A pesar del odio, de sus pecados y sus demonios, Uchiha Itachi tiene un Sol capaz de iluminar su oscuro camino, pero está seguro que cerca de él su luz y calor se extinguirá.
¿Será capaz de mantenerse lejos?
"Eres como el Sol, Asuna. Si estás, sol...
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Naruto esquivó por poco el puñetazo de su compañera de equipo. Sakura gruñía furiosa en su dirección mientras Kakashi y Kaede intentaban distender el ambiente.
Tsunade los regañó por enésima vez mientras caminaban por el bosque.
—¿Por qué nadie me dice a dónde vamos? —rezongó Naruto.
Kakashi suspiró. Naruto podía ser tan tarado que lo golpeaban por preguntar muchas veces lo mismo y a los cinco segundos volvía a preguntarlo.
—Esto es una misión, compórtense —ordenó Tsunade—. Sakura, ¿traes el antídoto que preparamos?
—Sí, Tsunade-sama.
—Bien.
Todos se detuvieron al notar que el paso estaba obstruido por una barrera de chakra, excepto Naruto, quien chocó contra ella y salió despedido con fuerza.
Tsunade suspiró y colocó su mano en la barrera, emitiendo algo de su chakra. Al instante se hizo una abertura en la barrera, permitiéndoles ingresar.
—Es el bosque Shikkotsu —reconoció Sakura, ella también había entrenado en ese lugar.
Luego de caminar unos cuantos minutos más llegaron a una cueva. Había comenzado a llover recientemente por lo que los ninja de Konoha apenas tenían visibilidad, sin embargo todos distinguieron una figura fuera de la cueva a la cual reconocieron de inmediato por su cabello rojizo.
—¡¿Asuna?! —se alarmaron todos.
Naruto gruñó en su dirección, estaba tan enfurecido que el chakra del kyūbi comenzó a salir rápidamente, tiñendo sus ojos de un escarlata.
Asuna realizó un par de sellos y golpeó el abdomen de su hermano menor, provocando que él se doblara de dolor. Cuando intentó manifestar el chakra del zorro monstruoso, nada sucedió.
—¡¿Qué me hiciste?!
—Cerré el flujo de chakra del kyūbi. Apenas te enfadas y su chakra se escapa —se burló Asuna—. Ya estás listo para aprender a controlarlo.
—No entiendo —musitó Sakura, confundida.
—¿Qué está sucediendo, Tsunade-sama? —cuestionó Kakashi.
—Hay muchas cosas que deben saber. Entremos.
El equipo Kakashi entró siguiendo a la hokage. Asuna fue la última en ingresar al lugar.
—¡Sasuke-kun! —se alarmó Sakura. Corrió y se arrodilló junto a él, revisando sus signos vitales.
—Solo duerme, agotó casi todo su chakra —explicó Asuna.
—¿Qué está sucediendo, abuela Tsunade?—preguntó Naruto, confundido.
—Uzumaki Asuna ha sido una infiltrada todo este tiempo, estaba cumpliendo con una misión rango S. Solo yo lo sabía porque no podíamos confiar en los consejeros, mucho menos si sospechamos que Danzō está detrás de la masacre del clan Uchiha —comenzó a decir—. Asuna ha enviado informacion sobre Akatsuki, gracias a ella hemos logrado estar preparados para cada uno de los enfrentamientos y ataques de los enemigos.
