Capitulo 1 - El primer año de secundaria

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Cuando tu mejor amiga termina siendo la causante de tu primera gran decepción amorosa todo cambia, no vuelves a confiar. En nadie.

Si contara todas las mejores amigas que he tenido en mis cortos 16 años no acabo, cuando estas en el kínder piensas que tu mejor amiga es la que está contigo en el recreo, cuando estas en la primaria todas parecen ser tus mejores amigas. Pero conforme vas creciendo te das cuenta que tu mejor amiga es la que está contigo apoyándote, escuchando tus dramas, aguantándote en tus problemas hormonales cuando ni tú te soportas. Conforme creces lo entiendes y empiezas a ser selectiva con tus amistades y cuidadosa con a quien llamas mejor amiga.

Todo comienza en el 2013, entre a primero de secundaria, un poco nerviosa, grandes expectativas y una mochila que pesaba más que yo misma, mi mama me había dicho que no llevara todos los libros, pero yo segura de que sabía todo de la vida y sobre todo de que usaríamos todos los libros eche hasta al perro.

Tenía la suerte de estar en el salón con 3 de mis ''amigos'' de la primaria, supongo que pensaba que seriamos amigos hasta la facultad o algo por el estilo, en fin, me encontraba en una fila algo improvisada esperando alguna indicación, empezaron con una clase ceremonia que incluía 20 mil cantos a todo, a la bandera, a México, hasta para la secundaria había y yo seguía con mis 50 kilos de libros.

Siempre he sido de estatura muy baja, la primera en la fila, delgada, toda una hormiguita y cargar con 50 kilos en mis hombros no era muy fácil, conforme pasaban los diferentes y extraños cantos me comenzaba a marear, le dije a mi amiga Elina que bajaría la mochila que la cuidara, frote mis hombros intentando disminuir el dolor y sin darme cuenta estaba frente al piso vomitando.

Sin saber lo que ocurría me dirigí a los baños, agradezco no haberme perdido, me lave la boca y una señora entro al baño preguntándome si estaba bien, le dije que sí y aseguro que eran los nervios, intente negarlo, pero decir que mi mochila de 50 kilos era la culpable me parecía más humillante que decir que estaba nerviosa por la gran etapa de mi vida que empezaba.

Regrese a la fila, tome mis 50 kilos y comenzamos a subir a los salones correspondientes, me senté en un lugar justo en medio, poniendo en práctica la filosofía que acababa de inventar la noche anterior. ''Adelante no porque se sientan los mataditos, atrás tampoco porque se sientan los burros, en medio es la solución''.

Una chica de pelo entre chino y complicado entro después de mí y yo sintiéndome tan inteligente compartí mi filosofía con ella haciéndose que se sentara detrás de mí, su nombre era Amelia. Era obviamente más alta que yo y muy delgada, tenía una linda sonrisa y parecía amigable.

Estuve escuchando a maestros presentarse, me hice amiga de Amelia y junto con ella y Elina pasé  tiempo y recesos.

Después de algunas semanas a alguna maestra que ahora me es indiferente su nombre y la materia que daba decidió acomodarnos por número de lista, siempre he sido de las primeras al apeidarme Becket, resulta que terminé  delante de una chica que parecía también muy amable y buena, su nombre era Katherine Bacardí, desde que la vi algo en mi me hacía creer que seriamos buenas amigas y que era alguien de mucha confianza, sexto sentido o algo así.

Pasaban los días, semanas, meses y Katherine y yo éramos muy buenas amigas, junto con Elina y Amelia, siguió el año y se unió a nosotras Alinda. Alinda sin darme cuenta se convirtió en mi mejor amiga, en todos lados la mencionaba, a todos lados iba con ella, (hasta donde una niña de 12 años puede ir) éramos inseparables.

Me iba bien en la escuela, estaba en el cuadro de honor cada bimestre y tenía buenas amigas, me llevaba muy bien con la mayoría de maestros, todo estaba muy bien, hasta ahora la frase de ''la adolescencia es la mejor etapa de la vida'' se estaba cumpliendo.

Junto con mis inseparables amigas había un grupo de niños/chicos, lo que sea que sean a esa edad los hombres, en ese grupo solo recuerdo a 2, son los únicos significativos en mi vida, Aaron y su amigo Keenan. Aaron lo era todo para mí, era perfecto. Era guapo, (tanto como lo puede ser un puberto con 3 pelitos de bigote que además es narizón) era atento, amigable, buena persona y con un excelente gusto musical al cual aprender, no era necesario admitir mi gran amor, era evidente.

Conforme seguía pasando los meses más me gustaba, mejor me iba en la escuela y más unida era a mis amigas, no había problema alguno.

Hubo una tarea de español que nunca olvidare, teníamos que hacer una obra de teatro en el salón y yo me sentía realiza al haber querido siempre ser actriz y el poder mostrar mi talento inexistente al mundo me parecía la cosa más excitante de la vida.

Conforme mi grupo de amigas y de amigos del cual sigo recordando solo a dos, hice mi equipo de trabajo en el que yo obviamente hice todo o en caso contario quedaría arruinado. Escribí la obra, le di los papeles a cada uno y nos reunimos en la casa de alguien ensayamos como una semana y esa semana me basto para ''amar'' tanto como puede una niña de 12 años a Aaron, Katherine estaba más que enterada de eso y solo me animaba a seguirlo queriendo, al igual que Alinda.

Siguió transcurriendo el año y un día en la mañana mientras caminaba por toda la secundaria con Katherine me conto que tenía un primo que se llamaba Landro, que era muy guapo y lo había besado, no entendía la gravedad de la situación, ninguna de las dos lo hacíamos, solo estábamos extasiadas al saber que su primo guapo tenía un interés amoroso hacia su prima y lo divertido que sonaba. Nunca volvimos a hablar de eso.

Paso navidad, pasaron los meses y mi primer año acabo, el segundo no fue mejor.

Mi verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora