Capitulo 4- Broken

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Mer

No sabía hacia donde me dirigía, No podía pensar con claridad después de todo lo sucedido. Solo llevaba un par de cosas en mi mochila y yo solo llevaba puesto un vestido desgarrado por las prisas, el tacón se me había roto al haber salido corriendo de la casa. Lo peor de todo era que no sabía donde ir, no tenía a nadie que me ayudará en estos momentos. Andaba y lloraba así es como pensaba pasar toda la noche. Noté que me empezaba a doler el cuello. Y se había puesto a llover para el colmo.

Darrell

Ya había dejado a Abigail en su casa. Así que me iba hacía la mía, cuando vi a una chica de cabello pelirrojo. Se parecía lo bastante a Mer, por lo tanto paré la moto y me acerqué a ella. Cuando la hicé girarse vi que tenía una marca roja en su cara y tenía rojo el cuello. Lo primero en lo que pensé fue que el hijo de puta de Max le había hecho daño. La abracé y le di mi chaqueta, le empecé a decir.

-Mer, cariño ¿Me oyes? ¿Quien es el hijo de puta que te ha hecho esto?

-El novio de mi tía, aunque ahora debería decir Lis, no creó que quiera saber nada de mi. -Lo dijo con la voz rota, llorando y tartamudeando El novio de su tía, era el padre de Max. Pero probablemente ella no lo sabía. Ese hijo de puta, había matado a mi familia, a mi pequeña hermana. Pero aún no se había quedado satisfecho con su trabajo. 

-Mer, vamos a subir en mi moto y te pienso llevar a mi casa, no me importa lo que digas, tampoco si me odias o no. Pero tu no tienes a donde ir, y estas jodida. 

La hicé subir a mi moto para llevarla a mi casa. Le dijé que se abrazará a mi. Cuando llegamos lo primero que hicé fue dirigirla hasta el baño, necesitaba una ducha, estaba congelada y eso la calmaría un poco. Si hacía falta me ducharía con ella. 

-Mer, ahora vas a ducharte con agua caliente, estas completamente helada. ¿Crees que puedes tu sola?- Le dijé con la voz más tierna que yo tenía, cosa que era díficil. 

-Si, si puedo. Por favor, ¿Puedes llamar a Jessica? No tengo nada de ropa.- Claro, que podía llamar a Jessica, lo que hiciera falta para que estuviera más agusto. 

-Claro, enseguida voy. Te prepararé una taza de chocolate. 

Bajé las escaleras y cogí el teléfono que había en la pared. Lo primero que hicé fue marcar su número, lo tenía porque era una amiga de mi hermana. 

-Jessica, siento molestarte a estas horas de la noche. Pero Mer ha tenido un problema. ¿Puedes venir?

-Si, si puedo ir, llegaré allí en 5 minutos. ¿Que ha pasado?

-No te lo puedo explicar por teléfono. Nos vemos en 5 minutos.

Así que colgué el teléfono, y me dirigí al baño. Llamé varias veces, para ver si podía entrar.

Mer

En este momento, no sabía lo que pasaba por mi cabeza. No tenía ganas de nada, no podía dejar de llorar, mi tía me había dejado de lado en este momento tan horrible. Me había dejado por culpa de un hombre que acaba de destrozar  una parte de mi vida. Tampoco sé a que se quería referir con que mis padres arruinaron su vida. Yo no tenía ni idea de los negocios de mis padres. Tan solo tenía 7 años cuando mi padre murió. 

Sé que siempre he odiado a Darrell, pero en este momento era mi única salvación. Ni siquiera sé, porque me estaba tratando tan bien, con lo mal que yo me había portado con él. No podía avisar a Abigail, tampoco me atrevía a llamar a Cesar. Pero en cambio, si quería confiar en Jessica y en Darrell.Oí unos golpes en la puerta.

-Pasa, Darrell.- Le dijé, ya había salido de la ducha y llevaba una toalla alrededor del cuerpo.

-Mer, me odias, eso queda bastante claro. Pero, necesitas ir a la policía y denunciar a ese cabrón. También necesitas visitar a un médico y me da absolutamente igual lo que digas. He llamado a mi tío, se supone que él tiene mi tutela. Pero nunca esta aquí, vive a unos 5 km. Y lo mejor de todo es que es médico, así que no tendrás que salir de casa si no quieres. 

-Darrell, realmente no te odio. Siempre he pensado eso, pero tú eres la única persona que en este momento está haciendo todo esto por mi. Mientras otras personas me han abandonado y utilizado.

Llamaron a la puerta, suponía que era Jessica. 

Darrell

Bajé las escaleras corriendo y abrí la puerta. Era Jessica como yo me esperaba. 

-¿Se puede saber que ha pasado? ¿El hijo de puta de su cita le ha hecho daño?- Estaba gritando como una loca, esperaba que no la estuviera escuchando Mer.

-No ha sido su cita exactamente, ha sido el padre de su cita.- Le respondí, ella sabía perfectamente lo que años atrás le había sucedido a mi hermana.

-O sea que estamos hablando que el padre de Max, ha intentado lo mismo que tú y yo sabemos. De la misma forma, pero esta vez no se saldrá con la suya. Piensa que va un paso por delante, pero no lo conseguirá de nuevo. 

-He llamado a mi tío para que vea el cuello de Mer. Tiene un hematoma horrible. Puedes subir y darle algunas prendas que hayas traido, y habla tú con ella, a mi ya sabes que no quiere verme mucho.

Jessica me hizó bajar el mentón para que la mirará.Y empezó a decir.

-Darrell, Mer no te odia. Deja de pensar eso de una vez, ella esta intentado odiarte por lo que has hecho con todas esas chicas. Pero realmente, te quiere más de lo que tú te piensas. Ella no se ha dado cuenta de ello. 

Mer

Oí subir a alguien por las escaleras. Era Jessica.

-Eh, preciosa, tranquila. Todo ha pasado, no pienso dejar que te toqué ese cerdo de nuevo, ni yo, ni Darrell. Te he traido algunas cosas mías, espero que te sirvan. Y si quieres te puedo comprar algún pañuelo para tapar esa cosa tan fea de tu cuello. -Me abracé a ella, y le agradecí por ayudarme.- Ahora, debo irme. Es tarde, intenta descansar algo.

Darrell apareció por la puerta. Y me llevó hasta una habitación.

-Puedes dormir aquí, si necesitas algo estaré en mi habitación- Lo cogí del brazo y lo miré con ojos suplicantes.

-Por favor, Darrell, quedate a dormir conmigo.

Nos metimos en la cama y me abracé a él.

MannequinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora