13.

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Allison.

El campo de Lacrosse estaba lleno hasta el tope, jamás lo había visto tan lleno.

¿Será por qué nunca habías venido a un partido?

Quizá sea por eso...

Como ya es un clásico...

¿Cómo sabes que es un clásico si nunca has asistido a un partido?

Calla, consciencia...

Prosigo. Como ya es un clásico, el equipo del instituto al que asisto hoy jugarán contra nuestro principal rival “Devenford y con mayor razón el público se apasiona por ver el juego.

Como podrán notar, no soy fan del Lacrosse. De hecho ni le entiendo, tampoco suelo a asistir a este tipo de eventos pues normalmente me quedo a leer en mi habitación con un litro de helado como acompañante. Antes de que Isaac terminara conmigo, solía invitarme a asistir pero mi contestación siempre era la misma:

“No me entiendo al Lacrosse, mejor mañana salimos a pasear”.

Y claro que a Isaac le molestaba pero comprendía que yo no le era de mucha ayuda. Hoy decidí asistir a este partido en especial por razones obvias... ¡¡La cita con Scott!!.

Me muero de ansias por descubrir cuál es la sorpresa del chico que me gusta.

♦♦♦

El partido fue sin duda impresionante, al principio todo iba muy parejo y al final el equipo de nuestro instituto se llevó la victoria y ¿Adivinen gracias a quien fue?

Si supusieron que a Scott, ¡¡Acertaron!!

Al final del partido me guiño un ojo y me lanzo un beso al aire, me sonrojé al instante y sonreí como boba enamorada.

¿Es muy rápido para enamorarme?

Para el amor no hay tiempo ni distancia. Solo hay que recordar no precipitarse ni forzar las cosas.

Pov Scott.

- ¿Llaves del auto?- Me pregunta Stiles.

- Listas- respondo.

- ¿Llaves de la sorpresa?.

- Aquí las tengo...- le digo mostrandolas.

- ¿Vino?

- ¿Quién Vino?- pregunté confundido

- Eres tonto, Scott.- Stiles se lleva la Palma de su mano a la frente- Cuando digo “vino" me refiero al ¡¡Vino de beber!!

- Oh vale. Está en el lugar indicado.

-¿ Preparaste la cena?

- Si, la mesa está lista también con flores, velas y los cubiertos y copas en su lugar.

- Bien, Scott. Está todo listo ahora prepárate para impresionarla en el juego de esta noche...- me anima y sale de los vestidores.

***

Corro con libertad pues eh dejado a los jugadores del equipo contrario atrás, faltan segundos para que el partido se de por concluido así que no me puedo dar el lujo de distraerme, tengo mi objetivo fijo... La portería del equipo contrario.

Acelero el paso y algunos escasos metros la adrenalina entra en mi sistema, ya ni siquiera pienso en los gritos eufóricos de los presentes yo solo pienso en impresionarla. Me acercó un poco más, lanzo y ¡¡Boom!! Anoto el punto vencedor dos segundos antes de que el juego se diera por finalizado.

Volteo y la veo ahí parada sonriendo y aplaudiendo, le sonrió y guiño un ojo para al final lanzarle un beso al aire. Logre hacerla sonreír, con eso me doy por satisfecho.

Corro a los vestidores y me ducho a la velocidad de la luz me pongo la ropa ideal para la ocasión y me dirijo a las canchas donde me encontraré con Allison.

Llego y la encuentro ahí parada hablando con Lydia de algo que parece emocionarle a Allison pues esta sonríe y pega saltitos de felicidad. Sonrió con ternura y me acerco a paso lento pues no quiero escuchar su conversación y quedar como un chismoso.

- ¡¡LO SABÍA!!- Grita Allison con emoción para después girarse y darse cuenta de mi presencia a uno metros de donde se encuentra ella y su mejor amiga.

En un corto minuto (o menos) se despide de la pelirroja y corre hacia mi con emoción y una sonrisa plasmada en su precioso rostro.

-Has estado increíble en la cancha hoy- me halaga y mi sonrisa se ensancha mostrando mi dentadura- Me declaro tu fan número uno.

- Me halaga, bella dama. En realidad me estuve esforzando en ser el mejor solo para ver si alguna bella dama me regala un beso.- le digo con la intención de que me diera un beso pero creo que lo mal interpretó.

- Oh, y lo has conseguido de seguro ¿No?- su rostro cambia a uno enfadado que intenta esconder- Después de todo ¿Quién no quiere un beso del capitán McCall?.

- Muchas pueden quererlo pero yo solo deseo el beso de la chica que llegó llorando a la veterinaria por haber atropellado a un perro- le sonrió con ternura pues verla celosa me a conmovido.- Se llama Allison Argent ¿La conoces?.

- Eres un tonto...- sus ojos brillantes me miran cual luceros.

- Lo soy... Pero este tonto está dispuesto a ser sólo tuyo.

Después de eso la guio hasta el auto de mi madre, la cita que he preparado con ayuda de Stiles me ha costado bastante esfuerzo y es por eso que quiero que todo salga perfecto.

No es algo muy original, está muy visto en las tipas películas para adolescentes, es muy... Cliché, pero es lo más romántico que pude lograr hacer en una semana.

Consiste en una cena en una cabañita a las afueras de Beacon hills que le perteneció a mi abuela. Me hubiera gustado hacer algo más original, algo que no estuviera tan usado pero ¡vamos! A las chicas le gustan las cosas románticas, lo romántico la mayoría de las veces va ligado a lo cliché y el cliché es algo que simplemente no se puede evitar.

Llegamos a nuestro destino cuando el sol ya había caído y la luna se alzaba en el cielo en compañía de las brillantes estrellas y una que otra nube pasajera. Los ojos de Allison se abrieron con sorpresa al ver la pequeña cabaña de color madera. Era toda hecha de roble y tenía un porche muy amplio, en este mismo había una silla mecedora dándole a la cabañita un toque hogareño.

Tenía planeado cubrir los ojos de Ally para darle más sazón a la sorpresa pero en vista que ya había oscurecido quise evitar cualquier tipo de problema o accidente que se pudiera presentar así que ese detalle quedó omitido.

El interior de la cabaña no era muy diferente al exterior, el toque rústico seguía ahí, una mesa para dos, un par de copas acompañadas de un vino y una deliciosa cena —Preparada por Stiles, claro— la chimenea de fondo —que también encendió Stiles antes de nosotros llegar—  y la iluminación ideal para una cena romántica.

Dejo que mi acompañante entre al lugar con la misma cara de asombro que tenía antes, la invité a sentarse moviendo la silla hacia atrás y acomodandola cuando ella había aceptado mi invitación, me senté no sin antes servir los dos platos de pasta con pollo y vino en cada copa.

Y así dió inicio la cita...

This Is Our Baby - ScallisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora