Capítulo 6

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Corro alejándome de casa, todo está oscuro la luz sea a ido. Sigo corriendo sin saber a qué dirección ir, no sé qué hacer, conforme voy avanzando encuentro cuerpos desplomados en el suelo con charcos de sangre bajo sus cuerpos, no hay nadie por la calle, como si todos se hubieran marchado. Me dirijo a loa casa de Fermín, es lo único que se me ocurre.

La puerta está abierta, en el fondo del silencio se escucha un leve sollozo,- hay alguien aquí, Fermín ¿eres tú?- avanzo lentamente donde se dirige la fuente de sonidos.

-Mi madre- dice con un nudo en la garganta evidente, la está sosteniendo en sus brazos, él está manchado de sangre en su cara y ropa – ella ha muerto se desangro sin razón-

-Déjame ver – me dirijo a ella, tomo su muñeca para tomar el pulso, no hay rastro ninguno de que este viva – lo siento Fermin, ella está muerta- le doy un apretón en los hombros las lágrimas escurren por mi cara, yo también he perdido a mis padres apenas soy consciente de eso, las dudas de lo último que dijo mi padre azotan mi cabeza.

Nos levantamos, la colocamos en una alfombra, trato de consolar a Fermin pero es inútil no dejo de llorar al igual que él ambos perdimos algo valioso el día de hoy. Bajo la mochila con lo que me dio mi padre, busco una linterna en la casa, abro cada cajón; encuentro una foto que me llama la atención, es la familia de Fermin, reconozco a su madre y a él pero hay alguien más de piel negra a su lado con risos y sonrisa blanca. La tomo y se la enseño a Fermin

-Oye quien es èl- le digo dándole la foto, èl la analiza ensancha los ojos como si no quisiera decirme- èl es mi padre

-Ah- reconosco el uniforme en primera instancia el era un militar-¿Qué paso con el?

- el murió en un viaje- su piel palidece como si hubiera visto un fantasma, su sonrisa cae en un gesto de dolor y resignación.

-oh, perdón lo lamento- toco su hombro en señal de que realmente lo siento- no debí de haber preguntado-

-no te disculpes, simplemente ya lo he asimilado- me dice sonriéndome con la mirada más sincera de su alma

-no importa, ¿Qué ha pasado allá fuera?- señalando a la entrada, por las calles

-no lo sé ¿Qué hay?- me dice juntando las cejas muy horrorizado

Hay gente muerta por las calles cuando salimos, una muerte masiva, un escalofrió se siente desde la espina dorsal, un penetrante olor a sangre y a humedad se extiende por el amanecer cruel.

-¿Qué ha pasado aquí?- dice con cara de horror, su piel más pálida de lo normal me hace pensar que se desmayara me toma de los hombros dando un ligero apretón y sacudida- debemos irnos ¡ahora!

LAYFRONSWhere stories live. Discover now