Un paso puede marcar vidas, pero también puede marcar muertes...
Me siento en la mesa mientras veo como Keegan tiende un plato de comida en la mesa para mí, en las últimas semanas había tratado de hablar sobre Lucy, pero siempre me encuentro evadiendo el tema, me encuentro diciendo que estoy cansada, que aunque sé que es cierto de alguna forma lo hago más visible para no pensar.Tomo la cuchara, pero antes de acercarla a mi boca sentí arcadas y corrí al baño, últimamente no me sentía bien, no comía bien, casi no tenía apetito.
Sentí las manos de Keegan recogerme el pelo mientras deposito lo que había ingerido en el almuerzo, cuando termino lavo mis dientes y mi cara, la imagen que me devuelve el espejo no soy yo, las ojeras cubren mi rostro y el aspecto pálido que tengo no me ayuda en mucho.
Salgo del baño y camino hasta la habitación.
—Lesley tienes que comer —dice preocupado.
—No tengo hambre —susurro.
—Por favor...
—¡No quiero! —le grito de vuelta—. Odio todo esto, te odio, odio que cada vez que te vea la vea a ella, que cada recuerdo tuyo este ligado con Lucy y me odio, me odio por no ser la madre que ella se merecía. Me odio —grito con lágrimas en los ojos.
Giro sobre mis talones esta vez lejos de él, fuera de casa, lejos de los recuerdos de lo que solía ser mi vida, de lo que pensaba que tenía y siempre iba a tener y cierro con un portazo, siento como viene tras de mí, y empiezo a correr lejos.
•••
Miro a todos cruzar, las personas al teléfono, las parejas tomados de mano, logro ver a alguna mujer embarazada, niños saliendo de la tienda de la esquina junto a sus madres, exactamente una vista de un mundo sin preocupaciones, o de la imagen de uno que parezca no tenerla.
Quién dice que cuando se destroza una vida todo será fácil, esa alegría que antes estaba, que teníamos se apaga y todo porqué, porque no fui lo suficientemente buena para ella, si tan solo la hubiese cuidado mejor, si tan solo no me hubiese descuidado, estuviera aquí, no tendría porqué sentirme de este modo, culpable, vacía ¿por qué no fui yo? ¿Por qué fue ella? Hubiera dado todo por tenerla a mi lado, hubiera dado todo por tenerla con vida.
—¡No lo hagas! —gritó tras de mí—. A mi también me duele, yo también la amo, pero tenemos que seguir. Ya la perdí a ella -dice entre lágrimas-. No me hagas perderte.
—Es que no puedo —sollozo—, duele mucho, es mi culpa, yo la maté, no merezco esto, no merezco vivir.
El aire choca en mi rostro, pero no siento frescura, no siento lo que debería sentir, no siento nada más que dolor, como mi corazón se hunde y se estruja en mi pecho, no puedo sentir más que culpa y resentimiento al pensar que ya no está.
Keegan da un paso adelante tentando acercarse a mí.
—¡No! ¡No te acerques! —grito desesperada—. Si lo haces voy a tirarme.
—Lesley, no lo hagas —me suplica—. Por favor, sabes que te amo, hazlo por mí, por ella.
—¡No! No me entiendes, yo debí cuidarla mejor, no merezco vivir, ella... Ella... —estrujo mis manos frente a mis ojos—. Ella era mi todo y ya no está, ¿qué voy a hacer sin ella? ¿Qué voy a hacer con mi vida ahora?
—Buscaremos ayuda —rebatió, pero negué sus palabras con un gesto de mi cabeza.
—Yo ya no puedo seguí, lo siento.
Cierro mis ojos y respiro profundo, sus palabras, esa imagen que guardo en mis pensamientos, esas sonrisas, el llanto sin cesar que salió de ella viene a mí, no porque muera, sino porque en el último suspiro tenía que estar ahí.
A veces tememos a lo que nos enfrentamos por el simple hecho de no saber lo que va a suceder después, pero no es el temor lo que nos debe motivar, es lo que esperamos que suceda, la fe que nos mueve a seguir adelante esa que se ha perdido en mí.
—¡Lesley! —grita cuando doy el paso que pondrá fin a todo esto.
Un paso puede marcar vidas, pero también puede marcar muertes...
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Pendiendo De Un Hilo ✔️
ContoEn un matrimonio todo puede lucir feliz, para Lesley y Keegan lucía perfecto, pero los problemas llegan y ella decidió rendirse, ahora Keegan tiene que hacer todo lo posible para traer a Lesley de vuelta y no perderla. Una situación inesperada. Un...