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Las calles eran transcurridas, aquel tricolor contaba su estado y el animo que tenía actualmente y su acompañante; el azabache, Mokuba, escuchaba atentamente aquel triste relato.

-¿Qué piensas?- habló con timidez y miro con temor a su ex.

Mokuba se encontraba pensativo. Tenía que ayudar de alguna u otra forma a Yugi. Y se le ocurrió una gran idea.

-Sé como puedo ayudarte, ven, sigueme- Mokuba tomo con delicadeza el antebrazo de Yugi y lo guió.

Ambos jóvenes se apartaban más de aquella ciudad, adentrándose más en aquel parque que le pertenecía a su hermano mayor.

Mokuba lo invito a pasear en todos los alrededores, haciendo que el tricolor dejara un poco de pensar en sus problemas amorosos, dejándose llevar por la emoción y diversión que recorría en todo su ser.

Una vez acabado fueron a descansar, Mokuba le invito una bebida a Yugi y algo para apaciguar su hambre.

-¿Y como te sientes?- preguntó Mokuba atrayendo la atención del tricolor, que al parecer bebía sediento su gaseosa.

-Mejor, pero... ¿Por qué me trajiste a Kaibalabd? ¿Qué tiene que ver esto con mi estado?- preguntó confuso Yugi.

-Tranquilo Yugi, en un momento más lo sabrás. Ahora solo quiero que me digas como te sentiste al pasarte esta mañana conmigo- habló alegre, mostrando su blanquecina dentadura.

Yugi sonrió tiernamente.

-Bien, me hiciste olvidar lo que me preocupaba, aunque...- dijo Yugi y paro, bajando la cabeza con cierta melancolía.

-No lo hice del todo, ¿Verdad?- preguntó amable, incitando a Yugi voltearlo a ver.

Yugi miro a Mokuba y volvió a bajar la mirada y asintió con pena.

Mokuba sonrió lascivo, sabia que aquel tricolor ya no lo amaba, pero tenía que dejar en claro los sentimientos de Yugi y ayudarlo en el problema que atormentaba su vida amorosa.

Mokuba tomo el mentón de Yugi y se acerco rápidamente a él plantándole un casto beso cariñoso, aquel en donde solamente sentías cariño hacia esa persona que te demostraba su amor pero en el caso de Mokuba con Yugi, ni era así, solamente era el puro sentimiento de querencia, entre ambos.

Mokuba se separo después de unos segundos, miro a Yugi directamente a los ojos.

-Ahora, ¿Qué sentiste?- preguntó sin dejar de mirar al tricolor.

El brillo en los ojos de Yugi no eran tan brillantes, toco sus labios y dio un suspiró de alivió, él no había sentido el amor de por medio en aquel beso.

-Tu cariño hacia mí, este no tiene el sentimiento de amor...- declaró Yugi bajando un poco su rostro levemente sonrojado y sonrió lleno de alegría.

Mokuba de igual menara sonrió, en verdad quería que aquel bello tricolor fuera feliz.

-¿Por qué no llamas a Yami y pasan lo que resta del día aquí? Así diferencias los sentimientos y aclaras tus dudas- propuso Mokuba y Yugi simplemente asintió.

Esperaron a Yami y enseguida Mokuba se retiró, dejando a ambos tricolores a solas.


















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¡Esto es una kk! (╯°□°)╯︵ ┻━┻ ¡Me largo. Bye.!

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