LAYFRONS

Capítulo 2

Está formada una larga fila para comprar algunos que ya están en una mesa larga de metal que contiene varios bancos para poder comer, algunas risas se extienden en toda la sala formando un eco como un estruendo que zumba en mi oído recorro con la vista cada mesa en busca de Sara quien está en una mesa del fondo cerca de un contenedor de basura repleto junto con algunos compañeros de la escuela aún mayores que yo que aún no conozco

-Por aquí- grita levantando la mano derecha con un movimiento oscilatorio para llamar mi atención

Me dirijo rápidamente para no perderme en la avalancha de alumnos que corren de un lado a otro por mi baja estatura me codean que siento que toda mi cara ágilmente alcanzo salir y llegar a la mesa donde esta Sara

-¿Por qué tardaste tanto?- me dice con una ceja levantada- ten siéntate – me da una charola llena de papas fritas y una hamburguesa chica,

-gracias –digo agarrando una papa de mi charola metiéndola lentamente a mi boca.

-Te presentare- se dirige a un chico rubio de ojos verde esmeralda casi como los de un gato-él es Esteban mi hermano mayor.

-Mucho gusto – extiendo mi mano para saludar un poco temerosa por no saber qué otra cosa decir pero prefiero solo estrechar su mano, trato de fingir una sonrisa pero no resulto tan fácil más bien parecía como mi boca chueca.

-no es muy sociable tu amiga ¿verdad Sara?- dice susurrando pero aun así lo puedo escuchar lo que le dijo sin embargo no le hago caso así que solo tomo papas para comerlas.

-Okey pues comamos para ir a la otra clase – dice Esteban con una sonrisa natural

-está bien pero tú ¿en qué salón tomas clases?- pregunto tratando de no sonar ansiosa por su respuesta realmente es apuesto no sé porque me pongo así.

-mmm en segundo A ¿y tú?-pregunta mirándome a los ojos que hace que mis latidos latan más rápido sintiendo como un infarto siento el calor recorriendo mi cuerpo en particular como mis mejillas se sonrojan al tener toda su atención sobre mi

-mmm este- dudo un momento de confiar información con alguien que apenas conozco su nombre pero trato razonar natural y digo con voz tenue pero no pareciendo débil – en primero F

-que bien con mi hermanita peque – la estrecha entre sus brazos sacudiéndola como muñequita de trapo; me supongo que si tuviera un hermano mayor eso es lo que probablemente me haría

-oye oye suelta me atosigas – con voz como estuviera enojada con este acto de afecto –bueno hermanito me voy ya casi es hora de clase- dice levantando su charola y llevándola al estante de platos sucios donde todos depositan sus cubiertos

Volteo disimulada alzando un movimiento de mano despidiéndome de Esteban mostrándole una sonrisa amplia dejando ver mis dientes; veo que el también hace lo mismo correspondiendo a mi sonrisa

-¿Qué paso ahí?- dice con las manos en la cintura como esperando una respuesta pero solo la jalo de la mano al oír sonar la chicharra para indicar el inicio de otra clase

Corremos las dos apresuradas al salón donde ya no hay nadie saco mi horario de mi mochila y me doy cuenta que nos toca natación; al darme cuenta recogemos nuestras cosas y corremos a todo poder a las albercas siento como el aire en vez de ayudarme a respirar fuera como si quemara por dentro mis pulmones eran ya varios años que no corría tanto que siento que mis pies operan toneladas y un ardor como varias agujas atravesando en ellas penetrando el dolor hasta mis huesos