×Capítulo 12×

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Ya era martes y me podían las ansias por salir ya de aquí. Mi aburrimiento era tan grande que me puse a hacer pases de modelos y fotos posando a eso de las 4:27am. Terminé y ya no tenía que más hacer.

-¡Agh! Me aburro-Patalee hablando sola en la cama.

Afuera escuché un ruido, de repente el miedo y la curiosidad me invadieron.
¿Qué haría un lobo del centro aquí?
El sonido cada vez era más fuerte y cercano, permanecí quieta y sin hacer ningún tipo de ruido que me pudiese delatar, después de unos segundos volvió a volverse lejano.
¿Qué ha sido eso? ¿Se habrá ido ya? ¿Era un lobo callejero es busca de carne? Preguntas rondaban mi cabeza sin respuesta alguna. Quería investigar y ver que era, me aburría demasiado y estaba insegura de lo que pudiese ser pero seguro me regañarian. A los 5 minutos ya no se escuchó nada así que creí que era más seguro salir. Abrí la puerta con los sensores activados, dudo que sea un lobo de raza porque primero no estaría aquí y segundo olería que soy más poderosa que él. Los pasillos estaban vacíos y obscuros, se podía ver lo más mínimo, daba miedo la verdad. Todas las puertas estaban cerradas con llave por lo que pude ver, menos la principal para que los alumnos una vez transformados en humanos volvieran.
Se escucharon unos pasos y miré hacia atrás instantáneamente, pero me equivoqué, noté un aliento fuerte chocar contra mi parte derecha de la cabeza seguido de un gruñido no demasiado amistoso. Con cuidado y temblando giré mi cara hasta estar casi enfrente de el por su cercanía, intenté no sorprenderme mucho. No era ninguno de los alumnos porque me reconocerían al instante y no era un lobo de raza porque me habría olido ya y se hubiese ido, era un lobo callejero. Sus ojos eran un rojo intenso como la sangre, intenté moverme o gritar pero por alguna razón mi cuerpo no hacía nada, solo quedarse ahí parado perplejamente. ¿Por qué habré salido? Soy tan estúpida. Solo podía pensar en mi abuela, los chicos, Hoseok, todos me lo advirtieron y yo no les hice caso ninguno. La única opción era transformarme pero mi cuerpo hoy tenía ganas de desobedecerme. El lobo se iba acercando más a mi, era muy grande, mi cabeza cabría perfectamente en su boca. Cerré los ojos esperándome lo peor, pero no llegó nunca. Noté un fuerte empujón hacía atrás y me caí al suelo de espaldas con los ojos cerrados aún pero mucho más apretados. Escuché un aullido fuerte, ¿Este lobo estaba llamando a sus amigos para compartir festín? Abrí los ojos lentamente, ahora había dos lobos, al parecer estaban encarados y se miraban con furia, parece que se iban a pelear, salía baba y espuma de sus bocas y gruñían con fuerza con sus hocicos arrugados. De repente aparecieron seis más por la puerta, el lobo que estaba encarado a mi lado frente al que minutos antes me iba a comer me miró con furia y hico una señal con su cabeza a los demás para que se llevaran a ese lobo. Cuando se fueron el lobo que me había salvado se volteó hacía mí, era de un castaño medio claro, unos ojos que aunque me miraban furioso se veían amables y tenía un lunar encima del labio...

-¿Hoseok?-Agachó su cabeza-Siento haber salido y poner todo en riesgo, pero es que me aburría tanto y escuché ruidos y-y...

El se tumbó y me hico una señal para que me montara encima, lo hice y me llevó hasta mi habitación, entramos los dos, me senté en la cama y se puso frente a mi con una mirada preocupada.
Le abracé por el cuello.

-Tranquilo, no me pasó nada, estoy bien-Dije a punto de llorar y entre sollozos-Debes estar completamente enamorado para hacer todo eso, eh-Reí, mis lágrimas se fundían en su suave pelo-Siento haber salido de verdad, a veces puedo ser testaruda, por favor quedate conmigo hasta que pase la luna llena.

Lo miré sonriente y aceptó con la cabeza.

-¡Yey!-Le volví a abrazar-Oye hueles fatal, ¿Qué has hecho? Ven te voy a dar un baño.

Así pasamos el último día, juntos. Se pasó más rápido y por fin mañana todo volvería a la normalidad.
La última noche se durmió conmigo en la cama, yo lo abrazaba y el hacía un intento de abrazarme también.
Sonó el despertador para volver a dar comienzo a las clases, miré a hoseok, parecía un ángel durmiendo, ya se había transformado en humano, aproveché y le saqué una foto, no podía resistirme. Me destape para levantarme de la cama, pero como me arrepiento.

-H-Hoseok, tú estás... Desnudo.

Abrió los ojos lentamente, me miró y sonrió, yo solo tenía una mueca en la cara indescriptible, miró hacia abajo y se tapó corriendo.

-Lo siento muchísimo, yo no...

-Ve a ducharte, dime cual es el número de tu habitación y iré a por ropa para ti.

-‎Esto... Eh, la 316, no está muy lejos de aquí, llama, Rapmon te abrirá-Asentí y me levanté-¿Ya no me dejas que te lama? Cuando era un lobo...-Dijo en tono pervertido, le interrumpí.

-‎Me voy ahora.

Seguro iba por el pasillo completamente sonrojada.
Llegué a la habitación y llamé, el abrió segundos después.

-¡June! ¿Estás bien? Nos tenías muy preocupados-Me abrazó.

-‎Sí tranquilo, no a pasado nada grave gracias a vosotros.

-‎Estamos molestos contigo, te dijimos que no salieras dios, que te hubiese pasado si no...

-‎Ya, ya, tranquilo, todo está bien ahora-Le tranquilizaba mientras lo acariciaba-‎Venía a por ropa para Hoseok.

-‎Ah si, debe estar desnudo ahora mismo-Rió.

-‎Si, si que lo está.

-‎Toma ten, que se aguante con esto hoy-Me entregó la ropa.

-‎Vale, gracias-Le abracé de nuevo-Luegos nos vemos.

-‎Si, hasta luego.

Cuando llegué Hoseok ya se había duchado y estaba todo empapado en mi habitación solo con una toalla rodeando su cintura. Me puse roja de nuevo.

-Ponte esto-Se lo di sin mirarle. Rió.
Puso sus manos alrededor de mi cara y me giró para que lo mirase, estaba tan guapo con gotas callendo por su pelo y su cara, su pelo estaba echado hacia atrás lo que le daba un aire como de chico malo que imponía bastante. De un momento a otro sus labios estaban junto a los míos, tiré la ropa al suelo sorprendida pero cerré los ojos y me dejé llevar por sus suaves labios, metió su lengua la cual acepté y empezó a jugar con la mía en una batalla, después de varios segundos nos separamos por asfixia.

-Me voy a vestir, duchate tu también-Cogió la ropa del suelo y me sonrió.

-‎S-Si, v-vale...-Cogí ropa de mi armario y me metí en el baño para ducharme yo también.

Salí del baño y fuimos juntos hacia la primera clase el me dejó en la puerta, me besó la frente y se fue sonriendo.

El internado de los lobos - Jung HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora