En vela.

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No puedo creer que después de tanto tiempo me tengas aquí en vela pensando en ti. Otra vez.

Pensé (ingenuamente) que dejándote en una carta bajo llave conseguiría ponerte un punto y final en la boca, pero fue más bien un punto y coma entre mis manos.
En mi historia solo fuiste un halcón buscando a otra de sus presas. Y yo, cegada por la luz al salir de mi cueva y con ganas de volar, dejé que me llevaras a las alturas sin miedo a que me dejaras caer. Y caí. Me destrozaste cada pedazo de mi alma. No puedo creer que me tengas aquí en vela pensando en ti. Otra vez.

Quizá sea la falta de una despedida, de un motivo, de una disculpa, lo que me tenga aquí tan atascada. Quizá simplemente me guste autocompadecerme de noche para poder crecer durante el día.

No lo sé.

Pero juré que no iba a volver a darte un segundo de mi tiempo nunca más, y mírame, me tienes aquí en vela pensando en ti. Otra vez.

Catarsis Vol. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora