Puzzles incompletos.
Nos pasamos la vida buscando a alguien que nos complete, sin darnos cuenta de que a veces solos estamos completos.
En el intento de buscar a esa persona, es inevitable quebrarnos, partirnos, rompernos por dentro, para luego volver a reconstruirnos.
Pero nunca llegamos a reconstruirnos completamente, porque esa persona se ha llevado un pedazo de nosotros, haciendo imposible que volvamos a estar enteros.
Siempre nos faltara la parte que se llevaron, haciendo que nuestro puzzle interior quede incompleto.