Lágrimas

18 3 0
                                    

Me es costumbre
apartar mis lágrimas
con mi mano izquierda,
concretamente
con el dedo gordo.

Un simple gesto
hacia la derecha
hace que mi dedo,
se empape de tí.

Tampoco recuerdo ya
cuantas veces
he pasado por esto
ni cuantas
he bañado
mi dedo,
en tus lagunas.

Y es que,
en verdad,
mi dedo
es un remo
que renueve
tus aguas,
para que
mi barca
siga
en pie.

Lo que no te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora