Capítulo 35

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Santana y Quinn se encontraban desayunando en el hospital, la rubia le contaba sus últimas conversaciones con el padre de la morena

- Entonces te amenazo para que dejes a su hija- dijo tratando de explicar

- Sí- dijo tomando su café

- ¿No entiendo por qué no se lo dices?-

- No me va a creer, tiene a su padre en un pedestal, todo lo malo que le digan, no lo cree-

- Vaya...igual yo le puedo decir- se ofreció

- Gracias, pero ni siquiera quiere hablar con su madre y no quiero decirle nada para que no se enfade conmigo, de alguna manera siento que la estoy cuidando de el-

- Debí fijarme en ti, eres el combo completo- dijo haciendo sonrojar a la rubia

Ronald estaba en su oficina, había llamado a uno de sus hombres

- Esos son los datos de mi hija, quiero que me mantengas informado si sigue viviendo con esa mujer- le señalo una carpeta

- Entendido señor, ¿algo más?- dijo tomando la carpeta que se encontraba sobre el escritorio

- Por el momento es todo- el hombre salió, llamó a su secretaria por teléfono- ¿mi hija ya llego?-

- Sí, acaba de entrar- le contesto su secretaria

- Dile que pase-

Se levantó de su asiento para saludar con un abrazo a su hija

- Bienvenida a mi oficina- dijo un animado Ronald

- Gracias, es muy linda, y la vista es hermosa- dijo acercándose a la ventana

- Tengo algunos lugares con vistas grandiosas, podemos visitar los que más te gusten- dijo entregándole varios folletos

- Gracias pero no es necesario, me gusta donde estoy- no tomo los folletos y siguió mirando por la ventana

- No quiero que estés con ella, es una mala influencia- dijo tratando de contener su enojo, nadie se atrevía a negarle algo

- ¿Mala influencia? Es una excelente y reconocida doctora, sus padres son grandes empresarios, es mi mejor amiga, nadie me conoce mejor que ella, además no le gustan las fiestas, yo la tengo que sacar casi a rastras- dijo mirándolo, Ronald cerró los ojos conteniéndose - no veo la mala influencia- dijo cruzándose de brazos

- Ya lo hablamos, no quiero que estés con ella por...- lo interrumpe el sonido del celular de Rachel

- Hola, sí...vale nos vemos en el departamento, suerte con los pacientes- colgó- me tengo que ir, gracias por quererme ayudar pero no es necesario- se despidió con un beso en la mejilla

Rachel llegó a su departamento, se encontró con Quinn, Santana y Ali cocinando

- Espero que no hayan quemado nada- dijo entrando a la cocina

- Todo está fríamente calculado- dijo Santana moviendo la olla, Rachel miro a Quinn

- Intente detenerlas...- dijo tratando de defenderse

- Claro...hasta que te ofrecimos unas galletas-dijo Ali riendo junto a Santana

- Tu chica es una regalada- ambas soltaron una risa, Quinn estaba sonrojada

- Sí te doy unas galletas...- se acercó a la rubia dejándola acorralada- tus favoritas...te casas conmigo- dijo casi rozando sus labios

Las tres chicas miraban atentas la acción, Quinn desviaba su vista de los ojos a los labios incapaz de hablar. Rachel sonrió de forma malvada, le encanta poner nerviosa a su aún amiga

How long will I love youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora