LAYFRONS

Capítulo 5

Nos dirigimos a la casa pero se viene una lluvia que amenaza que tardara en quitarse.

-oye pa puedes llevar un amigo- veo a Fermín en una banqueta caminando lento pues la lluvia ya traspaso su uniforme, volteo a ver a mi papa con una mirada triste.

-está bien dile que suba-dice con una sonrisa pues siempre ha dicho que los seres humanos somos capaces de ayudar ese es la gran diferencia de los humanos a los animales.

Bajo corriendo la lluvia moja mi cabello trayéndolo hacia mi cara tapando me los ojos cada paso que avanza los charcos se desparraman por el contacto de mis pies; llego hasta donde está parado por lo que veo se sorprende al verme como chilaquil bien mojada, que espero y no me enferme- ven vamos a llevarte a tu casa- digo con una sonrisa y una mirada tímida.

-si vamos, gracias otra vez- me dice dando una sonrisa los dos entramos en el auto de papá mojando los asientos.

-no había llovido así desde ¡no, no puede ser posible!- no entiendo lo que dice pero noto su reocupación.-vamos debo llegar a casa rápido tengo algunas sospechas- dice pisando el acelerador con gran agresividad golpeando la ferocidad todo hacia atrás por suerte tengo cinturón de seguridad – ¿hacia dónde vives hijo?-dice con cierto nerviosismo.

-en la avenida insurgentes- dice agachando la cabeza me acerco poco a poco para tomar su mano presiento que no se siente muy bien que digamos.

-pasa algo- le digo tratando de ser empática y brindarle mi apoyo veo que cambia su mirada hacia la ventana, lo tomo del hombro- te puedo ayudar – pero él no contesta permanece en silencio hasta que llegamos a una casa regular de color naranja.

-gracias señor- baja lento del auto me ve por un segundo poco después se marcha sin decir una palabra cierra con fuerza la puerta.

-¿estás bien Ly?- pregunta mi papa volteando la cabeza a los asientos traseros para verme pero siento un nudo en la garganta y unas ansias incontenibles de llorar amargas lágrimas pero me esfuerzo lo suficiente para no dejarlo salir un sollozo.

-si estoy bien solo tuve un día pesado- digo conteniendo aun mi llanto agachando mi mirada para que escurra una lagrima, no sé porque me siento así como cuando algo estalla en mi interior.

Mi papa va apresurado dando las vueltas de las cuadras brusco cuando por fin llegamos con agilidad estaciona el carro que es de color rojo marrón al salir azota la puerta busca entre sus objetos las llaves para entrar pues mi madre tiene turno hoy en la tarde.

-vamos adentro- le hago caso dejando mi mochila en el sillón de la sala de estar –en un momento regreso tengo que averiguar lo que está pasando, me temo lo peor- dice corriendo a su laboratorio que está en el sótano.

-¿Qué está pasando?-digo demasiado tarde porque ya entro y cerró la puerta detrás de él; me dirijo a tomar un baño para no enfermarme pero no dejo de pensar en lo que aún no se lo que está pasando suena muy preocupado que puede tener tan preocupado a mi papá

Salgo de bañarme me pongo un pans de color azul cielo que me mantiene calientita para no resfrié pues siempre me ha dicho mi papá que soy especial en cuestión de la salud.

-puedo pasar- dice tocando la puerta de madera pintada de color blanco con flores rosas de cerezo suena con gran urgencia.

-claro pasa- digo abriendo la puerta dejando lo pasar entra muy rápido como si buscara algo trae en las manos un bonche de hojas con anotaciones que no entiendo; saca debajo de mi cama una maleta de cuándo vamos de viaje- que sucede ¿Por qué no me dices nada? – le digo con gran insistencia.

-mete ropa solo lo necesario- me dice dejando la maleta encima de la cama –regreso voy por dinero a la caja fuerte-sale corriendo del cuarto por lo que acato sus indicaciones.

Poco después que he metido la ropa llega con una bolsa de mano con dinero y una pistola que se asoma debajo de su saco.

-mírame a los ojos- dice colocándome en la cama para sentarme él se inca para poderme ver bien – al mejor no entenderás pero estos papeles son muy importantes son la cura del experimento FX12 que en este momento se está regando en el ambiente se tenía en cuarentena la persona que empezó con sangrados indetenibles por lo que mueren creado como arma biológica para deshacerse de toda la sangre mestiza, la raza negra y su combinación con lo sangre pura-pienso y trato de asimilar la situación por lo que me hace sentir nerviosa.

-¿Qué es lo que tengo que hacer? – digo con un nudo en la garganta y un movimiento en mi pierna que se mueve con un tenue vibración un viejo tic cuando estoy nerviosa.

-tienes que ir a la ciudad de Nuevo León ahí hay un conjunto de colegas en un sótano creado por mí por lo que la contraseña es tu fecha de nacimiento y entregaras los papeles que te confió- me dice muy rápido que apenas entiendo lo que dice.

-entendido- digo como si fuera un militar en una misión de vida o muerte.

-vámonos ya está listo el auto – me dice y nos dirigimos a la puerta cuando vemos que un tanque de guerra se dirige hacia acá – vete corre vete por la puerta trasera –dice sacando el arma debajo de su saco.

Salgo corriendo escucho los gritos de mi padre y la voz de mi madre gritando y llorando reconozco el tono de su voz es ella quiero regresar pero debo seguir

- ¿Dónde está?- dice una voz que ya había escuchado; Ricardo dice mi instinto

- ¡no te voy a decir Ricardo ¡- eso corroboro mi hipótesis

Después se escucha un disparo y todo se queda en silencio.

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