡ella misma los espantaría!

 ¡ella misma los espantaría!

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JUGANDO CON FUEGO / OH SEHUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora