Capitulo 1- Solo es el comienzo de algo nuevo

672 12 11
                                    

Os empezaré contando mi historia... Mi historia comienza con dos personas, mi madre que se llama Elizabeth y mi padre que se llamaba John, no os puedo contar mucho de su relación de amor entre ellos, pero si que puedo decir que se querían como poca gente se quiere hoy en día. Pero empezemos conmigo, mi nombre es Mer, la  verdad soy una chica bastante normal y corriente, tengo el pelo liso de color rojizo como mi madre, y ojos color miel como los de mi padre.Nunca me ha gustado ir al colegio y cuando pase al instituto, era algo que odiaba mucho más.  Yo era ese tipo de chica que tenía que soportar que se burlaran de ella a diario. Por suerte, mi vida no era tan mala, podía contar con dos amigos de verdad. Una chica llamada Abigail, que por supuesto es todo lo contrario a lo que todo el mundo piensa, ya que ella y yo somos polos opuestos, así que cada vez que la veían conmigo pensaban que se parecería a mi.  Y un chico llamado César. Es la mejor persona que puedes conocer en tu vida, es alto, rubio, ojos verdes. Pero, ¿Sabéis que? Es gay. Todo demasiado bonito para ser real. Ellos son las personas que más quiero en este mundo, ya que son los únicos que siempre están conmigo y hay una frase que dice "La familia no la eliges, pero si eliges a tus amigos" y yo los he elegido a ellos. A raíz de una larga historia, terminé viviendo con mi tía, la cual es hermana de mi padre. Mi padre murió cuando yo apenas tenía 7 años, fue un golpe duro para mi vida en aquel momento, aunque fuera muy pequeña, la gente no puede imaginar ni siquiera lo que es perder un padre hasta que les pasa, y para eso no importa la edad que tengas. Mi madre, supongo que no es una mala madre, aunque mucha gente pueda pensar eso porque me dejó a cargo de mi tía, después de la muerte de mi padre. Ella pensó que no podía seguir cuidándome, porque para ella en ese momento era la viva imagen de mi padre. Así que, mi tía es un pilar fundamental en mi día a día. Pero después de esta breve introducción, os dejo que os adentréis en mi vida. 


Empieza a sonar el despertador y me despierto sobresaltada de la cama. Odio esos chismes del demonio. Siempre suenan cuando estás en la mejor parte de tu sueño, y no es la primera vez que me interrumpen uno.  Son las 7:00 de la mañana y tengo clase a las 8:15, por lo tanto, selecciono una lista en mi Ipod, como hago todas las mañanas mientras elijo mi ropa para ir al instituto. Cojo unos jeans y una camiseta de color negro, ya que era un color que servía para todo momento, así que mi armario estaba repleto de dicho color, por lo que mucha gente piensa que soy emo, pero simplemente me gusta, después me pongo mis converse negras.  Y me dirijo a la ducha, ya que es mi momento de paz y tranquilidad. 

Al cabo de 30 minutos ya estoy lista, lo siguiente que hago es ir a por mi desayuno, una de las comidas más importantes del día. Suelo desayunar un vaso de leche con tostadas, o a veces lo cambio por cereales. 

-Buenos días, tía. ¿Cómo has dormido?- le pregunto, siempre me gusta preocuparme por ella como ella se preocupa por mi.

-Hola Mer, bien y ¿tu? -me pregunta y parece ser que algo le ha hecho gracia porque no para de reírse de mi- Yo creo que has dormido genial. Por que no has dejado de gritar en toda la noche que estabas enamorada de un tal Trevis, y me has puesto la cabeza como un bombo. Para navidad quiero que me regales unos tapones, así no tengo que escuchar ningún sueño tuyo al detalle.

-No se llama Trevis se llama Travis Maddox . Y he dormido perfectamente de no haber sido que debo  ir al instituto y me ha despertado un cacharro estúpido. Por cierto, hoy el desayuno esta genial. Gracias, te quiero- le doy un beso, y me voy corriendo porque creo que llego tarde. 

-Acuérdate de coger el almuerzo que últimamente nunca te acuerdas y siempre tengo que ir a llevártelo- replica.- Y encima no puedes vivir sin comer, así que mejor que por tu bien no se te olvide.

-Puedo vivir perfectamente,no exageres. Siempre me porto bien o ¿no recuerdas cuando le tiré un cubo de pintura a la profesora de plástica? Ella dijo que nos expresáramos y hiciéramos arte. Yo hice arte con su cuerpo- me empiezo a reír, aunque parece que solo estoy riendo yo sola, así que abro la puerta y me voy.

MannequinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora