Ya era la última calada. La primera y última esa noche.
Lo había intentado todo para olvidar, pero nada conseguía mitigar aquella imagen que la hería.
Desde aquel día de luz y polvo su mirada la perseguía. Su sonrisa. Cómo se lamía los labios antes de sonreír. Las arrugas alrededor de la boca.
Un infierno personal que permanecía a fuego en su memoria.Entonces fue cuando empezó a creer en el karma.
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Catarsis Vol. II
PoetryAmad en defensa propia, vivid como si no doliera. ... Este nuevo volumen es un pequeño experimento, algo que llevo haciendo mucho tiempo y que, hasta ahora, no me decidía a publicar. En él pienso desnudar hasta el último centímetro de mi alma, usar...