Cap. 4

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<<ÉL>>

-Hola

Siempre he tenido afición por las rubias, pero esta ya me aburre.

Que hace aquí? O en mi habitación? Quien la ha dejado entrar? Mataré a Marcos después de esto.

-Qué quieres Bianca?

¿No tiene más ropa para ponerse o qué?

No sé, un jersey, una camisate de su tamaño o algo que no haga parecer que siempre estamos en verano.

-No me respondiste al mensaje
-Cuando?

Alguna vez hablo con ella? Ni me acuerdo, tampoco le hago caso al movil. No sé ni donde lo tiré.

-Da igual

Viene acercándose a la cama sobre la que estoy tumbado, yo no le he dado permiso para que se acerque aquí, que ni se le ocurra.

-Que haces aquí?
-No puedo?
-No

No puede ser, se ha sentado aquí, qué parte de "mi puta cama no se toca" es la que nunca le queda claro?

-Por qué me miras así? Borde
-Estás tocando mi cama, fuera de aquí

No me hace caso, se acerca y se queda mirándome.

Qué coño espera? Que la bese?

Pues no va a pasar.

O igual sí...

La empujo hacia la puerta mientras la beso, abro sin que se dé cuenta y la echo fuera.

Cierro la puerta con llave y la escucho gritarme algún insulto.

Ni caso, subo el volumen de la música y me tumbo.

No puede estar aquí, no es ELLA.

<<ELLA>>


¿Qué estará haciendo?

Llevo toda la tarde encerrada en la habitación, me arde el pecho, y no sé a qué se debe.

Si no me lo hubiese encontrado...

Mañana tengo examen y no he sido capaz de estudiar nada.

Juro que lo he intentado.

Salgo de la habitación a por algo de beber, no me he dado cuenta de que ha anochecido.

Cuando vuelvo reviso el móvil.

Veinte llamadas perdidas de Nerea, me va a matar por no cogerle.

-Dime
-Dios, estás viva, ya podía estar llamándote por algo importante que ni caso hacías.

La interrumpí.

-Ya, perdón. Para qué llamaste?
-Cómo para qué? Prometiste ayudarme con mi fiesta de cumpleaños

Me golpeé la frente por inercia, se me había olvidado.

-Venga, ayúdame
-Vale, dónde será?

Se celebraría el sábado que viene, en casa de Marcos, su novio, creo. De la gente se encargaría ella, pero las bebidas tendríamos que ir a buscarlas juntas.

-Vive en aquella casa, Él estará allí-Me dije en alto.

Intenté dormir, pero para cuendo me doy cuenta de que estoy despierta, son las cuatro de la mañana y aquí sigo, mirando el techo.

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